México como Colombia.

Este hombre, luchó por los pobres, dio a los desprotegidos. Entregó casas, sillas de ruedas, se dedicó a la política, fue congresista nacional. Fue criminal, terrorista, compraba puestos públicos con dinero del crimen organizado, compraba la democracia con dinero del crimen organizado. Fue fundador y máximo líder del Cartel de Medellín. Controlaba absolutamente la producción y consumo de la cocaína en el mundo.

Él es Pablo Escobar.

Gran político colombiano, narcotraficante, terrorista, criminal. Máximo líder del Cartel de Medellín.

Compraba con dinero del crimen organizado, la democracia colombiana.

A finales de los años 70's, Pablo Escobar, era un gran líder comerciante de drogas. Y ahora quería cultivar su ego, con una imagen de hombre respetable, y qué mejor hacerlo que a través de la política, rodeado de tesoreros, financieros, banqueros, políticos, abogados. Ayudando a la gente pobre, tomándose foto entregando casas, entregando sillas de ruedas a los desprotegidos, dándoles campos para que jugaran futbol.

Escobar monopolizó el negocio de la cocaína desde su producción en Colombia, hasta su consumo en Estados Unidos de Norteamérica. Controlaba más del ochenta por ciento de la producción a nivel mundial. Fue uno de los hombres más ricos del mundo.

Hacía obras de caridad para limpiar su imagen, e incursionó a la política. Fue representante en la cámara del congreso nacional en 1982. Pero fue acusado por la ilegalidad de sus negocios, y ahí, el congreso sí determinó quitarle su escaño.
El ministro de justicia, Rodrigo Lara Bonilla señaló que narcotraficantes estaban involucrados en política, economía y en el mundo del futbol.
La guerra de narcos contra el gobierno se volvió violenta y sádica, por eso Belisario Betancur, presidente de Colombia se dio a la tarea de buscar extraditar a los narcotraficantes a Estados Unidos.
Después de una asamblea constituyente para conformar una nueva constitución donde ya se prohibía la extradición de nacionales a Estados Unidos de Norteamérica, Escobar se entregó a las autoridades imponiendo condiciones, y una de esas condiciones era ser recluido en «la catedral» una ostentosa prisión que se ubicaba además en sus terrenos. Escobar vivía en la catedral cómo quería y seguía controlando todo el negocio, ahora vivía blindado hasta por el propio gobierno. Pero después de que se dio a conocer estos atropellos y burlas de parte de Escobar al estado de derecho, el gobierno fue por él y Escobar se dio a la fuga.
El gobierno tardó 17 meses en encontrarlo.
Pablo Escobar murió a los 44 años el 02 de diciembre de 1993.

En Colombia se vivió esto, en los años ochenta, cuando la corrupción y el crimen organizado se burlaba de las autoridades, cuando se infiltraron en el poder público, cuando se hicieron de las esferas de la política nacional y así, se aplastó a la justicia, al periodismo, a los partidos políticos.
Después del asesinato del candidato Luis Carlos Galán, la sociedad despertó, porque Galán se levantó años atrás en solitario en bandera de lucha contra el crimen organizado. Era un sistema controlado por el crimen organizado, por narcotraficantes.

México está a tiempo de revertir la degradación y legado del narco estado que ha venido a controlar territorios, ayuntamientos y que también sigue poniendo a sus diputados, y busca hacerse del control absoluto de las instituciones políticas de México.
Pero para ello, es fundamental la opinión pública, el periodismo, la fuerza pública, el estado de derecho, la legalidad, sino, se acabarán por corromper, y perderemos la soberanía.
No está en juego si debemos permitir o no, a adolescentes, consumir marihuana, ó si debemos legalizar las drogas. Lo que está en juego es el principio de estado de derecho, de legalidad. Lo que está en juego es la política de altura, la diplomacia y no dejar que el mundo silvestre quiera conducir los destinos de la humanidad mexicana.

¿Recuerda artistas, futbolistas, políticos que hayan tenido que ver recientemente con el narco en México? ¿Hay casos de narcotraficantes que se infiltraron en política en México?

Yo sí.
Eso está en juego ahora.


Erick Xavier Huerta