Clinton y Harris, ambas buscaron ser la primer mujer presidenta y ambas perdieron contra Trump.

El mismo resultado, de aquella contienda en que la vicepresidenta de Barack Obama competía contra Donald Trump por la presidencia de la nación. Tanto Hillary, como Harris venían del cargo de la vicepresidencia, y ambas prometían convertirse en la primer mujer presidenta de su nación. Pero no sucedió, ambas perdieron contra Donald Trump. 

Esperaron incluso, que el fervor en México de que se cumpliera parte de la democracia con el triunfo de género en la presidencia con la primer mujer, Claudia Sheinbaum al frente de la nación, pudiera servir de elemento para inspirar a la comunidad hispanoparlante, en particular la comunidad mexicana, que se perfile a ser ya la primera minoría en los Estados Unidos de Norteamérica, como factor elemental para generar el triunfo a favor de los demócratas con Kamala Harris, y Sheinbaum pudiese tener una interlocutora homogénea, a pesar de que hemos visto que la política, tanto en demócratas como republicanos, es frontal, directa y fuerte en el tema de no permitir que gente sin documentos de permisos se establezca en el país. 

La diferencia entre Harris y Clinton, es que Hillary sí era la candidata desde el principio de los demócratas, cobijada por el propio Barack Obama. Pero ahora, Harris entró de emergencia a relevar a Joe Biden, quien era en principio el candidato de los demócratas para continuar el régimen en el gobierno. Por su desgaste, por su cansancio, y su figura venida a menos, ya no era un candidato atractivo y perdía puntos al por mayor frente a Trump, a quien le había arrebatado la reelección. Ahora Trump viene de nuevo por lo suyo. Trump obtiene más adeptos de convencimiento frente al electorado, en parte, porque la presidencia de Joe Biden sirvió para que el electorado recordara por qué ya no quería a los demócratas en el poder, cosa que primero evitó que Clinton llegara a la casa blanca, y una primer mujer comandara los destinos de la nación. Ahora, los demócratas perdieron su oportunidad de convencer nuevamente al electorado y dieron pase automático para que Trump aprovechara la oportunidad de regresar, gracias a la presidencia de lo demócratas que se desgastó, ahora arrasaron los republicanos. 

Harris ya no pudo hacer nada para convencer a la gente de que podría haber un mejor cambio. Poca oportunidad le vieron para poder hacer algo más de lo que presentó Biden durante el ejercicio de su presidencia en Estados Unidos de Norteamérica, y es que el asunto apunta a la crisis económica que se acentúa y que advierte tomar una nueva dirección si no se quiere que se agrave la crisis. Muchas de las voces de propios hispanoparlantes en los Estados Unidos, ya he venido apuntando y diciendo, que sugieren su apoyo al partido republicando y a Trump, porque en efecto, distinguen una mejor maniobra económica con los republicanos, cosa por la que arrasaron ahora, que con los demócratas. Bien, señalan que no puede haber política social sin prosperidad económica y no puede haber prosperidad económica sin política social, pero finalmente lo que importa, en primera instancia, es generar condiciones para que pueda haber generación de riqueza, y eso se logra con emprendimiento, iniciativa, propuesta y libertad. 

Las personas de la comunidad hispana en EUA ya no creen en el discurso de las deportaciones masivas con señalamiento directo a Trump, cuando los demócratas se han comportando incluso de forma más agresiva. Con gente trabajadora he platicado, que llevan décadas aquí buscando una vida mejor trabajando de lunes a lunes, y tienen muy claro que los demócratas comenzaron a enjaular a la gente en la frontera, y a separar familiar y a decir una cosa en el discurso y en la propaganda pero en los hechos implementaron políticas duras contra los inmigrantes, y no cumplieron con políticas de amnistía para toda la gente que lleva buscando durante años poder regularizar su situación en el país con su calidad de inmigrante, en condiciones ya de poder buscar obtener su ciudadanía. Al tanto, a la comunidad hispanoparlante no le ha quedado otra opción más que buscar unirse y defenderse, pues hoy por hoy, sigue una pugna tremendamente feroz, donde unos estados arremeten agresivamente contra las caravanas migrantes, las apresan y las expulsan en ciudades santuario como Nueva York para que sea problema del Estado que dice que sí respeta derechos humanos y asume la responsabilidad de resolver el problema. Estas condiciones, en vez de unir a la federación de los Estados Unidos de Norteamérica, la sigue separando, pero el electorado prefiere alguien que les diga con honestidad lo que sucede y sucederá a las más mentiras que continúan queriendo diferencias dos proyectos que distan mucho de ser distintos, pero que finalmente tienen una responsabilidad primaria, garantizar seguridad y justicia, proveer condiciones de libertad de emprendimiento, pues esa fue la finalidad de fundar un país de libertades, que hoy tiene miedo, mucho a los migrantes, aún cuando saben que el destino ya es bilingüe y que el debate se suscita también en directo en español.

Erick Xavier Huerta S.