Puede ser Trump. Puede ser Harris. Pronto viene la definición.

En Estados Unidos, aquí en Nueva York se respira la tensión producto del estrés político por la nueva fase en la que puede entrar el país y por supuesto, con ello, los impactos multilaterales en el mundo. 

Hoy es día de la elección. Previo al resultado, hay apuntes importantes qué reflexionar. 

Con Kamala Harris, ya viene una experiencia de la política norteamericana bajo la tutela de Biden. No podrían esperar algo diferente, o tal vez sí, por tener a la primer mujer al frente de la casa blanca. Es cierto, que hoy por hoy, la comunidad latinoamericana juega un papel decisivo en la elección. Con quienes he platicado en Nueva York, latinos empresarios, académicos y trabajadores, no descartan para nada la idea de Trump para llegar al poder nuevamente. Están muy claros, muchos me han dicho, que Obama fue el jefe supremo de las deportaciones y con él comenzaron a enjaular a la gente en la frontera, acciones que después quisieron dejar como iniciativas originales de Trump para tratar a los migrantes. El migrante trabajador de acá está muy claro de que puede esperar poco de un bando y de otro, pero no descarta la opción de Trump. Inclusive, dentro del marco del empresariado latino con el que he conversado, me han manifestado optar por Trump definitivamente, y mucho es en parte, porque sí consideran un distinto manejo en la economía. El argumento hoy a favor de Trump, es que vigoriza más la economía y que eso esperan que haga ahora, a diferencia de lo que sucedió con Biden y de lo que podrían esperar con Kamala, más allá de ser una opción del triunfo del género femenino al frente de la casa blanca ahora. 

Lo dicho, es que el siglo XXI se convirtió en una nefasta continuación del siglo XX, donde las guerras y la violencia en tiempos del mayor auge económico sigue su curso en la historia. Estamos en la misma dinámica, y además con la facilidad del tráfico de mercancías y la imposibilidad de la movilidad de las personas en el continente, cosa que también ha venido abonando para que se fortalezca la criminal industria de la trata de personas. Los mismos periodistas con afinidad a los demócratas y los anti-Trump, han venido subrayando y advirtiendo que en efecto, lo admirable hoy es la forma y la manera en que Trump vino repuntando y subiendo en las encuestas y preferencias entre votantes hispanos. Esto, en parte por los resultados que defraudaron a la población por las políticas de los “demócratas” en la casa blanca. 

Lo cierto también es que los “demócratas” no van a vacilar en usar todos los recursos que les proporciona el poder que tienen al mando para poder ganar a toda costa. Y, otro de los factores que pueden estar en contra de Harris, cosa que puede emular el mismo resultado que obtuvo Clinton frente a Trump, es ese pensamiento colectivo, de su ventaja por estar con el grupo en el poder, pero también osa la desventaja de haber llegado a la carrera como emergencia porque el candidato de los demócratas era Biden, y su cansancio y su energía minaron en tal campaña al compás de sus responsabilidades como presidente de la nación, eso ha dado una mayor ventaja y energía a Trump que puede explicar su avance en la contienda y que pueda nuevamente regresar al poder en la casa blanca. 

Pronto sabremos la definición.

Estamos en contacto.

Erick Xavier Huerta