Beatriz Rivas

Archivo: UNOXUNO
«Opinión y Libertad»
Publicado en 2015
Capítulo 99 desde Ciudad de México, la conversación con la escritora, desde su estudio, Beatriz Rivas, abordando su vida, su obra y relanzamiento de "Amores Adúlteros."



Beatriz Rivas


Su más reciente novela es «jamás, nadie». Ha publicado «distancia, algo tan inevitable como el amor». Ha publicado novelas como “lo que no mata enamora”, “la hora sin diosas”, “viento amargo”, “todas mis vidas posibles” y “amores adúlteros”, por supuesto. Ella ha sido colaboradora de José Gutiérrez Vivó, Jorge Castañeda, Ikram Antaki, Adela Micha, Román Revueltas y José Cárdenas, entre otros. Actualmente, Beatriz Rivas imparte talleres literarios y es escritora de tiempo completo. Esto es opinión y libertad, comenzamos.




Erick Xavier Huerta: Quisiera saber Beatriz, tú... ¿Escribes por vicio?, ¿Por catarsis?, ¿Por qué?

Beatriz Rivas: Yo creo que por un poco de todo, por vicio, por catarsis, por placer, porque no encuentro otra manera de expresar todo lo que traigo adentro y todas las ideas que se me van ocurriendo todo el tiempo. Es mi manera de tener pues una relación cercana con el mundo, con el mundo íntimo, con el mundo de adentro, con el mundo que me rodea y con el mundo lejano; incluso con otros países, con otros personajes, con otras épocas.

Erick Xavier Huerta: ¿Cuándo descubriste que eras escritor?

Beatriz Rivas: Híjole, más bien descubrí que me gustaba escribir desde hace muchos años. Mi primer contacto la escritura fue, creo que como todos, a través de la lectura y desde muy chiquita me ha gustado escribir. En mi casa, casa de mis padres siempre hubo libros, todo el tiempo; estábamos rodeados de libros y veía mucho leer a mi papá y a mi mamá. Entonces, desde ahí, desde muy pequeña empecé a leer y a partir de eso nació este gusto por tratar de decir también lo que yo quería decir, plasmarlo en papel. Entonces, desde muy chiquita, y realmente ya, de manera profesional, pues fue hace, pues sí, de los treinta años, aunque desde los dieciocho, diecisiete que quería ser escritora, pero, bueno, como creo que todos, muchos saben y suponen, no se vive nada bien; y entonces, este, tuve que hacer muchas otras cosas antes de poderme dedicar a escribir.

Erick Xavier Huerta: Más o menos a los treinta años, ¿Cómo te diste cuenta entonces, en ese momento, que ese era tu destino?

Beatriz Rivas: Pues yo creo que me di cuenta desde que estudié periodismo. O sea, finalmente estudié una carrera que tenía que ver con el mundo de las letras, y ya desde ahí yo escribía artículos, textos periodísticos, y empecé a seguir leyendo y a seguir leyendo más hasta que dije, yo lo que quiero es escribir novelas, es escribir ficción. Me dejó de interesar el mundo “del periodismo”, y me gustó más, me atrajo mucho más la magia de la ficción y todo lo que te permite, todos los permisos que te puedes dar cuando escribes algo que no es periodismo.
Erick Xavier Huerta: ¿Hay alguna novela que haya marcado esta pasión?

Beatriz Rivas: Yo creo que las dos novelas que han marcado mi pasión, aunque realmente son muchas, y cada vez que leo, sigo encontrando cosas que me hacen darme cuenta que fue una buena decisión, dedicarme a escribir. La primera novela es “rayuela” de Julio Cortázar, yo la leí a los diecisiete años, me fui a vivir a París a estudiar Francés, acabando la prepa; y ahí ya me gustaba mucho la escritura y me gustaba mucho el leer, pero un profesor uruguayo que daba clases de literatura latinoamericana en la sorbona me regaló “rayuela”. En esa época todavía estaba vivo Cortázar, vivía en París. No tuve la fortuna ni de conocerlo, ni de verlo pasar siquiera, pero leer “rayuela” en el lugar, en los escenarios de Cortázar, y además ver cómo Cortázar propone una nueva forma de expresar, una nueva escritura, fue lo que más me impresionó, no tanto el tema, sino cómo está escrita “rayuela”. Y lo mismo me pasó con Carlos Fuentes, con su libro, “la muerte de Artemio Cruz”. Son como que los dos libros que marcaron pues mis ganas de realmente dedicarme a escribir. Pues empecé a ir, mientras estudiaba periodismo y después ya cuando empecé a trabajar; trabajé arduamente durante muchos años en los medios de comunicación. Empecé a ir a talleres de escritura, a talleres de cuento, primero con Edmundo Valadez, con Guillermo Samperio, con Humberto Guzmán. Después fui a talleres de novela, con varios profesores. Entonces, ya que yo estaba como llena de este conocimiento de ir a talleres, y de seguir leyendo y leyendo; sobre todo al principio, literatura latinoamericana sobre todo del boom, bueno, dije «esto es lo que quiero hacer» y llegó el momento en que me di cuenta que sí lo podía hacer sin tener que trabajar en otra cosa.

Erick Xavier Huerta: ¿Y qué tan difícil fue publicar la primera novela?

Beatriz Rivas: Pues fue muy difícil porque siempre hubo una tentación cuando te das cuenta que no es fácil publicar en México; es muy difícil, que una editorial te abra las puertas. Siempre hay la tentación de publicarla por tu lado. Dos o tres personas se me acercaron para decirme, si tú le pones unos cinco mil pesos y luego otros cinco mil hasta que tengamos una edición de autor, y bueno dije, finalmente ya que publicó el libro qué voy a hacer, me voy a comer mis libros,— ¿Cómo los voy a vender? Te los puede comprar tu mamá, tu papá y digo, pues amigos, si tienes muchos, qué bueno, puedes vender cien libros y qué haces con los otros novescientos si el tiraje es de mil. Entonces me esperé. Cada vez que alguien llegaba a ofrecerme que me autopublicara, me esperé y me esperé hasta que mandé mi novela al premio alfaguara, la primera novela, la hora sin diosas. La mandé a  premio alfaguara y no ganó pero quedó entre las finalistas; cuando una novela queda entre las finalistas, la editora de alfaguara, la directora editorial la leyó, le interesó y se comunicaron conmigo y me dijeron «pues no ganaste, pero nos interesa publicarlo», en un poco como un golpe de suerte, y eso pasa mucho en el mundo editorial. El tener una gran novela, no necesariamente significa que te vayan a publicar y ejemplos hay muchos. Novelas muy exitosas e incluso, la primera novela de García Marquez, no sé cuántas veces se la rechazaron. El primer manuscrito de Harry Potter, creo que también pasó de editorial en editorial hasta que alguna editorial perdida lo quiso publicar, entonces, no hay recetas que pueda decir, “bueno si ustedes escriben una gran novela, vana  ser publicados”, lamentablemente no es así. Hay un poco, obviamente tiene que ser una buena novela, pero también hay un poco de suerte...



Erick Xavier Huerta: ¿Cuál puedes definir que es el tema de tu obra?

Beatriz Rivas: Híjole, yo creo que hay muchos temas porque de pronto tengo un libro sobre Napoleón, pero yo creo que el tema de mi obra, si pudiera, digamos, haber un hilo conductor entre todas mis novelas, es como la búsqueda de la libertad, sobre todo en mujeres, la búsqueda de mujeres independientes, mujeres seguras de sí mismas, mujeres inteligentes, sobre todo, mi primera novela, ¨la hora sin diosas» habla de tres mujeres maravillosas, Lou Andreas-Salomé, Alma Mahler y Hannah Arendt. Una es escritora y psicoanalista, otra es filósofa; Alma Mahler fue una gran compositora y además fueron esposas, mujeres o amantes de hombres impresionantes, de hombres maravillosos. Entonces es una novela sobre tres mujeres que sí existieron, mujeres históricas y lo que me llamó la atención de ellas era esa fuerza, esa fuerza de creación, esa fuerza de encontrar su propio camino; es salirse de los cánones establecidos para las mujeres, sobre todo, en esas épocas. Si ahora es difícil, salirnos de lo que se supone que tenemos que hacer como mujeres, en esa época era todavía más y de ahí hasta la fecha pues gran parte de mis novelas contienen mujeres fuertes donde no necesariamente estén dedicadas a ellas. «Viento Amargo» es sobre Napoleón Bonaparte y sus últimos años en Santa Elena ya derrotado pero, específicamente su relación con una niña de quince años que se llama Betsy Balcombe, una niña inglesa. Y esta niña también lo que representa en ese momento es a estas mujeres fuertes, aunque la novela es sobre Napoleón. Y mi más reciente novela, publicada, lo que estoy a punto, a punto de recibir la más más reciente, ya la entregué, falta que me la den, ahora sí que en vivo y a todo color; pero la anterior, digamos, la que publique el año pasado, que es «dios se fue de viaje», trata sobre cuatro personajes, dos parejas impresionantes; una es Voltaire y Marie Arouet que fue de las primeras científicas europeas, estamos hablando de mil setecientos treinta, por ahí. Y doscientos años después fue Robert Capa, el gran fotógrafo de guerra y Gerda Taro, que es la primer mujer foto reportera que murió cubriendo una batalla en la guerra civil española. Entonces aunque la novela habla sobre estas dos parejas y va contando sus historias, va saltando de un ciclo al otro, pues son también mujeres como las que siempre me ha gustado retratar, mujeres pues, mujeres fuera de serie, mujeres extraordinarias. Creo que si pudiéramos hablar de eso, es más o menos el hilo conductor, aunque cada una tiene su propio objetivo y su propia historia; incluso «dios se fue de viaje», aunque es sobre estas dos parejas, para mí lo más importante del libro es cómo luchan los cuatro personajes contra la intolerancia.


Erick Xavier Huerta: ¿Y en tu contexto familiar crees que hubo una situación que motivara a que después estés escribiendo ese tema?

Beatriz Rivas: Pues no necesariamente, pero cualquier diría que así como estoy, o como escribo lo que escribo, tuve un padre castrante y horroroso y todo lo contrario, mi historia, al revés, ha sido maravillosa. Es una familia liberal, abierta; pues que nos trataban igual a mi hermano y a mí, y a mi hermana. Sabían que teníamos las mismas oportunidades, la misma inteligencia, el mismo chance, los mismos; que podíamos ser tan exitosos o no, dependiendo de cómo éramos, pero no de nuestro género.

Erick Xavier Huerta: Esa condición, habrá sido parte para que tú te sensibilizaras más sobre lo que está ocurriendo en México.

Beatriz Rivas: Yo creo que sí, definitivamente. Darme cuenta de lo privilegiada que soy, en ese sentido y en muchos otros; y cuando abres los ojos y volteas alrededor te das cuenta que, no sé si el noventa por ciento de las mujeres o más no tienen los privilegios que yo tengo como mujer y como ser humano. Y después lo que ha estado en mi camino, la mayoría de mis jefes han sido hombres, y bueno no me ha tocado hasta el momento ningún misógino, al revés, todos son, han sido hombres que apoyan mucho a las mujeres, todos periodistas y gente muy reconocida. Entonces yo creo que sí, cuando uno tiene el privilegio de, pues de vivir así, tal vez te dan ganas de compartirlo, les decía a los demás, que abran los ojos, la realidad que yo vivo desafortunadamente no lo comparten el resto de las mujeres ni en México ni en el mundo. Hay cosas espantosas que pasan todos los días.

Erick Xavier Huerta: ¿Qué buscas que los lectores sientan al tocar las texturas y los sonidos de tus letras y tus palabras?

Beatriz Rivas: Yo lo que busco es que se sientan adentro del texto; de hecho me encantaría que se sintieran como si estuvieran viendo una película, que puedan ver lo que describo, que puedan ver las escenas, que puedan oler lo que  estoy diciendo, que están comiendo los personajes, que puedan escuchar el sonido, no sé, de un tren que está pasando mientras hablan dos de mis personajes, que se metan en la novela, en la escena, en la historia de los personajes, pero sobre todo, que quieran a mis personajes. O sea, a mí me encanta que se enamoren de mis personajes, o que los odien, dependiendo, no, pero que sientan algo, que cuando cierren el libro, que crean que algo cambió, que hay algo que se les movió y que no sea un libro más en una pila de libros y que digan «hay pues estuvo entretenido». Sí me gusta, o me gustaría pensar que los lectores, que los que están leyendo mis libros, reflexionen, se hagan preguntas, incluso se hagan preguntas sobre ellos mismos, no.




Erick Xavier Huerta: Te has planteado, ó te planteaste en algún momento qué sería si no fueras escritora…


Beatriz Rivas: Sí, pero nunca pude hacerlo por mi voz. Me hubiera encantado ser cantante, pero cantante de rock. No sé, eso sería algo que si hubiera tenido una muy buena voz tal vez me hubiera retirado a lanzarme.

Erick Xavier Huerta: ¿Si no escribes, sientes que te vas a morir?

Beatriz Rivas: Pues no, no creo que sea para tanto. Hay muchos escritores que les gusta decir que «si no pudieran escribir, se morirían..», pero yo creo que nadie se muere si no puede escribir. Porque a parte hay otras maneras de expresarse, yo creo que si un ser humano se aisla por completo y no hay otra manera de expresarse, pues creo que ahí sí te podrías morir. No, me encanta escribir, me chocaría no poder escribir, me molestaría mucho, pero tal vez encontraría otra manera de expresarme, aunque sí es algo que sí me…o sea, hay veces que puedo pasar pues un mes sin escribir y de pronto me empiezan como a tamborilear los dedos, porque ya tengo tantas ideas en mi cabeza que ya las quiero poner por escrito, que ya quiero sentarme frente a la computadora o frente a un papel a garabatear mis ideas, pero tanto así como suicidarme si no puedo escribir, no creo. Hay muchas razones más importantes por las cuales suicidarse hoy en día.

Erick Xavier Huerta: Oye, y en el recorrido de tu carrera, de tu vida, ¿Qué reflexión has tenido sobre el lugar que ocupa; tú qué piensas de qué lugar ocupa la literatura entre las bellas artes?

Beatriz Rivas: Yo creo que es muy difícil poner a competir a las bellas artes, pero, para mí es el medio de  expresión, que más fácilmente llega al público. O sea sí comparamos con la pintura, por ejemplo; para que uno vea pintura pues tiene que ir a un museo, a una galería; en cambio los libros siento que son más accesibles, es algo más cotidiano. Es raro entrar en una casa y no ver por lo menos cinco libros. Desde que el niño va a la escuela, el primer contacto que tiene, creo, con las bellas artes; bueno, obviamente dibujan, pero les enseñas a partir de libros. Es lamentable que después dejen de dibujar y de expresarse por mediante las artes plásticas, pero creo que los libros siempre están más a la mano, de todos los seres humanos. Ahora con internet, google, y esas cosas, pues los que tienen la fortuna de tenerlo, sí es más fácil que entren y puedan estar en el mismo museo ó puedan ver una pieza de danza ó puedan escuchar la música. A mí de las bellas artes, la que más me llega, evidentemente, es la literatura; y en segundo lugar la música, la música también te hace, digo, también te transforma.

Erick Xavier Huerta: Y se escribe…

Beatriz Rivas: Y se escribe, bueno, nada más que es otro código…

Erick Xavier Huerta: Evidentemente aquí hay muchos libros, pero hay un ejercicio básico e interesante, cuando uno va en la clase media, por lo general, luego te sorprendes que no hay libros.

Beatriz Rivas: Eso me impresiona, de hecho, una vez cuando mi hija estaba en el kínder; invitó por primera vez a una amiguita a comer a la casa y entramos a la recámara de mi hija, pues tenía cuatro, cinco años, con la mamá, pues también tuve que invitar a la mamá; y al momento en que entramos a la recámara de mi hija y que vio, tenía yo un librero, según yo chiquito con libros que le he ido comprando a mi hijo, libros para niños, cuentos y me dijo qué bárbara, tú hija tiene más libros en su recámara que yo en toda mi casa. Yo ya no le dije nada, pues no la iba a criticar, pero sí me impresiona cómo la mayoría de la gente lee muy poco. Y el problema es que de lo poco que leen, a veces leen muy malos libros, que siento yo que no aportan nada pues más que un rato de entretenimiento, pero sí, yo no podría vivir sin libros, y como tú dices, lo primero que yo hago cuando entro a una casa siempre me fijo en las fotos que tienen. Hay casas que no tienen ninguna foto y me da una cosa de «qué raro» y sí, y siempre me fijo en los libros; pero no sólo los veo de lejos, o sea voy, no es que sea una metiche, si puedo ver qué libros tienen y trato de ver más o menos qué leen o cómo están acomodados, porque a veces te das cuenta cuando ponen libros sólo de adorno. Entonces sí me gusta ver si leen y qué tipo de lectura eligen y yo creo que eso habla mucho de las personas que habitan esa casa.

Erick Xavier Huerta: Sí, exacto, bueno, es un ejercicio interesante que yo también he hecho y luego me sorprende que la clase que supuestamente está educada y que está en una posición más privilegiada no lee.

Beatriz Rivas: Pues sí porque, la gente que no tiene dinero, tiene la excusa de que pues, un libro, la verdad los libros son caros. En una presentación de un libro, un señor llegó a decirme que si no le podía regalar un libro mío; lamentablemente no tenía, lo único que tenía era el que yo traía que estaba subrayado con mis notas. Me dice «es que si usted piensa comprar un libro, pues de ciento ochenta pesos, puede significar que yo no compre medicinas», o sea, si una persona gana cinco mil o seis mil pesos al mes, no se puede gastar doscientos cincuenta pesos en un libro. Eso significa tal vez, menos útiles escolares, menos comida en la mesa, entonces también es una situación bastante terrible en este país; que los libros son caros y que la gente no gana suficiente para leer en caso de que quieran y les interese leer. Y los que tienen dinero para comprar libros pues no les interesa leer.

Erick Xavier Huerta: O compran los incorrectos.

Beatriz Rivas: Por eso es muy mal negocio ser escritor en este país. Pero bueno, no lo hacemos por negocio, evidentemente.




Erick Xavier Huerta: ¿Temes a la muerte?

Beatriz Rivas: No, no, ahí sí para nada. Más bien temo a la muerte de mis seres queridos. Más que a la muerte, a su ausencia, que viene siendo la consecuencia. Temo más al sufrimiento. A mí no me gustaría morirme después de un año, en una cama, descomponiéndome poco a poco, que cada vez tengo menos funciones. Yo quisiera morirme, primero, como todos los seres humanos, de pronto. Todavía lúcida, todavía más o menos. Si quisiera durar muchos años, porque tengo una hija relativamente pequeña para mi edad, fui madre tardía; entonces, a veces, digo, me tengo que cuidar por ella, pero no me da miedo morirme, no tengo ni idea de qué va a pasar después. No soy creyente, la verdad me da exactamente lo mismo. Pero creo que lo único que tenemos que es la vida, es la única garantía, no sabemos qué va a pasar. Incluso a los que creen , pues pueden creer en lo que quieran, pero nadie puede asegurar qué hay después. Para mí lo importante es centrarnos en vivir la vida y no en pensar o temer a la muerte.

Erick Xavier Huerta: Entonces no rezas…

Beatriz Rivas: Nombre, pues no soy creyente, qué voy a estar rezando…

Erick Xavier Huerta: ¿Tú por qué crees que asusta la soledad?

Beatriz Rivas: Pues yo creo que uno de los factores es que uno no sabe estar bien consigo mismo. Somos pocos los que, bueno, no sé si yo sé estar sola conmigo misma, pero el enfrentarse a nuestros propios miedos o temores o fracasos, asusta. Y cuando estamos en compañía, pues estamos platicando, entonces, te queda poco tiempo para la reflexión; y cuando estamos solos, prendemos la televisión, entonces también estamos metidos en la vida de los otros, y no reflexionamos y no estamos con nosotros mismos.

Erick Xavier Huerta: Es que, irónicamente escribir es el oficio más solitario que puede hacer el hombre, pero al mismo tiempo, te aisla a mitigar ese padecimiento.

Beatriz Rivas: Sí, exactamente. Sí, porque estás, pues sí estás pensando igual es escribir otra cosa, aunque siempre escribes estás tú ahí, y estás reflexionando en tu vida, aunque estés escribiendo sobre personajes históricos.



Erick Xavier Huerta: ¿Cuál crees que es el libro que destaca más tu obra?

Beatriz Rivas: Híjole, yo creo que estaría entre el primero y el que hasta ahora es el más reciente. Entre «la hora sin diosas» y «dios se fue de viaje». Creo que los dos son como los que más representativos de la literatura que yo quiero conseguir todavía, no lo logro, siempre estoy buscando más y más y también de los más representativos, de mis inquietudes y de quién soy yo.

Erick Xavier Huerta: ¿Qué haces para recuperar la inspiración?

Beatriz Rivas: Me siento frente a la computadora; o sea, cuando normalmente yo escribo aunque no esté frente a la computadora. Ahorita estoy escribiendo una nueva novela que empecé hace un mes y todo el tiempo estoy pensando en ella, aunque no me veas escribiendo, de repente tomo notas o hago anotaciones para que no se me olvide algún personaje. Estoy todo el tiempo pensando en la novela. Pero si siento que me estoy secando; lo que hago pues es sentarme frente a la computadora y empezar a escribir aunque no quiera o revisar lo que ya llevo, aunque sean tres cuartillas. Ir corrigiendo cositas y de ahí ya mantenerme fijo.

Erick Xavier Huerta: ¿Te preocupan los prejuicios, los juicios, los premios?

Beatriz Rivas: Pues, yo creo que sí es agradable recibir un premio, siempre es como un apapacho, como un cariño, un reconocimiento es, ahora depende también el premio, no. Entonces es un premio de verdad, un premio no manipulado; yo creo que a cualquier escritor le gusta recibir premios. Pero bueno, finalmente uno no escribe para eso, o sea, o por lo menos yo. Yo no digo «a ver, voy a escribir un libro para tal premio, de tal tema porque sé que es el tema que les gusta en ese tipo concursos». Yo escribo lo que tengo que escribir, lo que siento. Si algún día recibo un premio, qué bueno; no te voy a negar que no me gustaría, pero si no, pues tampoco pasa nada, o sea, yo voy a seguir escribiendo sin premios e incluso sin lectores; ojalá que nunca me dejen de leer, pero si algun día se me acaban los lectores, pues tal vez publicaré menos libros. Mis ediciones serán más chiquitas pero espero seguir escribiendo siempre.

Erick Xavier Huerta: ¿Cuál es el recuerdo más bello que tienes de tu carrera profesional?

Beatriz Rivas: Hay dios mío, ahorita no se me ocurre ninguno. Pero yo creo los mejores recuerdos son a partir de mis lectores, de las cartas, bueno cartas eh, me volví a la época de los dinosaurios; de los correos electrónicos que recibo, de todo lo que me escriben en facebook, porque sí hay lectores que me dicen «es que me cambiaste la vida o me hiciste reaccionar, o me conmovió», entonces, esos son mis mejores recuerdos de mí. Aunque también hay momentos, ahorita que estoy pensando más, momentos no tanto de cuando he tenido que publicar, sino momentos frente a mi computadora escribiendo, no, sobre todo en los viajes. A mí me gusta muchísimo viajar; creo que es una de mis pasiones. Entonces poderme llevar mi computadora cuando estoy a la mitad de una novela, tener un cafecito, poner la computadora a la mesa, pedir un café o pedir un whiskey que es uno de mis vicios y ver un río o un paisaje y estar escribiendo y estar como a gusto conmigo misma, tomándome una copa y sabiendo que estoy creando una nueva obra, una nueva novela; eso también es como muy reconfortante.

Erick Xavier Huerta: ¿Qué recomiendas a los jóvenes que han descubierto su destino en la literatura como escritores?

Beatriz Rivas: Les recomiendo que no cesen, que no se dejen derrotar por todas las circunstancias, porque finalmente, ser escritor es muy difícil. Es una carrera de la que no van a vivir. Pueden vivir dando clases de literatura, dando talleres literarios, escribiendo en medios de comunicación, pero lo básico que es escribir libros, de cuentos, de novelas, de lo que quieras, se gana muy poquito, una vez que logras publicarlo y el camino para publicarlos, es verdaderamente difícil. Yo doy talleres literarios desde hace muchos años ya; tengo ahorita cuatro grupos a la semana, o sea, han pasado pues, por este estudio, muchos, pues muchos estudiantes, muchos talleristas y relamente los que logran publicar somos menos. Porque primero es la paciencia, la tenacidad para escribir un libro, saberlo escribir, escribirlo, y ya que lo tienes, tocar puertas en editoriales que normalmente a veces ni te reciben, a veces te reciben y nunca te dicen si les gustó el libro; a veces no te contestan, a veces ni te dicen que sí: o mandar tus manuscritos a premios a veces que al final ganas alguno, pues sí es una carrera cuesta arriba. Sí es una carrera bellísima, pero sí tienen que tener mucha pasión, mucha paciencia, un poco de suerte y bueno, pues…

Erick Xavier Huerta: Oye, te pregunté hace unos momentos cuál era tu recuerdo más bello en tu carrera profesional, pero ¿Como mujer cuál es el recuerdo más bello que tienes?

Beatriz Rivas: Te voy a contestar desde un lugar común que las mujeres que somos mamás, pensamos lo mismo, pero de mis recuerdos más bellos , son los recuerdos con mi hija; bueno, también con mi marido. Mi marido también es escritor, duramos vientiún años juntos y estoy llena de buenos recuerdos de mi marido, y ahorita que estoy diciendo, pues también de mi infancia. Como decía hace rato, creo que sí soy una persona muy afortunada. Pues toda mi vida ha sido, no sé si el noventa por ciento o el noventa y cinco por ciento de vida son bellos recuerdos. Me encantaba ir a la escuela, me encantaba la familia que tenía, que todavía la tengo pero me refiero a mi infancia. Tuve papás maravillosos, tengo papás maravillosos. Entonces realmente todos mis recuerdos personales, la mayoría son extraordinarios.

Erick Xavier Huerta: Habría algún consejo que pudieras dar a las mujeres…

Beatriz Rivas: ¿En general, o de qué?

Erick Xavier Huerta: Sí, en general.

Beatriz Rivas: Yo creo que las mujeres, en general les podrías decir, va a sonar medio feo, pero que se parezcan un poco a mis personajes. Que tal vez yo creo que por eso escogí esos personajes, porque también me quiero parecer a ellas, que sepan cuál es su camino, su meta, que puede ser la que sea; no tiene que ser nada grandioso, pueden ser buenas mamás, cocinar bien, que haya armonía en su casa; o sea, grandes empresarias, lo que sea. Que sepan lo que quieren y lo que dije hace rato, que no dejen que nada se interponga, que caminen con seguridad, que no se dejen guiar por esas imposiciones sociales de lo que se supone que debe ser una mujer, o lo que no debe hacer una mujer, que traten de ser independientes, que traten de ser libres.

Erick Xavier Huerta: ¿Habría algo que aconsejarías también a las jóvenes, o a las niñas?

Beatriz Rivas: Yo creo que lo mismo. Que no se comporten como se supone que se espera que se tienen que comportar una mujer. También le diría algo similar a los hombres, o sea, en general, a los seres humanos. La sociedad nos impone muchas reglas, normas. No digo que vayan por el mundo rompiendo las normas, sino que vayan por el mundo siendo lo que creen que tienen que hacer, ser escritores, ser ingenieros, ser arquitectos, sin dejarse convencer por estos, el típico papá que le dice a su hijo que quiere ser músico, «nombre, cómo músico, tú estudia para contabilidad, o estudia para arquitectura porque eso te deja dinero», bueno si él quiere ser músico, que sea músico; vaya, que encuentren su camino. Finalmente, pues si no te dedicas a lo que te gusta y que disfrutas, lo más probable es que seas muy infeliz.

Erick Xavier Huerta: ¿Cómo describirías tú, la evolución que has venido teniendo como escritora?

Beatriz Rivas: No sé si he evolucionado. Ojalá que sí (ríe). Para mí la escritura, no la veo como evolución. Yo lo veo como algo distinto, como si fuera un juego distinto, un juego nuevo, una aventura diferente. No sé si mi escritura ha evolucionado. Creo que sí tengo ya mucho más facilidad; o sea, ya no me atoro tanto en las frases, pero sigo buscando, con cada libro veo, no sólo es el tema que me importa sino lo  que acabas de hacer es una propuesta literaria, no distinta, no innovadora porque es muy difícil innovar en la literatura, pero por lo menos que en mis libros, en cuanto a manera de escribir no se parezcan, uno al anterior.

Erick Xavier Huerta: Y crees que la expectativa de tus lectores ha cambiado sobre tu obra…

Beatriz Rivas: Yo creo que sí, a partir de que publiqué precisamente, «amores adúlteros». Creo que mis primeros tres libros, antes de «amores adúlteros», eran tal vez más serios y «amores adúlteros» era más un juego, y un primer libro sensual, provocador, pues el tema es muy provocador, entonces creo que quienes leyeron amores adúlteros, antes de leer el resto de mi obra, esperan siempre que haya libros así, candentes y, o sea, yo creo que sí quieren, de hecho muchas veces han venido por un libro que escribí en co autoría con Federo Traeger; nos han pedido que sigamos escribiendo sobre esos temas.

Erick Xavier Huerta: Justamente el primero surgió de que Federico Traeger vive en Houston…

Beatriz Rivas: Vivía, ya vive en México…

Erick Xavier Huerta: Ah, ok, pero vivía en ese momento y tú le revisabas unos cuentos y de ahí empezó a surgir una dinámica donde prácticamente empezaron como a construir esta historia en la distancia…

Beatriz Rivas: Exactamente, sí, así empezó «amores adúlteros».

Erick Xavier Huerta: Y la primer entrega es una entrega donde los personajes son muy simples, no hay escenarios muy concretos, muy dibujados; simplemente son, pues sujetos, él y ella…

Beatriz Rivas: Son como instantáneas, como fotografías desordenadas de una relación amorosa adúltera. Y habla la segunda parte, que es la que se acaba de salir en edición de bolsillo, porque sí es una novela que ha tenido mucho éxito, ya tiene su sello de «best seller». Esa segunda parte ya es una novela más formal, digamos, la primera parte ni siquiera es una novela; yo creo que sí es una novela, sí hay un principio y un final, o sea sí cuenta una historia de los personajes pero no la cuenta de la manera en que cualquier lector espera. En la segunda parte ya es un poco más, formal más tradicional el formato; y entre las dos, pues sí, se cuenta esta historia entre él y ella que son los personajes que están casados, bien casados; son relativamente felices, que no tienen problemas. Que se reencuentran después de años, que fueron novios en alguna época, y no pueden resistirse a esta pasión, a esta química, a este amor.

Erick Xavier Huerta: Pero viene la segunda parte de un reclamo de los propios lectores, de que querían la segunda parte porque se quedaron insatisfechos con la primer entrega…

Beatriz Rivas: Sí. Realmente la escribimos. Yo no estaba muy de acuerdo y la escribimos porque sí había muchos lectores que nos decían «bueno, y, qué pasa, o sea, qué es esto..» y Federico tenía muchas ganas de seguir escribiendo y me empezó a insistir y me mandó hasta las primeras páginas, que dije, bueno, pues va.

Erick Xavier Huerta: Pero, ¿Por qué determinaron ahora sí construir bien los personajes y presentar los nombres?

Beatriz Rivas: No no hay nombres. Él sigue siendo él y ella. Salen los nombres de sus parejas, eso sí. Sí porque iba a ser muy difícil; en la primera sólo hay una ella; imagínate ya con más personajes, ni modo que fuera un él, él dos, y el tres; y la verdad porque así salió eh. Este experimento de escribir a cuatro manos, se dio de manera muy natural, o sea, no había mucha planeación. No decíamos te toca esto a ti, esto a mí y fue como muy natural, y de hecho, voy a aprovechar para hablar de la novela que sale ya, yo creo que me la entregan en quince días y estará en librerías, espero en octubre. Es una novela que se llama “fecha de caducidad” y esta vez la vamos a publicar entre tres escritores; o sea, es una novela escrita a seis manos, con Armando Vega Gil , el fundador de botellita de jerez, músico y también escritor y con una gran periodista que nunca había escrito, y esta es su primera edición que se llama Eileen Truax; entonces pues es un experimento que salió así de la nada, o sea, yo nunca me junté con Federico para decir «vamos a escribir una novela», es como tú dijiste, un intercambio de mails que de pronto me di cuenta que ahí había una novela.

Erick Xavier Huerta: Aunque bueno, toman una parte de su vida como punto de partida para narrar esta historia, que ustedes habían sido novios en preparatoria y más o menos los personajes van por ahí…

Beatriz Rivas: Sí, no se lo recuerdes a mi mamá, porque, yo tenía dieciséis y él tenía veintitrés y mi mamá se colgaba de las lámparas porque me llevaba, bueno me sigue llevando, seis, siete años en esa época era mucho.

Erick Xavier Huerta: Oye, la primer parte es de la pasión, del amor que surge y luego pasan seis años y en la segunda abordan donde ya se merma el amor…

Beatriz Rivas: No cuentes el final para que lean la novela.

Erick Xavier Huerta: Esto me recordó una frase de André Breton que hablaba de la casualidad electiva, donde el deseo y el azar se combinaban, es más o menos esto…

Beatriz Rivas: Y eso no sólo en el amor, hace rato que me preguntaste cómo inició esta historia. Pues es una de las cuestiones donde el deseo y el azar se combinan.

Erick Xavier Huerta: Comienzas con varios epígrafes, de Oscar hay dos grandes tragedias en la vida, «encontrar al ser amado y perder al ser amado».

Beatriz Rivas: Es un genio Oscar Wilde.

Erick Xavier Huerta: Y bueno, y también, pues una frase fatídica, que al mismo tiempo los dos dicen sin ponerse de acuerdo, y después de un largo suspiro «hay en qué amor nos fuimos a meter».

Beatriz Rivas: Pues yo creo que esa frase refleja lo que son los dos libros, dos personas que se reencuentran o que se encuentran, porque no todos los adulterios vienen de relaciones pasadas; muchas veces que se ven, que ves a alguien, no sé a ustedes o a ti te ha pasado, que ves a alguien y dices «dios, estoy así de meterme en un gran problema, nada más por ver a una persona». Entonces, y sabes que te vas a meter en un problema, sabes que estás bien casada o bien casado; sabes que tienes hijos, que tu vida está en armonía, que no tienes; porque es muy fácil cuando uno tiene un adulterio, «pues claro, es que mi esposa ya no me pela, ya no me quiere o es que mi esposo me golpea, me trata mal y por eso me fui con…», no aquí por eso quisimos hacer una pareja, dos parejas, digamos que están muy bien y el encuentro, pues sí resulta maravilloso y fatal al mismo tiempo. Dicen, «no debo dar un paso más, me voy a meter en un gran problema y sin embargo ahí vas». Y lo chistoso es que eso le ha sucedido a muchísima gente, obviamente nadie lo dice, pero a partir de que escribimos estos libros, no sabes la cantidad de lectores que nos han escrito a Federico y a mí. Nos siguen escribiendo después de no sé cuántos años que publicamos la primera edición, contamos nuestras historias; es bueno, tengo yo el mismo tema, una tía cuyo nombre no voy a decir, yo la veía como mi tía pero cuando leyó el libro, un día se acercó, obviamente es secreto me dijo «parece que ese libro lo escribiste a partir de que me has estado espiando en los últimos diez años». La cantidad de gente que ha tenido un amor adúltero, obviamente escondido, y que a partir de que ha leído el libro nos cuentan sus experiencias, es impresionante, o sea no te imaginarías, cuando dicen que estás en una encuesta, «nombre, cuatro de cada diez mexicanos, o cada tres mexicanos le ponen los cuernos a su esposa», la verdad yo no me creo esas encuestas.

Erick Xavier Huerta: Oye, ¿Crees que el amor empieza a herirse cuando ya lo ves completo, cuando tienes el panorama completo del amor?

Beatriz Rivas: Pues tal vez lo que se empieza a herir es el deseo, más que el amor. Si el amor sí es amor, yo creo que sí se merma; la vida cotidiana te va mermando un poco el amor, pero si realmente lo piensas a partir de que lo ves completo, pues lo tienes que seguir queriendo, si es que no lo querías o si es que no lo conocías.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Desde la Cuna de la Independencia: «Cuarta Transformación»

Puede ser Trump. Puede ser Harris. Pronto viene la definición.

Reflexión y acción: Día Internacional del Migrante en Nueva York