DEEP STATE BEHIND MIGRATION: «Trump y el grupúsculo republicano»

Al final de cuentas es parte de la desigualdad. Pocos hombres y mujeres concentran la riqueza del planeta. Pero aquí lo que nos importa es la caravana migrante donde caminan mayormente hondureños. Esa caravana que ha puesto a Donald Trump ante su electorado, nuevamente, como el gran defensor y líder que vela por la seguridad nacional que se tambalea ante la amenaza de la invasión migrante de latinos. 

Así es, la "gran invasión" ha sido el discurso perfecto propagandístico de Donald Trump para conseguir legitimidad y favor electoral en todo este tiempo, desde que peleó la pre-candidatura, hasta su triunfo electoral. Esa amenaza invasora de parte de migrantes mexicanos y centro americanos favoreció el triunfo electoral del partido republicano en la presidencia bajo el liderazgo de Donald Trump. Y ahora son elecciones intermedias, para conseguir la fuerza del congreso federal. Y qué mejor que una caravana amenazante de miles y miles centroamericanos que quieren ingresar en ese territorio. Y Trump lo vuelve a hacer, diciendo: "son criminales".

Hemos visto bebés, niños, mujeres, niñas, adolescentes caminando y luchando por llegar a los Estados Unidos. Pero, ¿Quién está detrás de este fenómeno inédito?— Mike Pence ha respondido esta interrogante afirmante que grupos de izquierda de Venezuela financian esa caravana para amenazar y desestabilizar a los Estados Unidos. Yo tengo una opinión muy distinta a la del vice presidente Mike Pence, que evidentemente, está haciendo su trabajo de persuasión política, porque está en campaña, para ganar votos, que vienen en la contienda de noviembre 2018.

Es el gran ataque, nuevamente de migrantes para los Estados Unidos de Norteamérica. Vienen a desfalcar, a quitar los derechos laborales que tienen y deben tener los blancos, porque lo han perdido y porque pierden territorio ante la amenaza, dicen ellos, de los migrantes.

En efecto, Trump subraya e  intensifica el uso de migrantes como táctica electoral, justo como acaba de publicar la línea editorial de los dos periódicos más importantes de ese país, «The Washington Post» y «The New York Times».  Sin embargo, yo creo que más allá de subrayar que Trump apela a una estrategia propagandística efectiva que ya resultó en un pasado inmediato para obtener un triunfo republicano presente; lo que se debe investigar es si el «Deep State republicano» se encuentra detrás del movimiento migrante centroamericano con fines de presentar lo que ya han hecho, otro montaje mediático persuasivo para fomentar el voto a su favor. El «timing» es clave, el contexto y la coyuntura deben ser signos evidentes que se confabulan y nos indican que todo está en resonancia a un sólo objetivo: ganar las elecciones intermedias a favor del partido republicano.  Y coincide que justamente, a días de la gran elección y prueba de Trump, a Venezuela se le ocurre fomentar un movimiento social que lo único que habría y hará de hacer es respaldar y dar legitimidad y otra vez efecto positivo a la propaganda del partido republicano de Donald Trump. 

La gran periodista Naomi Klein denominó a la doctrina del shock, cuando grandes empresas se fortalecen en la crisis y se empobrece la democracia y cuando ello también se usa de forma deliberada para sistematizar la desorientación de los ciudadanos para imponer leyes que empeorarán sus derechos. Ocurrió en 2011, también lo retrata Klein, como ejemplo del ataque terrorista a las torres gemelas. También Klein señala casos como la crisis económica de 2008 y efectos de daño por maremotos, terremotos u otras catástrofes ambientales. Klein subraya que Trump es síntoma de la crisis y no la crisis en sí. Y ante este escenario, Klein advierte el crecimiento de los supremacistas blancos, los movimientos etno fascistas y el alza de líderes extremadamente autoritarios y xenófobos que han ocurrido en casos como Marine Le Pen en Francia, mismo discurso xenófobo; en India con Narendra Modi ó Rodrigo Duterte en Filipinas, que mezclan el entretenimiento de masas con política. 

Si de algo sabe Trump, es de propaganda y de entretenimiento. Nada mejor que una marabunta humana, un éxodo implacable, inédito, en el mejor momento que se necesita. Adecuado y perfecto, para abanderar un movimiento y un discurso que ha funcionado para los norteamericanos, que sigue vigente, y que además resuena con las atrocidades que padece Europa donde miles de refugiados mueren en el mar intentando migrar, y donde miles son encerrados en campos de concentración en Turquía, que evita que cientos y miles lleguen a Europa. 

Aquí todo tiene sentido, si alguien está detrás del éxodo migrante hondureño que ahora transita por México, es sin duda:

Trump y el grupúsculo republicano.

Erick Xavier Huerta