CONTENIDOS VIOLENTOS
Hay un auge de la industria en entretenimiento por afianzarse a las producciones de la narco-cultura. Y todo lo que implica.
Vemos actores de telenovelas, de cine, excitarse por participar en proyectos que den parte a plasmar una realidad contundente en el continente americano, "la narco-cultura".
Hay ocasiones, donde el artista, el cine de autor, verdaderamente plasma arte, en observar el fenómeno de inconsciencia de quienes se han dedicado a producir y a vivir bajo el estilo de vida de perjudicar a los demás. Producir, vender drogas, matar al adversario, pelearse con el mundo, vivir fuera de la ley, ser más que un rebelde, un dictador, un autoritario, al que le sobra sexo, excesos, alcohol, cocaína, armas y servidumbre.
Pudiese parecer simple.
Que no nos afecta nada de eso en nuestra inconsciencia.
Y estamos bombardeados, por todos lados, por la narco-cultura.
"El Chema", "Escobar", "El Chapo", Kate del Castillo y Javier Bardem. Drogas, sexo y rock, y banda de viento, y banda sinaloense. Sombreros, y armas.
Para alguien, tal vez, con un mínimo de conciencia, todavía puede diferenciar del bien y del mal. Y para alguien que tiene tantita conciencia y que sabe quién es, sabe que no es lo que está viendo y no confunde su personalidad con la que muestra una cultura, un producto; es decir, no se apega a conceptos ni objetos. No hay imposición para el ser despierto.
Para muchos jóvenes, que no saben quiénes son, y que vienen de senos sociales donde sus propias familias, como ocurre en la mayoría de los casos, incurren en violentarse entre sí y en abandonarse; el joven, de ese tipo de senos sociales, que en mayoría están marginados, acude a revisarse y a construir su noción personal a través de esos contenidos y se ratifica cuando se observa en ellos. Podemos ver este tipo de casos en la moda, cultura y sociedad, en todos los rubros.
Mismos tennis, misma forma articulada de hablar, en tono y en vivienda, en estilo de vida. ¿Qué hace una persona para poder pertenecer a un estrato —Se ratifica, a través de un espejo, y por lo regular lo hace, primero en familia, después en el seno social con "amistades" y después en la cultura, donde toda la información cobra sentido. ¿Qué tipo de información se difunde —la narco-cultura. No obstante, en peligro de ello, hace poco "iniciativa México", a través de los empresarios del duopolio televiso que ratifica cultura en el país, indujo a que no fuera cultura noticiosa difundir la violencia que se padecía en la república. Pero una cosa es la información, para tomar decisiones que nos importan a todos, y otra muy distintas a afianzarla dentro de la moda que distingue el estilo de vida de una sociedad. Pero caímos ahí, a pesar de voces del gremio artístico que advertían que no podíamos resignarnos a esa narco-cultura.
Hoy Diego Luna participa en narcos, segunda temporada de netflix. No he visto ni la primera.
El arte, consiste en observar y mostrar el reflejo del nivel de una conciencia para que pueda tomar rumbo en crecimiento, no en detrimento, que considera involución. Ante esto, contenidos producidos en misión de presentar personajes unilaterales, dentro de un monstruo cultural que parece inacabado donde lo que se busca más es el sexo impersonal y el mundo salvaje-silvestre, no llevará a ningún buen puerto, pues ahí será refugio indicado para que la peor inconsciencia se auto ratifique.
Pasó con "sangre por sangre" de Taylor Hackford.
La película es una obra maestra, épica. Observa bien hackford el fenómeno de los "hommies", las pandillas latinas en Estados Unidos de Norteamérica, y los cambios radicales en la vida de un ser humano que, sin propósito ni noción de sí, se puede convertir en cualquier cosa, maligna, por carecer de un auto-concepto propio, acorde a la vocación y al propósito y sentido de su vida en consonancia con el bienestar universal. Puede un ser humano por acabar convirtiéndose en cualquier cosa, ratificando su despropósito y noción de sí personal, bajo el reflejo que existe en la cultura social de sus amistades. Muchas veces, es propósito atravesar por esos umbrales para descubrir quién es uno, pero hoy por hoy, millones de vidas se pierden, en esos desiertos.
Muchos jóvenes, en vez de observar "sangre por sangre" en sus distintos niveles de lectura, como el trabajo de, producción, guión, contexto histórico, dirección, arte, actuaciones; acaban por asimilar ese contenido para auto-ratificarse el concepto de lo que son. Así, ratifican y dan sentido a sus acciones dentro del mundo violento. Hay casos, existentes, de jóvenes en México, que miran una y otra vez "sangre por sangre", para dar sentido a su narco-menudeo, a su cultura. Es la información que buscan para ratificar su estilo de vida y su lugar en este mundo. Lo mismo pasa con los contenidos de "la vida de Luis Miguel", que pareciera es inocente por ser la vida de un cantante, pero donde muchos, ratifican su biografía y encuentran consuelo en sus vivencias ante la consolación de mirar que alguien famoso ha padecido violencia de parte de su padre y ha incurrido en violencia emocional y sexual dentro de su entorno social. De igual forma la historia de los jóvenes de alta esfera social que viven en Polanco, donde todo les parece impersonal. De igual forma, la casa de las flores, abandono, sexo impersonal, traiciones, deslealtad; y alguien lo padece, lo observa, se ratifica y lo hace prevalecer como un hecho de sufrimiento sin cambio, como una gran verdad.
Así como tratas a los demás, así eres.
Alguna vez o varias veces, escuché decir al ex-candidato del PRI, José Antonio Meade, que México vive distintas realidades. Sí. En distintos grados escala la violencia. Se ratifican conceptos de nociones de personalidades por la información y la cultura que padecemos. Y ahí deambula todo un país, toda una república. Se observan unos con otros, con grados de indiferencia, en que cada uno, según su ingreso, vive su infierno, o su jaula de sufrimiento.
La cuestión es que no tiene que ser así.
Pero no hay conciencia, y la pugna es darle el contenido que quiere a la población según su nivel socio-económico, según el target pues.
Y se vale. Pero queremos paz, bienestar, amor. Y para ello, requerimos una revolución. Y aquellos que son líderes en producción de contenidos, deben ser líderes por eso, por construir el espejo social que nos lleve a ser mejores a través de lo que observamos ante nuestro principio de realidad, en donde estamos, como somos y como queremos llegar a ser.
Una persona cree que así es y que ya no puede cambiar. Así lo subraya, y se ratifica en cultura. Lo mismo pasa con las naciones. Es el imaginario colectivo, el gran consenso cultural y todo ello afecta la psique. Lo mismo pasa con muchos psicólogos que afirman que una persona no puede cambiar. O los amigos, o los familiares que estigmatizan, inocentemente por inconsciencia.
Todos tenemos la capacidad de transformarnos. Todos podemos transformar, es la gran verdad. Podemos evolucionar o involucionar, y es cuestión de un instante, de un momento, de una decisión. Lo indica la vida, lo indica nuestro ser, lo indica la realidad, y lo indica nuestra misión de existencia. Hemos venido para evolucionar, y cambiar, para bien, siempre mejor, siempre arriba, siempre al cielo, siempre a la luz, siempre al bienestar interior, exterior, personal, de todos, para todos, por siempre en este lugar.
No seas esos contenidos. No seas las series ni el cine que miras. Sé tú.
Sinceramente, desde el centro de tu corazón, donde alberga la verdad, sé tú.
Erick Xavier Huerta
Vemos actores de telenovelas, de cine, excitarse por participar en proyectos que den parte a plasmar una realidad contundente en el continente americano, "la narco-cultura".
Hay ocasiones, donde el artista, el cine de autor, verdaderamente plasma arte, en observar el fenómeno de inconsciencia de quienes se han dedicado a producir y a vivir bajo el estilo de vida de perjudicar a los demás. Producir, vender drogas, matar al adversario, pelearse con el mundo, vivir fuera de la ley, ser más que un rebelde, un dictador, un autoritario, al que le sobra sexo, excesos, alcohol, cocaína, armas y servidumbre.
Pudiese parecer simple.
Que no nos afecta nada de eso en nuestra inconsciencia.
Y estamos bombardeados, por todos lados, por la narco-cultura.
"El Chema", "Escobar", "El Chapo", Kate del Castillo y Javier Bardem. Drogas, sexo y rock, y banda de viento, y banda sinaloense. Sombreros, y armas.
Para alguien, tal vez, con un mínimo de conciencia, todavía puede diferenciar del bien y del mal. Y para alguien que tiene tantita conciencia y que sabe quién es, sabe que no es lo que está viendo y no confunde su personalidad con la que muestra una cultura, un producto; es decir, no se apega a conceptos ni objetos. No hay imposición para el ser despierto.
Para muchos jóvenes, que no saben quiénes son, y que vienen de senos sociales donde sus propias familias, como ocurre en la mayoría de los casos, incurren en violentarse entre sí y en abandonarse; el joven, de ese tipo de senos sociales, que en mayoría están marginados, acude a revisarse y a construir su noción personal a través de esos contenidos y se ratifica cuando se observa en ellos. Podemos ver este tipo de casos en la moda, cultura y sociedad, en todos los rubros.
Mismos tennis, misma forma articulada de hablar, en tono y en vivienda, en estilo de vida. ¿Qué hace una persona para poder pertenecer a un estrato —Se ratifica, a través de un espejo, y por lo regular lo hace, primero en familia, después en el seno social con "amistades" y después en la cultura, donde toda la información cobra sentido. ¿Qué tipo de información se difunde —la narco-cultura. No obstante, en peligro de ello, hace poco "iniciativa México", a través de los empresarios del duopolio televiso que ratifica cultura en el país, indujo a que no fuera cultura noticiosa difundir la violencia que se padecía en la república. Pero una cosa es la información, para tomar decisiones que nos importan a todos, y otra muy distintas a afianzarla dentro de la moda que distingue el estilo de vida de una sociedad. Pero caímos ahí, a pesar de voces del gremio artístico que advertían que no podíamos resignarnos a esa narco-cultura.
Hoy Diego Luna participa en narcos, segunda temporada de netflix. No he visto ni la primera.
El arte, consiste en observar y mostrar el reflejo del nivel de una conciencia para que pueda tomar rumbo en crecimiento, no en detrimento, que considera involución. Ante esto, contenidos producidos en misión de presentar personajes unilaterales, dentro de un monstruo cultural que parece inacabado donde lo que se busca más es el sexo impersonal y el mundo salvaje-silvestre, no llevará a ningún buen puerto, pues ahí será refugio indicado para que la peor inconsciencia se auto ratifique.
Pasó con "sangre por sangre" de Taylor Hackford.
La película es una obra maestra, épica. Observa bien hackford el fenómeno de los "hommies", las pandillas latinas en Estados Unidos de Norteamérica, y los cambios radicales en la vida de un ser humano que, sin propósito ni noción de sí, se puede convertir en cualquier cosa, maligna, por carecer de un auto-concepto propio, acorde a la vocación y al propósito y sentido de su vida en consonancia con el bienestar universal. Puede un ser humano por acabar convirtiéndose en cualquier cosa, ratificando su despropósito y noción de sí personal, bajo el reflejo que existe en la cultura social de sus amistades. Muchas veces, es propósito atravesar por esos umbrales para descubrir quién es uno, pero hoy por hoy, millones de vidas se pierden, en esos desiertos.
Muchos jóvenes, en vez de observar "sangre por sangre" en sus distintos niveles de lectura, como el trabajo de, producción, guión, contexto histórico, dirección, arte, actuaciones; acaban por asimilar ese contenido para auto-ratificarse el concepto de lo que son. Así, ratifican y dan sentido a sus acciones dentro del mundo violento. Hay casos, existentes, de jóvenes en México, que miran una y otra vez "sangre por sangre", para dar sentido a su narco-menudeo, a su cultura. Es la información que buscan para ratificar su estilo de vida y su lugar en este mundo. Lo mismo pasa con los contenidos de "la vida de Luis Miguel", que pareciera es inocente por ser la vida de un cantante, pero donde muchos, ratifican su biografía y encuentran consuelo en sus vivencias ante la consolación de mirar que alguien famoso ha padecido violencia de parte de su padre y ha incurrido en violencia emocional y sexual dentro de su entorno social. De igual forma la historia de los jóvenes de alta esfera social que viven en Polanco, donde todo les parece impersonal. De igual forma, la casa de las flores, abandono, sexo impersonal, traiciones, deslealtad; y alguien lo padece, lo observa, se ratifica y lo hace prevalecer como un hecho de sufrimiento sin cambio, como una gran verdad.
Así como tratas a los demás, así eres.
Alguna vez o varias veces, escuché decir al ex-candidato del PRI, José Antonio Meade, que México vive distintas realidades. Sí. En distintos grados escala la violencia. Se ratifican conceptos de nociones de personalidades por la información y la cultura que padecemos. Y ahí deambula todo un país, toda una república. Se observan unos con otros, con grados de indiferencia, en que cada uno, según su ingreso, vive su infierno, o su jaula de sufrimiento.
La cuestión es que no tiene que ser así.
Pero no hay conciencia, y la pugna es darle el contenido que quiere a la población según su nivel socio-económico, según el target pues.
Y se vale. Pero queremos paz, bienestar, amor. Y para ello, requerimos una revolución. Y aquellos que son líderes en producción de contenidos, deben ser líderes por eso, por construir el espejo social que nos lleve a ser mejores a través de lo que observamos ante nuestro principio de realidad, en donde estamos, como somos y como queremos llegar a ser.
Una persona cree que así es y que ya no puede cambiar. Así lo subraya, y se ratifica en cultura. Lo mismo pasa con las naciones. Es el imaginario colectivo, el gran consenso cultural y todo ello afecta la psique. Lo mismo pasa con muchos psicólogos que afirman que una persona no puede cambiar. O los amigos, o los familiares que estigmatizan, inocentemente por inconsciencia.
Todos tenemos la capacidad de transformarnos. Todos podemos transformar, es la gran verdad. Podemos evolucionar o involucionar, y es cuestión de un instante, de un momento, de una decisión. Lo indica la vida, lo indica nuestro ser, lo indica la realidad, y lo indica nuestra misión de existencia. Hemos venido para evolucionar, y cambiar, para bien, siempre mejor, siempre arriba, siempre al cielo, siempre a la luz, siempre al bienestar interior, exterior, personal, de todos, para todos, por siempre en este lugar.
No seas esos contenidos. No seas las series ni el cine que miras. Sé tú.
Sinceramente, desde el centro de tu corazón, donde alberga la verdad, sé tú.
Erick Xavier Huerta
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