ÓSCAR DE LA BORBOLLA
Archivo: Publicado en marzo 2016
Capítulo 117-la entrevista del Maestro Erick Xavier Huerta con el Maestro de las letras, Óscar de la Borbolla, abordando su carrera, su vida, su trabajo dedicado a las letras, a la literatura, soñando tanto, tanto, que se olvida uno de la realidad.
ÓSCAR
DE LA BORBOLLA
Hombre de palabra, hombre bien hablado, hombre que
es experto en la creación literaria; él ha soñado tanto, tanto, que ya no es de
aquí. Él es Óscar de la Borbolla. El maestro Óscar de la Borbolla, estuvo aquí
en el foro de «opinión y libertad» y platicamos con él. Hablamos sobre su obra,
sobre Cervantes, y sobre la política nacional. A continuación, nuestra
conversación exclusiva con el maestro Óscar de la Borbolla.
Erick Xavier Huerta: Agradezco que esté participando en este foro al poeta, ensayista,
escritor, conferencista Óscar de la Borbolla, muchas gracias por estar aquí.
Erick Xavier Huerta: Estamos en este marco de la feria del libro en Cortazar Guanajuato, la
décimo novena que se hace dedicada a Cervantes, y usted trae también una
conferencia que aborda la figura de Cervantes.
Óscar de la Borbolla: Así es, hace un momento pude platicar con un grupo muy nutrido, de
personas que sobre todo se veían luminosas por las expresiones, inteligentes,
sagaces; captaban bien los giros irónicos que a veces empleo. Y lo que traté de
ofrecerles era una versión desmitificada de muchos personajes de la historia
que tenemos realmente endiosados. Traté de mostrarles un Sócrates humano, un
Platón humano, un Descartes humano; y sobre todo un Cervantes, porque más allá
de este genio que es el que armó una literatura que no ha logrado ser superada
en nuestra lengua, pues también una serie de adicciones, de problemas; les comentaba
este incidente que por andar desviando fondos de su trabajo como recuadador de
hacienda terminó en la cárcel de Sevilla, en donde justamente comenzó el
quijote. Entonces, hay que dimensionar a los autores, justamente, para que en
lugar de ponerles una coraza que nos haga sentir muy distantes, vean que son
gente de carne y hueso, como cualquiera de nosotros y eso facilite, la
aproximación, porque, siempre he pensado que los puentes deben de construirse
desde las dos orillas, y a veces cuando nada más se levanta el puente de una
orilla, termina cayéndose con su peso. Pero si a Cervantes se le humaniza y a
los jóvenes se les sensibiliza, es posible que haya un punto de conexión en que
terminen leyendo a una de las obras fundamentales de nuestra lengua.
Erick Xavier Huerta: Exacto, que se pueda generar una mayor proximidad con los lectores,
porque esta santificación que ocurre en este tipo de autores que han
trascendido y que influencian mucho la narrativa hispanoamericana, pues se
alejan porque piensa uno que no lo va a poder comprender en su totalidad.
Óscar de la Borbolla: Sí, mira, con Cervantes…
Erick Xavier Huerta: Y ya
impones una barrera, anticipadamente.
Óscar de la Borbolla: Eso es. Cervantes es un autor que en su tiempo, fue comparado para competir
con Shakespeare y se cuantificaron los vocablos que utilizaban uno y otro para
ver qué tan rica era la lengua española frente a la inglesa; entonces tiene un
vocabulario amplísimo. Sin embargo, cuando uno lee a Cervantes, no hace falta
acudir al diccionario, no obstante que está uno recibiendo una cantidad de términos desconocidos, y eso lo que se
explica es que es tan buen escritor que en el contexto donde le mete las
palabras, las otras iluminan el significado de una palabra muy difícil, y uno
lo puede ir leyendo aprendiendo vocabulario sin necesidad de estar consultando
el diccionario como ocurre, con autores que por meter mal, con calzador las
palabras, luego necesita uno voltear a ver el diccionario a ver qué trato de
dar a entender. Cervantes, en cambio, pese a su universo léxico enorme, es rara
la ocasión, en que uno tiene que ir al diccionario; y eso que hay, incluso
pasajes, del español antiguo..
Erick Xavier Huerta: De ahí viene la genialidad de Cervantes, y la importancia en la
literatura, incluso Carlos Fuentes lo leía cada semana santa para enriquecerse
nuevamente de toda esta cultura de letras.
Óscar de la Borbolla: Sí, es que es un autor al que hay que volver. Hay volver a todos los
clásicos. Y volver un poco con esta actitud confianzuda de quien se encuentra
con un compañero, un amigo, un colega, y de un maestro que está cerca, que no
es de esos que se llenan de oropel y se vuelven ásperos. Justamente el libro
principal de Cervantes, este famoso don quijote Hidalgo de la Mancha es una obra
tan divertida, tan atractiva, tan simpática. Es una obra cómica, en el fondo
uno se la pasa muy bien.
Erick Xavier Huerta: ¿Cómo se dio este primer acercamiento con la obra de Cervantes en su
vida?
Óscar de la Borbolla: Mira, yo tuve un muy mal acercamiento con el libro, porque me fue
impuesto por los profesores de secundaria, en una época en la que yo lo que
quería era otra cosa por completo, y casi me vacunan contra la lectura. Estaban
convencidos y tenían razón de que es el mejor autor de la lengua española, pero
imagínate si yo hubiera sido un bebito y hubiera estado en manos de unos
dietistas, que supusieran que el mejor alimento de toda la cocina mexicana es
el mole porque tiene cuarenta ingredientes, y le hubieran metido la mamila.
Entonces, obviamente, como bebito me habría empachado, y cuando tan
tempranamente me acerqué a Cervantes, sin tener la madurez, la sensibilidad
desarrollada, pues recibí un impacto que me hizo desertar y me pareció odioso.
Lo dejé abandonado mucho tiempo, y cuando terminé la licenciatura en filosofía,
dije tengo una deuda pendiente, y ya cuando obtuve el papel de aprobado el
examen de licenciado en filosofía, me puse como premio leer al quijote, y me
pase una semana verdaderamente maravillosa. Yo había escrito mi tesis de
licenciatura sobre Homero, la muerte en Homero, y está familiarizado con
personajes muy bruscos, muy vandálicos; Odiseo, Ayax, todos ellos eran
tremendos, y cuando me encontré a este héroe simpático, acompañado de un tarugo,
que iba diciendo refranes y que se iban metiendo en una serie de complejidades
y complicaciones. Y llegué al pasaje aquél, extraordinario en el que, se
supone, que Dulcinea, pues es una campesina tosca de la zona del Toboso, se
llama Alonsa Lorenzo, y el Sancho le dice «es que es horrible», y además es una
prostituta. Y entonces, un maloso que anda por ahí, los convence de que está
encantada, y de que la manera de desencantar a Dulcinea, para quitarle esa
apariencia horrible es darle cuarenta azotes a Sancho en las posaderas,
entonces ahí viene una frase preciosa que dice “y qué tienen que ver mis
posaderas con encantamientos”. Es de verdad muy simpático el texto del quijote.
Lo leí en esa época, y luego no lo he leído así cada año, qué horror de Carlos Fuentes.
Yo lo volví a leer recientemente, justo para volver a conectarme con otro
aspecto de la obra que siempre me ha llamado mucho la atención, el que haya
jugado con esa auto referencia. Por ejemplo, hay un momento en el que,
Cervantes que es simplemente el transcriptor del manuscrito que se supone que
se encontró en Zaragoza y el está un poco parafraseándolo para podérnoslo
entregar. Está haciendo su trabajo de transcriptor y le falta una hoja;
entonces suspende y avisa, saca la cabeza Cervantes y dice «me falta la hoja»,
se va por allá a caminar a un mercado de pulgas, ahí la encuentra en un puesto,
la compra y ya continúa el quijote. Este asomo de Cervantes, o el momento por
ejemplo, en el que, al principio del segundo tomo cuando llega a Sancho Panza y
le dice, «oh mi señor aquí hay un libro donde hablan de nosotros»; lo trae el
bachiller Sanzón Carrasco que lo editaron en no sé dónde. Dice el quijote,
revisándolo, «ah, caray, esto ha de ser cosa de encantamiento». Estas vueltas
de tuerca de auto referenciales me interesan mucho en la literatura, por mi
propia obra, y fui justamente al lugar donde se iniciaron; de hecho las
estrategias narrativas de Cervantes, creo que es una mina de oro para todos los
escritores, porque ahí están prácticamente todos los recursos que actualmente parecen novedad y se lanzan así
como bombo y platillo. Y la verdad es que muchos, sino que todos, están ya en
el quijote.
Erick Xavier Huerta: Usted cómo se auto define más como escritor, ¿Le gusta construir más
cuentos, novela, ensayos?
Óscar de la Borbolla: Mira, estos tres géneros que me acabas de mencionar, pues me he
desarrollado en todos. Tengo varios libros de cuento, «dios se juega a los
dados», «asalto al infierno», «ucronías»
Erick Xavier Huerta: ¿Pero hay un género en particular que le llama más la atención?
Óscar de la Borbolla: Novelas, tengo también un montón, «nada es para tanto», «el futuro no
será de nadie», «la vida de un muerto» y en ensayo tengo también mucho, “filosofía
para inconformes”, “la rebeldía de
pensar”, ahora mismo estoy entregando en la revista «Sin embarg.mx», un
artículo semanal, en una columna que lleva por título “el oasis de la
insignificancia”, y son ensayos filosóficos, de filosofía muy próxima a los
problemas cotidianos porque me interesa esa clase de filosofía. Los tres
géneros que mencionas, casi los he manejado todos; el único en el que deserté,
afortunadamente, fue en la poesía, ahí nada más tengo un poemario; debería
tener muchos, pero los tengo escondidos, a buen recaudo, como diría Cervantes,
y creo que me muevo bien en los tres, me siento a gusto.
Erick Xavier Huerta: Ok, porque hay escritores que sí prefieren escribir cierto género, por
eso le pregunto.
Óscar de la Borbolla: Lo que pasa es que depende de lo que …
Erick Xavier Huerta: Pero, por supuesto que desenvolverse en todos los géneros tiene su
encanto.
Óscar de la Borbolla: Mira, después de haber escrito «las vocales malditas», amarrado con las
piernas y echando una carrera de gran velocidad, este texto que está escrito con
una sola vocal, cada cuento, a la cantata a Satanás, Abraham amaba a Sara cada
mañana clara….
Erick Xavier Huerta: Esa es una gran obra, con mucha relevancia, ¿Usted esperaba que tuviera
tanto impacto?
Óscar de la Borbolla: Pues yo sí me lo esperaba, pero los demás cuando la vieron no lo
creyeron. Y fíjate que hay una cosa curiosa. Las vocales malditas, yo la
presenté en todas las editoriales, y de todas, me fue rechazada. Y la primer
edición fue edición de autor, ya luego me la publicó Joaquín Mortiz en la serie
del volador, y actualmente está publicada en «pinguin random house» y ha
vendido, no sé, creo que voy por los trescientos mil ejemplares y ha sido
acogida por la crítica de una manera formidable, y tengo el gusto, que eso sí,
ni en mis peores sueños así delirantes, pude haberlo concebido, que me la
tradujeran, respetando el monocalismo de los cuentos. Está traducido «las
vocales malditas» al italiano; entonces eso sí me dejó pasmado. Era un gran
traductor el que se empeñó en esto, y tengo estos gustos con las vocales.
Erick Xavier Huerta: ¿Cuál considera que es el tema de su obra?
Óscar de la Borbolla: Yo creo que la rebeldía, la inconformidad; esos son así como los
pilares que sostienen, y ya luego los barnices que es el humor negro, un clima
erótico, mucha intriga, mucha acción, pero lo fundamental es que aquel que me
lee lo que toma de mí, espero, supongo, es una sensación de que las cosas están
mal, y que no hay que conformarse con lo que está. Justamente la literatura
creo que sirve para levantar un mundo, y luego compararlo con el mundo en que
vivimos, y poder tener, gracias a este contraste, un señalamiento de decir
«esto anda mal», «esto puede mejorarse»; es algo que hago para que la gente se
inquiete.
Erick Xavier Huerta: Ok, provocar.
Óscar de la Borbolla: Provocar para que despierten.
Erick Xavier Huerta: Y en esto que usted está mencionando, en su deber, en su compromiso
como pensador, ¿Qué nos puede decir de toda esta época donde vivimos décadas de
un autoritarismo?, Donde se aplazó la democracia, en muchos escenarios de libre
pensamiento, que se convirtió además, forjado y además emprendido por un
partido que eliminó la competencia, que cooptó las fuerzas y que nació para no
compartir y ya no entender este sentimiento de compartir el poder, ¿Cómo usted
ha reflexionado este momento donde ahora la corrupción se vuelve parte del
sistema?— Y ya no tenemos una alta política, la narrativa es de corromper, la
moralidad necesita de un cambio de narrativa al igual que la política, ¿Qué
usted nos puede decir para poder tener en cuenta las acciones que debemos hacer
para cambiar la narrativa en ese sentido y ya no estar sujetos a esta narrativa
donde la alta diplomacia se ha corrompido por completo, donde se pregona más el
odio y la violencia?
Óscar de la Borbolla: Uy, mira, me haces una pregunta verdaderamente complicada. Yo era joven
en el ‘68, estaba en la preparatoria número cinco; participé en el movimiento
estudiantil, no fui de los líderes más destacados que formaron el consejo
general de huelga, pero sí estuve ahí como uno más de los jóvenes inquietos que
nos tocó esa época, y de ese monolitismo político en el que solamente estaba,
pues el PRI. Y luego ver, por ejemplo ya más maduro, unos años más adelante, cómo
la candidatura de López Portillo fue lo mismo, lanzada por el PRI, por el PPS,
por el PAN, por el PARM, unos partidos que ya ahora no existen. Todos los
partidos lanzaron un único candidato. De ese entonces, al esfuerzo, de
democratización, que se hizo para desprender el órgano electoral de ser un
apéndice de la secretaría de gobernación y crear un órgano ciudadano para que
se independizara, pues fue un esfuerzo de muchas décadas. Creo que, desde el
punto de vista legal, ahora existe un instituto nacional electoral, legalmente
formidable. Lo que pasa es que las trampas, las marrullerías, las compras de
los votos, los dineros metidos, hacen que un aparato legal casi perfecto, sea
finalmente corrompido. Entonces, el resultado, por el lado legal, se ha avanzado
mucho; la democracia ahora tiene una especie de abanico de opciones. Los
partidos políticos efectivamente presentan candidaturas distintas, más en este
cinismo de los años anteriores. No hay un sólo partido que sabe que va a ganar.
Pero lo que pasa es que, a pesar de esto, lo que termina ganando es la cantidad
de dinero que se invierte. Entonces…
Erick Xavier Huerta: ¿Esa es la desgracia del capital?
Óscar de la Borbolla: Por donde le vengan, por donde le vengan los recursos, es el que gana.
Porque, o compra el voto directamente, o tiene la suficiente capacidad de
penetración a través de la publicidad para doblegar la opinión pública. Entonces es tristísimo, y si por el
otro lado vemos cómo se ha dio corrompiendo todo, y la posibilidad de disentir
es nula porque si hay un periodista que destaca y muestra las asquerosidades
que hay y es inmediatamente destituido, pues hay muy pocas opciones. Entonces,
como que la inconformidad se ha ido a unos lugares muy raros, como son las
redes sociales, donde de pronto tenemos un termómetro de cómo es que se está
sintiendo la gente. En fin estamos en una época muy complicada, muy distinta en
la que me tocó como joven, pero no necesariamente mejor que la que me tocó como
joven. Creo que, aunque han mejorado las cosas formalmente, legalmente, en la
práctica seguimos en un país rico en recursos, con la mitad de la población en
la miseria; eso es una paradoja más allá de quién gobierne o quién no, es el
fracaso completo de un sistema, del sistema mexicano.
Erick Xavier Huerta: ¿Y usted pensaría que sí se requiere de este movimiento de candidatos
independientes para presionar a los partidos a que se renueven?
Óscar de la Borbolla: Mira, yo no sé mucho, pero ya sé suficiente como para desconfiar de
todo. Las candidaturas independientes se podrían prestar también a muchas
cosas. Qué bueno que de pronto surja un candidato independiente. Ojalá hubiera
personas decentes, no importa si están en un partido, o están sueltos, lo malo
es que de esas en el campo de la política no conozco.
Erick Xavier Huerta: Y qué piensa de la labor que deben hacer los partidos políticos como
instituciones para limpiar sus plataformas y que verdaderamente se renueven
para ser instrumentos que sí sirvan a la sociedad.
Óscar de la Borbolla: Mira, te tengo que contestar con una respuesta obvia, ojalá se
democratizaran internamente, porque cada una tiene su cúpula que los gobierna,
pero la verdad no sé.
Erick Xavier Huerta: ¿Algo más que quisiera agregar?
Óscar de la Borbolla: Pues que soy un escritor, que me interesa el mundo de la fantasía, que
me he pasado toda mi vida estudiando filosofía, leyendo literatura con la
intención de contagiar gracias a mi obra a alguien para que se interese por la
lectura, porque la gente que lee, no necesariamente es mejor, desde mi punto de
vista moral, pero sí es mejor desde el punto de vista humano.
Erick Xavier Huerta: ¿Y qué le recomendaría a los jóvenes que nos están viendo, que quieren
ser escritores, pero se desencantan por una cuestión económica, obviamente?
Óscar de la Borbolla: Pues les diría lo que me dije yo a mí mismo, cuando me dijeron «te vas
a morir de hambre», porque yo estudié mi primer año de licenciatura en
administración de empresas, y luego me cambié a filosofía, y luego ahí en la
filosofía todavía me cambié a un área menos probable de sobrevivir que era la
de poeta. De todos modos me iba a morir de hambre, ahora ninguna carrera
garantiza que no se van a morir de hambre, Entonces están en un momento muy
bueno para poder ser auténticos y elegir lo que realmente quieren, de todos
modos se van a morir de hambre.
Erick Xavier Huerta: Oiga, y una persona en su familia que haya sido clave para impulsarlo a
tomar esta carrera de las letras.
Óscar de la Borbolla: Pues mi hermana, mi hermana Ligia, ella fue, me llevaba siete años de
diferencia, y leía; yo la veía, la imité, luego ella escribía y yo escribía.
Realmente fue fundamental en mi formación. A ella le debo este gusto que tengo
por asomarme a la poesía, y asomarme además a poetas que hoy son del todo
desconocidos, como Esperanza Zambrano,
«Oh luna madre perla de eróticos efluvios
que forja insinuaciones en íntimas neurosis.
Y por deshabitado el corazón cavila
un suicidio de luna y amor a fuertes dosis.»
—«Este tipo de poema que es verdaderamente
churrigueresco en la capacidad de sus metáforas, se lo debo a mi hermana,
aparte de deberle muchas otras cosas más.»
Así el honor de escuchar
las palabras de un respetuoso comprometido con las letras, finalizamos nuestra
conversación.
Comentarios
Publicar un comentario