«BECA»


«BECA»



En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero.

Beatriz Escalante es una mujer de distintas facetas, estudió pedagogía y tiene un doctorado en ciencias de la educación; tiene muchísimas novelas, libros, ella es cuentista, filósofa, poeta, editora. Es una mujer ejemplo de las letras para México, y además es una gran embajadora de la literatura mexicana. Platicamos con ella en el foro de «opinión y libertad». Incluso ha tenido muchos homenajes, entre ellos la creación de la biblioteca «Beatriz Escalante», donde está toda su obra completa. La tuvimos aquí, en hora buena, en “uno por uno”, y esta es la conversación:

Erick Xavier Huerta: ¿Cervantes es uno de tus autores preferidos? Bueno, sé que es un autor de cajón para todo escritor, pero cómo se da tu primer acercamiento con Cervantes.

Beatriz Escalante: Pues de una forma justamente literaria. Mira yo tengo una novela que se llama «júrame que te casaste virgen», y es una novela que ha tenido mucho éxito; le ha ido muy bien porque, por un lado, el público lector normal me dice «hay la leí en una noche, y qué divertido, me la leí en dos tardes», y yo siempre contesto “hay yo me tardé tres años en escribirla. Es una novela que presenta todos los registros de contar narrativa en el siglo XX. Cascada de rosas narrativas, un narrador intra—diegético, extra—diegético, monólogo interior, registros epistolares, que son estas cartas. Tú te acuerdas la famosísima novela de “Drácula”, de Bram Stoker; lo que tenía es que todo estaba contado a través de páginas, de cartas que se enviaban los personajes. Cuando yo decidí escribir “júrame que te casaste virgen”, acaba de leer, por segunda vez el quijote de la mancha. Y a mí me impresionó muchísimo un recurso que se llama «metadiégesis» y que significa que uno crea un escenario que está en un plano de ficción. Nuestro público seguramente conoce esta historia de las mil y una noches. Se acuerdan, de Aladino y la lámpara maravillosa, en todo lo que hemos visto de niños; Simbad el marino, y bueno qué claro, después de todo, todo, todo, todo, absolutamente todo, pues son como los chinos y los japoneses que piratean todo lo que es de los demás, bueno. El tema es que uno puede como escritor, inspirarse no solamente en los temas, sino también en las técnicas narrativas, y Cervantes es un autor que logró uno de los recursos más, más importantes, que es el que te decía, la «metadiégesis»- ¿Qué quiere decir?—Que tú construyes un plano de ficción y allí se desarrolla las acciones, vidas, y conflictos de los personajes. Y después, uno de los personajes que está en ese plano de ficción, se convierte en narrador de otra historia, pero no nada más la cuenta como un narrador oral, sino que hace en una especie de arquitectura, otro plano de ficción en donde viven esos personajes y actúan como en una novela. Mi novela “júrame que te casaste virgen”, está escrita como metadiégesis y como construcción en abismo, que eso quiere decir que hay un momento. Imagínate los personajes de un mundo y de otro, y de repente…

Erick Xavier Huerta: Convergen, como en «amores perros».

Beatriz Escalante: Exactamente, los has dicho perfectamente. Los personajes y eso está en Cervantes. Entonces yo amo toda la obra de Cervantes y, curiosamente, inspirada en lo difícil que es para la gente joven, leer a Cervantes, hice una revolución en el mundo editorial mexicano, hace muchos años. Hoy, justamente, la semana pasada, estaba celebrando los veinte años de mi antología «atrapados en la escuela»; esa es una colección de cuentos para adolescentes, que se me ocurrió, así como estoy ahorita contigo, en un programa de radio, con un linguista que se llama José Luis Morales Baltasar, y él me entrevistaba a propósito de mi novela “júrame que te casaste virgen”, que se estaba convirtiendo en un best-seller, estaba publicada en esa época en “planeta”. Después la publicó “grupo patria cultural”, y total, a mí me decía «¿Por qué la gente, o los adolescentes no leen?», decía no leen porque qué flojera, quién quiere leer al mío cid cuando tienes dieciséis años y lo único que quieres es probar la marihuana, probar el sexo, salirte con tus amigos, divertirte, escaparte de la escuela, el ocio, la vida; estrenar la vida. Y me decía «bueno, y que, según tú qué libro debería existir». Y yo dije, un libro en el que se contara en cada cuento la primera vez de cada una de esas experiencias; entonces entró una llamada, al programa, del dueño de la editorial selector que me dijo «yo te compro ese libro», que fue súper divertido, porque siempre se habla de que en México es muy difícil publicar; y sin embargo, yo he tenido mucha fortuna, siempre he publicado desde muy joven, y he tenido este tipo de experiencias, en las que alguien dice «qué buena idea, habría que hacer un libro». Total que yo, en ese momento, estaba escribiendo otra novela que es mi género predilecto, he escrito muchos libros pero lo que más me gusta es escribir novela. Y yo estaba escribiendo la novela, y el entrevistador me dijo, «vamos a hacer el libro», y yo dije “y yo por qué”, en lugar de decir hay qué emoción, yo pensé, «yo lo que quiero es seguir escribiendo mi novela», pero ya vez que de repente se puso de moda que todos los trabajos escolares se hacen en equipo; entonces yo dije, pues vamos a hacerlo en equipo. Entonces, ¿Quién conoce a José Agustín?, ¿Quién conoce a Ramírez?, ¿Quién conoce a Óscar de la Borbolla?, ¿Quién conoce?, Y así, empezamos a decir, les llamamos por teléfono, y armamos el libro en lo que te lo platico. Y el libro como te digo, fue  un cambio importantísimo, de hecho nos copiaron todas las editoriales; todo el mundo empezó a ser atrapado, y creo que se hizo un gran movimiento en donde los lectores adolescentes, y los profesores de literatura, encontraron libros hechos en español, en el español cotidiano. No libros españoles que vienen justamente con otra forma. Mira, te pongo un caso, nosotros cuando decimos en español mexicano «vamos a tener sexo», pues lo decimos más fuerte; pero jamás decimos «vamos a echarnos un polvo». No, un polvo es de cocaína; si te vas a echar un polvo no es el otro. Cuando en la historia narrativa, sea cuento o novela, comparte los códigos, los éxitos; la forma de hablar de los lectores, y además los temas que a esos lectores les importa, tú consigues un éxito. Y ahora te lo digo porque acabo de publicar otra colección mía. Yo tengo una escuela de escritores que está en mi teléfono iphone; doy cursos en todas partes, doy talleres, tengo talleres de avanzados, tengo talleres de principiantes, y los mejores cuentos de esos autores, yo los edito, los corrijo, y los armo en antologías. Y esta antología.

Erick Xavier Huerta: ¿Y es gratis entrar ahí?

Beatriz Escalante: No, pero pueden también a aspirar a una beca.
Armé uno que se llama «adolescentes en peligro», y tiene que ver un poco con la parte política de nuestro tiempo. Es un gran peligro hacer creerles a los jóvenes que no hay futuro, que no hay trabajo. Perdóname, toda la vida, a través de todas las historias, hemos visto, primera guerra mundial, la segunda guerra mundial; países pobres, bombardeados, los países imperiales siempre llevan la guerra a los países pobres.

Erick Xavier Huerta: Y las sociedades se levantan.

Beatriz Escalante: Claro. Y entonces nosotros por qué vamos a estar ahí de chillones todo el día con que no podemos. Claro que podemos. Podemos conseguir trabajo, podemos generar trabajo para nosotros. Yo me compré mi primer coche vendiendo pan de elote. O sea, uno debe tener respeto por el trabajo, respeto por el proyecto de vida; y entonces, tratar de disuadir a los adolescentes de que no se suiciden, ni que se suiciden físicamente de que se corten las venas, ni que se suiciden pensando que la vida no tiene sentido. La vida es prodigiosa, y puedes hacer todo lo que quieras, si eres capaz de levantarte, de los retos, de las decepciones, de los fracasos, que a todos nos pasa. Y para cerrar la idea de lo de la antología, ahora fundé mi editorial, esta que te dije, una está en selector, «atrapados en la escuela», igual que «días de pinta»; tengo otra que se llama «somos adolescentes y qué», como en éxicoó; y «adolescentes en peligro», que el peligro para mí más fuerte, además de ir contra la propia vida, es volverse narco-adolescente. Decir «hay no a la escuela, no hay trabajo», rápidamente me voy de sicario…

Erick Xavier Huerta: La resignación ya en el mundo más caótico.

Beatriz Escalante: Exacto. Al fin voy a vivir cinco años bien y luego me matan. No. ¿Por qué no vives muchos años bien? Y este libro que se llama «adolescentes en peligro», lo que busca es, una cosa muy interesante fíjate. Por un lado, cada uno de los cuentos que escribieron los egresados de mi escuela de escritores, te ofrecen como la tentación, como de qué ganas de ser sicario, qué ganas de vender droga, pero al final, algo te pasa, algo terrible. Pero no como en las morales de que te viene un castigo, sino que es algo, por ejemplo; imagínate que le estás cayendo a una chava y que te gusta mucho, y justamente ella te ve en ese momento y ve que haces algo asqueroso…

Erick Xavier Huerta: Se rompe el encanto.

Beatriz Escalante: No solamente la cárcel es el castigo, el castigo también es que alguien que es importante para ti, se dé cuenta de que no vales nada. Entonces a mí me encanta la literatura para adolescentes; he armado muchas antologías, tengo cinco. Y sobre todo, invito a la gente a que cuente su vida, la vida que le gustaría a través de escribir.  Y eso es otra vertiente que estoy haciendo, escribir para sanar.

Erick Xavier Huerta: Exacto. Las expresiones artísticas se han marginado a tal grado que la gente por eso se está enfermando y no sabe que por esos conductos uno se puede curar, uno se puede entender mejor; y es una parte fundamental para desarrollarse como ser humano, propiamente.

Beatriz Escalante: Mira, simplemente, si tú escribes una autobiografía, te reconoces, y si cambias la voz del narrador; por ejemplo, imagínate un momento en que hiciste algo horrible, de lo que estás arrepentido. Lo escribes en “yo” y te das todas las justificaciones y luego pones un narrador iniciente que cuenta realmente cómo era el mundo, lo que tú hacías, y luego cuenta otro personaje que es el que habla del otro lado, haz de cuenta “la víctima y el verdugo”. Y entonces uno dice «ah, pues no soy tan encantador ni tan lindo, ni tan bueno, soy un canallita que puse los cuernos, soy un maldito que hace no sé qué, un hipócrita, soy un malvado; o soy una persona encantadora», que no siempre somos encantadores.

Erick Xavier Huerta: Sí, hay puedes medir tu sensibilidad y cómo estás concibiendo al mundo.


Beatriz Escalante: Mira, uno de los ejercicios que pongo en mi seminario de «escribir para sanar», es de miedo. El miedo es muy difícil de provocar, dificilísimo. Nosotros comenzamos en la historia de la literatura de terror con lo vampiros; comenzamos con los fantasmas, seguimos con los vampiros, y así hemos ido con todos los seres hasta llegar a los hombres; y ahora tenemos el terror urbano, habiendo pasado por el terror cósmico, que es ¿Habrá seres más allá de las estrellas que nos quieran hacer daño? ¿Qué hacemos ahora cuando hay unas películas de terror con efectos de cuarta dimensión, y cómo podríamos provocar miedo a través de las palabras?—Ese es el asunto del arte. El arte siempre encuentra una forma de renovarse a través de las palabras, de las imágenes, de los materiales como en la escultura. Y yo creo que cada persona, si decidiera escribirse el mejor cuento de miedo, le encantaría leer. Y por eso yo hace rato decía en la feria justamente, mentira que no hay lectores; toda la gente lee todo el día en el éxicoó. A todo el mundo le encanta las historias; si además las historias están redondas, están bien construidas, tienen un conflicto, personajes sólidos, un desenlace interesante; todos podemos ser escritores.

Erick Xavier Huerta: Ahora, el personaje principal de tu obra siempre es mujer, ¿Cierto?

Beatriz Escalante: ¿Qué crees?—Que sí.

Erick Xavier Huerta: ¿Pero es una forma más natural donde tú te puedes reflejar? ¿O quieres enaltecer la figura?

Beatriz Escalante: A ver, te explico. No porque, no son autobiografías.

Erick Xavier Huerta: ¿Pero es más fácil para ti tener una empatía con el personaje?

Beatriz Escalante: No necesariamente. Son preguntas muy interesantes las que me estás haciendo. Porque yo puedo tener un personaje masculino muy bien hecho, y un personaje femenino también muy bien hecho, pero al que yo deteste. Hay mujeres que yo odiaría ser, las mujeres débiles, frágiles, esas mujeres las detesto. Y sin embargo, a veces, están algunos en mis libros. Yo estoy terminando una novela sobre abuso sexual en la infancia, y son cuatro personajes a los que le sucede; las cuatro mujeres, y cada una reacciona de diferente forma, pero hay muchísimos hombres en la novela, y uno de los que está mejor construido es un hombre que odia a su familia. Tú te imaginas qué interesante, alguien que…

Erick Xavier Huerta: Bueno, eso es recurrente…

Beatriz Escalante: (ríe)

Erick Xavier Huerta: Oye, pero entonces sí hay un compromiso, tal vez porque en tu vida te ha ido bien, de fortalecer a las mujeres, de destruir esta historia en México, donde han estado en una situación bajo el yugo del poder del hombre, sin derechos, sin equidad.

Beatriz Escalante: ¿Quieres una respuesta literaria, o una respuesta personal? ¿Una mentira? ¿Una verdad?

Erick Xavier Huerta: No, pues por esta labor literaria.

Beatriz Escalante: Te voy a contar.

Erick Xavier Huerta: Porque debe haber un enfoque, y alguna misión que tú estás buscando con tus letras.

Beatriz Escalante: Si yo hubiera nacido en Estados Unidos, blanca, en la época de la esclavitud negra, yo habría escrito sobre los negros. Y si yo hubiera nacido en México en una época en la que los indígenas estaban peor de lo que están, y mira que están muy mal, yo habría escrito sobre el mundo indígena. El tema de la mujer a mí me interesa muchísimo, porque no importa la clase social, no importa el país de primer mundo; sigue habiendo una desigualdad y un odio a las mujeres, que mira los feminicidios cómo están en todo el mundo. Entonces, yo creo que la mujer, más allá de una mujer, otra mujer, cada una, la mujer en términos de metonimia, en un abstracto, es uno de los personajes más interesantes para cualquier escritor. O como quien dice, ser mujer es un conflicto, ser mujer es un conflicto.

Erick Xavier Huerta: Más en México…

Beatriz Escalante: Pues…

Erick Xavier Huerta: O…

Beatriz Escalante: No sé, mira, asómate a África. Mira las chinas, las asfixiaban con almohadas. Cuando nacía una niña china, le ponían almohadita, y de repente ahora, miles y millones de chinos se dan cuenta de que hay más varones que mujeres.

Erick Xavier Huerta: Puedes tener mayor empatía con la construcción de estos personajes.

Beatriz Escalante: Pues sí Erick, mira, afortunadamente, tengo varios registros tonales para escribir; esto quiere decir que “júrame que te casaste virgen”, “la escuela del amor”, “cómo ser mujer y no vivir en el infierno”, “el marido perfecto y otros cuentos para mujeres”, son historias que básicamente tienden a lo divertido, hay humor, hay personajes que se parecen, digamos a la clase media que hay ahora; de todas las clases sociales. Y también tengo un registro muy grande que comienza con una novela mía que se llamó “fábula de la inmortalidad”, esa novela yo la quiero muchísimo, la escribí en España, un día que me desahuciaron, me dijeron que me iba a morir, y tenía yo veintiséis años…

Erick Xavier Huerta: Ok…

Beatriz Escalante: Ok, nada, qué pánico que digan a ti que te vas a morir a los veintiséis años, a ver si te gusta. Bueno, pues yo entré en una de estas cosas que no, y no tenía nada, tenía un problemita de una infección y era la medicina española, de la época de Franco; entonces en esa época, te dolía un diente y te lo sacaban. Y yo tuve una infección, como tiene todo el mundo, y me dijeron que tenía tuberculosis renal, y yo, por supuesto dije «me voy a morir y me voy a morir», y como no paraba de pensar en que me iba a morir, se me ocurrió escribir esta historia que se llama «fábula de la inmortalidad». Y te digo que es una novela que yo quiero muchísimo por muchas razones. La primera, porque cuando uno está cerca de la muerte, y tan joven como estaba yo…estaba pensando qué me ocurriría si me moría, y lo que se me ocurrió fue ponerme a escribir. Y en esta novela, la protagonista es una mujer de la época medieval; yo por supuesto ni soy medievalista, ni nací en esa época, ni soy maga. Entonces cuando la gente me pregunta por qué escribes tanto de las mujeres, un poco es lo que te decía hace rato, porque son grandes personajes, pero también porque a través de cómo ha sido vista la mujer en la historia de occidente, puedes medir el nivel de democracia de este mundo, de injusticia, de maltrato, de desigualdad. Mientras no logremos la democracia en términos de género, estamos muy muy atrasados, muy muy atrasados.

Erick Xavier Huerta: Pero no crees que actualmente sí se han hecho acciones para enaltecer y dar mayor equidad. Políticamente.

Beatriz Escalante: Yo te voy a decir lo que creo que hay que hacer. Hay que dar igualdad de oportunidades, no favores; ni caridad católica, ni política. Nada de que vamos a darles siete a tal partido político, porque las ganonas siempre son las que ya hayan beneficiado, sean hombres o mujeres. Son personas privilegiadas. Lo que hay que dar es igualdad de trabajo, escuela, de salario. En países como Japón, a trabajos iguales; las mujeres siguen ganando menos que los hombres. Entonces en realidad, y muchas de las cosas que ahora están sucediendo con los feminicidios. Está bien, que al individuo lo enseñen a cuidarse, pero en dónde está el Estado si el problema es de una mujer que no puede caminar en una calle a las once de la mañana. Es un problema de política pública, sencillamente. Es un problema de garantizar la seguridad de los individuos, más allá de cómo vayan vestidos y más allá de dónde vivan.

Erick Xavier Huerta: Ahora, he platicado con otras escritoras donde también la figura es mujer, pero, y muestran esta inconformidad, las injusticias que padecen y también hay una misión de fortalecer el género, pero, fundamentalmente a nivel personal, ellas sí han tenido una buena vida, nunca han padecido un tipo de autoritarismo de parte del hombre; han conocido grandes hombres, y se han inculcado en un seno familiar de libertad, donde no se les han mermado ninguna de sus aspiraciones en cualquier ámbito que pueda ser incluso, el literario; ¿Es tu mismo caso? ¿Tu vida ha sido favorecida para conocer grandes hombres, con pensamientos liberales? ¿Nunca se te ha mermado en ese sentido conocer figuras que si hayan atacado a nivel personal y que entonces tú vengas a hacer catarsis en las obras?

Beatriz Escalante: No, seguramente yo sería una pobre presa en una cárcel en lugar de ser una escritora que habla por todo el mundo. Sí, como individuo he tenido una vida privilegiada. He tenido la oportunidad de estudiar en universidad; he tenido la oportunidad de trabajar bien, de tener buenos ingresos, de ser libre. Esos son privilegios que van más allá de la generalidad de las personas.

Erick Xavier Huerta: Y aterrizando ya más esto, ¿Entonces cuál consideras que es el tema de tu obra?

Beatriz Escalante: El tema de mi obra, yo creo que es la injusticia.

Erick Xavier Huerta: ¿Con la mujer, o en general?

Beatriz Escalante: En general. Y una de las injusticias más terribles es que seamos mortales. ¿No te parece una injusticia?

Erick Xavier Huerta: Ah, no sé. La vida es vida.

Beatriz Escalante: Piénsalo. Piénsalo.

Erick Xavier Huerta: Tal vez la injusticia es envejecer.

Beatriz Escalante: Todos pensamos. Fíjate, cualquier persona que cree en un dios que vive eternamente, en algún momento siente injusto ser mortal. La injusticia parece absolutamente en todas partes. Pero, mira, yo creo que si me preguntas el tema, más que una persona, sería una tónica, a mí me gusta el miedo. El miedo es uno de los temas que más me interesan.

Erick Xavier Huerta: ¿En qué seno familiar te desarrollaste? ¿Qué figuras estaban muy cerca de las letras que te llegaron a influenciar?

Beatriz Escalante: Bueno, mis papás eran muy buenos lectores. Tengo una imagen muy bonita de ellos. Había en mi casa, en tu casa, un estudio y todas las paredes estaban.

Erick Xavier Huerta: Es una recurrente, debe haber libros en la casa.

Beatriz Escalante: Sí, exacto. Y había libros en todas las paredes; el librero era muy bonito, y en un rincón estaba la televisión, y yo recuerdo que yo me salía a andar en bicicleta con mis hermanas, mis hermanos, y mis papás estaban tomados de la mano, en uno de estos equipales de Guadalajara, estas tumbonas preciosas que hay de cuero, y estaba cada uno con su libro leyendo, tomados de la mano. Entonces para mí, la lectura…

Erick Xavier Huerta: Una imagen muy romántica…

Beatriz Escalante: La lectura siempre ha sido, no un castigo, sino una gran oportunidad, un placer. Hacerte amigo de la mente de las personas más interesantes que hay. Yo no tuve la fortuna de vivir en la misma época que Jean Paul Sartre, o que Albert Camus, pero he leído sus libros, sé lo que pensaban; Séneca, o sea, cuando la gente dice «tienes que leer», no, no tienes qué leer, es lo mejor que te puede pasar; es como que te obliguen al deporte, o que te obliguen a tomar un buen vino, o que te obliguen a comer bien, o que te obliguen a tener amigos. Leer es un lujo, una oportunidad, de las maravillas que podemos tener. Y entonces eso es lo que yo he hecho, como una parte importante de mi trabajo como pedagoga y como escritora, «hacer que la gente lea en la lectura un placer».

Erick Xavier Huerta: ¿Y qué autores te han marcado?

Beatriz Escalante: Uy, muchísimos. Mira…

Erick Xavier Huerta: Pero los principales…

Beatriz Escalante: De mis principales, principales, me gusta muchísimo un autor que se llama Joseph Roth, es austriaco. Me gusta también muchísimo Mario Vargas Llosa, que además me encanta, que tiene ochenta años y sigue escribiendo. Bueno Juan Rulfo fue mi vecino, vivía en el edificio de al lado cuando yo escribía, y tuve la oportunidad de platicar alguna vez con él en una librería en el juglar, era un hombre muy tímido. Y bueno, pues de esas veces que uno coincide por alguna circunstancia como ahora yo contigo para que me entrevistes, y yo con él.

Erick Xavier Huerta: Para trabajar…

Beatriz Escalante: No, no, simplemente era mi vecino. Fíjate que era una calle muy interesante. Era la calle donde llegaba, donde hasta la fecha llega el papa, porque está la episcopal apostólica, bueno, ahí llega el papa; y allí en esa calle, vivía gente muy interesante, y le pusieron a la calle el nombre del papa, pero sólo a la mitad….

Erick Xavier Huerta: Juan Pablo Segundo…

Beatriz Escalante: Juan Pablos Segundo se llama la mitad de la calle.

Erick Xavier Huerta: ¿Qué pensamientos buscas en las obras para que nutran tu alma? ¿O qué tipo de sentimientos buscas recurrentemente para que alimente tu ser?

Beatriz Escalante: Me gusta mucho la forma de contar. Mira, hace rato que me preguntabas de escritores que me gustan mucho; entre mis escritores así más queridos, está Augusto Monterroso, por la economía, tiene un cuento sobre un espejo neurótico que está guardado en un cajón, que son de esas historias, que las lees una vez y te hacen ver ese espejo siempre y te hacen pensar en las imágenes, en los mundos paralelos. Otro de mis autores favoritos es Jonathan Swift, el gran autor de Gulliver, y que de una historia maravillosa que se llama «la modesta proposición». Es una época en la que en Irlanda están muriéndose de hambre todos, y lo que propone el autor, es que, como de todas formas los niños se van a morir de hambre, por qué no se pone de moda, así como el lechón, los niños bien nutridos, en las mesas de los ricos; así los padres, en lugar de dejarlos muertos de hambre y abandonados, los alimentarían, los cuidarían. Y son de esas cosas de humor negro que te hacen pensar. Claro, aquí en México, cuánta gente vende a sus hijos, existe la trata de personas, pero también existe una forma en que los propios padres venden a los hijos. Hay temas terribles para escribir, temas tremendos, por eso te digo, más allá de la mujer, lo interesante es el miedo, el miedo a todo; el miedo a la muerte, el miedo a la soledad, el miedo a no tener una identidad propia; el miedo a los partidos políticos, el miedo a todo. Creo que hay temas maravillosos, y ahora también estoy escribiendo una segunda parte para mi novela “la escuela del amor”, que es una novela, te digo, yo siempre escribo dos novelas al mismo tiempo, una novela muy grande, muy seria, y una novela muy divertida y suave; porque la grande es como la del abuso sexual….

Erick Xavier Huerta: Totalmente polos opuestos.

Beatriz Escalante: Sí, esas novelas, o sea son muy duras y yo descanso escribiendo algo divertido; y la de la “escuela del amor” es un diplomado que yo inventé, con tira de materias. Haz de cuenta, «teoría y técnica del beso uno», «cómo pelearse en pareja», entonces, tú haces un taller donde hay un ring y hay un referí y está la pareja, entonces empiezas «no, pues hace como veintitrés años tú me hiciste y no sé qué», alto, alto, no se puede mencionar el pasado. No, o sea, golpe bajo. Está muy linda, está muy divertida, es una novela que salió en random house y que me ha dado muchas alegrías.

Erick Xavier Huerta: ¿Y cuál es tu técnica de escribir? ¿Te gusta escribir todavía a mano o escribes ya todo en computadora?

Beatriz Escalante: Estoy llena de mañas. La primera maña, escribía en lápiz, luego lo pasaba en pluma, y luego lo pasaba en la computadora. Y ahora ya, por fortuna todo lo hago directamente en la computadora. Pero sí, ahora, por ejemplo en la novela de abuso sexual, tengo varios años escribiéndola. Hice una investigación, con psicoanalistas, psiquiatras, víctimas, para que la novela esté bien sustentada; tiene una técnica narrativa también buena. Y entonces, la termino de escribir, la imprimo, la leo, la marco, y la guardo en un cajón, así con llave, seis meses. La saco y la vuelvo a abrir. Y entonces digo, no, este personaje no podría haber actuado de esta forma, o esta parte la tiene que contar un narrador que esté dentro de la historia, y no un narrador que esté arriba y que sepa todo como un dios. Es maravilloso escribir Erick, maravilloso.

Erick Xavier Huerta: ¿Y escribes más en la noche, en la mañana?

Beatriz Escalante: Soy completamente matutina.

Erick Xavier Huerta: Ok, ¿A qué horas comienzas a escribir?

Beatriz Escalante: Yo escribo de las siete de la mañana a la una de la tarde, y luego me voy a nadar, y trabajo en la tarde-noche. Doy talleres de cuento y novela. Tengo una empresa de capacitación, asesoro a comisión nacional de los derechos humanos; al instituto nacional electoral, tv-azteca, la jornada, éxico; el instituto nacional de bellas artes, «espn» en todos sus lugares del mundo. Trabajo mucho.

Erick Xavier Huerta: Sí, pues es un honor tenerte aquí. Incluso, una biblioteca lleva tu nombre.

Beatriz Escalante: Fue una casualidad, una cosa preciosa. Fíjate que yo escribí un librito que se llama. Primero se llamó «tiempo mágico», y luego lo reeditamos en una colección del ISSTE, que se llamaba «¿Ya leíste?», y hacían tiros de veinte, treinta mil, hasta sesenta mil ejemplares. Y este libro, son textos muy cortitos, que tienen pretensiones, no poéticas, pero sí digamos que están muy bien escritos, y contienen información sobre los sueños, sobre la magia, sobre el terror, temas que a mí me gustan. Y yo estaba muy joven cuando publiqué, tenía veintiocho años, pero la gente pensaba que era escrito por una persona sabia y viejita; entonces, pusieron en un muro, en Milpa Alta, mi nombre y una frase mía, entonces en una biblioteca pública me invitaron para que yo fuera a develar una placa porque le iban a poner mi nombre a la biblioteca, y entonces cuando llegué me dijeron, ¿Y su mamá no va a venir? Entonces yo dije no, mi mamá vive en Mérida. ¿Y su mamá no va a venir?—Y dale que dale con mi mamá, le dijo no, mi mamá no va a venir. Entonces, cuando me di cuenta, le dije «yo soy la autora», no sabes la cara de decepción.

Erick Xavier Huerta: Bueno, y para todo el tele auditorio, incluso te apodan “beca”, porque has ganado prácticamente todas las becas habidas y por haber.

Beatriz Escalante: Ojalá, hazme la buena, quiero ganarme más becas; pero sí he tenido becas importantes. Yo siempre les digo a los estudiantes, sobre todo de prepa y de universidad, hay que sacarse muchos dieces, y que no te importe el que dirán, porque los dieces se cambian por pasajes y avión, por otros países, por otros paisajes. Uno puede darse la vida que quiere, si no es esclavo y las becas es un camino bueno.






Erick Xavier Huerta: Y tienes una editorial también.

Beatriz Escalante: Sí, la acabo de fundar hace tres meses, se llama “editorial Escalante”, mi primer libro es “zombis y espectros y fobias” y es de miedo por supuesto. Vienen cuentos buenísimos. En este momento la están presentando en la ciudad de México en la zona de Nezahualcóyotl, en Neza.

Erick Xavier Huerta: ¿Y ustedes tienen una línea para enfocarse en ciertos escritores, que toquen temas particulares?

Beatriz Escalante: Sí, mira. Yo tengo muchos años de dar talleres de cuento y novela; y como soy pedagoga, enseño a la gente técnica narrativa, gramática; no hemos hablado de mis libros yo, por casualidad escribí un libro que se llama “curso de redacción para escritores y periodistas”, y ese libro, pues yo le digo la seguridad de mi vejez, porque ha vendido miles, y miles y miles; yo cada año lo arreglo, lo corrijo, lo actualizo. Está siempre perfecto. Y lleva miles y miles y miles y miles de copias vendidas, y miles y miles y millones de foto copias, por favor, no lo foto copien; la éxic no me ayudó a escribir ningún capítulo, no estudió nada, mata a la editorial, matan el trabajo, la inversión. Por favor no foto copien. Los libros sí se consiguen, de verdad, un mensaje para nuestro público, no fotocopien. Y fotocopien ahorita, porque también yo fui estudiante pobre; cuando tengas dinero, con tu primer sueldo, cómprate los libros, es una maravilla tener una biblioteca.

Erick Xavier Huerta: ¿Y dónde lo podemos conseguir?

Beatriz Escalante: ¿Ese? Ah, muy bien, pues escríbanme por favor a éxicoó—Beatriz Escalante, y en mi twitter @BeatrizEscalant y pídanme las bases porque ahora estoy armando una antología en el cementerio, y todas las historias deben ocurrir en el cementerio. Ya no se vale hacer ni zombies, ni fantasmas, nada. ¿Qué pasa en un cementerio? Desde que catalepsia, te entierran y sales, hasta que estás ahí aprovechando que no hay nadie para hacer cositas que deberían hacerse en un hotel. O sea, qué haces en un cementerio, qué haces, ¿Ensayas tu propia muerte? ¿Qué haces?—Sí los invito, si tienen ganas de escribir, ahí está mi éxicoó Beatriz Escalante, me encantará, ya mi asistente,  con mucho gusto les manda las bases. Mi editorial es editorial Escalante, y básicamente vendemos directamente en escuelas.






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