UNOXUNO: Opinión y Libertad

Otro caso de desaparecidos, fue el de Cornelio López Moreno, reportado como desaparecido el pasado 19 de septiembre cuando además fueron ejecutados otros dos regidores. Asesinar a políticos ó a funcionarios en Guanajuato, es cosa de todos los días. Poco se ha visto que resuelvan o den justicia a alguno de estos casos las autoridades competentes. De competentes, tienen muy poco las autoridades encargadas de la justicia, de la prevención y de la seguridad pública. Lamento informar esto, lamentamos verlo y padecerlo, pero es la realidad, y mientras tanto gozan con un salario por realizar esa actividad. Después de un mes y medio de desaparecido, encontraron el cadáver del panista Cornelio López. Francisco García, de morena, fue uno de los regidores también asesinados en Apaseo el Alto. Y José Luis Saucillo, del PAN en comonfort. Y habría que recordar múltiples casos, como el del también regidor electo del PRD, Agustín Banda asesinado en Cortazar Guanajuato en 2018. Pero,  ¿qué pa

Ya día de muertos, y el Marro sigue libre. Decían que era inminente su detención, así lo reafirmaba y lo sigue haciendo Sophia Huett—Comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia para la Seguridad Ciudadana de Guanajuato. Sophia sólo sale en televisión para decir que pasan cosas, que ya sabemos, y que no tienen solución. Porque ella misma no da solución. Ni hay análisis, ni hay estrategia para la seguridad ciudadana de Guanajuato. Bueno, ¿Qué hizo Sophia por detener la desaparición de la inversión de la familia Montes a través del negocio Ford en Celaya?—Nada. Dejó que se fueran. Y además, ¿Hubo justicia en el asesinato de Jorge Montes? —La familia Montes se fue, porque ya han sufrido de todo en Celaya, asesinatos a su familia, secuestros, extorsiones. ¿De qué estrategia hablamos cuando sigue la oleada de extorsiones?—Dice Sophia Huett que siempre hay consecuencias cuando se combate al crimen, pero no dice que habría entonces de valorar los posibles escenarios de las consecue

Hay personas que quieren continuar pensando que lo que ocurrió en 2018, no tiene repercusiones mayores que haberle dado el triunfo al movimiento social, político y económico, disruptivo que encabezó Andrés Manuel López Obrador. A penas en el año 2014 consiguió registro como partido para competir electoralmente, en 2015. Y cuatro años más tarde, se convirtió en un fenómeno político mundial. De ese tamaño es el reto para «morena», pues de lo contrario, pasará a la historia solamente como un estallido, como una flama que rápidamente se apagó ante una efervescencia de un país que ha venido buscando un cambio. Y eso, es tremendamente peligroso. Se trataría de un tremendo fracaso y una enorme frustración para los millones de mexicanos que día con día suman confianza en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para poder salir del bache de rezago educativo, de pobreza, de tremenda brecha de desigualdad que heredaron los gobiernos anteriores. Además de eso, de los narco-estados, de los nar

"Ya quisiera México tener los problemas de Chile", dicen algunos analistas (sin mencionar a Leo Zuckerman)  del mainstream mexicano para exonerar al neoliberalismo y defender los intereses oprobiosos que acompañaban a la república en los sexenios anteriores. Ya quisiéramos tener esos problemas, porque Chile tiene mucho producto interno bruto, porque tiene menos pobreza y porque tiene mejores niveles de educación que en México. Ya quisiéramos dejar a los privados el manejo de las aguas, de la luz eléctrica, para que corran de CFE a Manuel Bartlett. Presumen y presumen de Chile, su modelo neoliberal impuesto a través de un golpe de estado con intervención norteamericano para implantar una dictadura militar. ¿A ese costo queremos el progreso económico? ¿Queremos el progreso económico a partir de imposiciones y pérdida de libertades? ¿Se les olvidó las atrocidades de Augusto Pinochet? —Son las libertades democráticas, y el propio legado de la última gran democracia de Chile

Leyendo su prólogo en «el estallido del populismo», coordinación de su hijo Álvaro Vargas Llosa, Mario, textualmente escribe en la página 10: "En Filipinas, el populismo del presidente Duterte muestra un perfil sanguinario: pretende acabar con el narcotráfico asesinando traficantes y drogadictos; ya hay cerca de ocho mil cadáveres y, qué duda cabe, entre ellos, gran número de inocentes." Después de esta sentencia del gran intelectual, pues hubiésemos esperado una opinión de reconocimiento ante lo que ocurrió en Culiacán con Ovidio Guzmán, líder de uno de los carteles más poderosos del mundo, que controla este mercado negro alrededor del globo y que posee ejércitos brutales para defender sus intereses oprobiosos. Pero no, aquí no caben esos señalamientos porque Andrés Manuel debe ser el villano dentro de la concepción de Vargas Llosa, porque evidentemente atenta contra los intereses que Mario protege y defiende. Bueno, puede ser que porque no fue galardonado por el presid