«PIENSA EN EL PLANETA: NECESITAMOS EL RÍO LAJA»

A conformidad con el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente, exhortamos a toda la comunidad internacional a hacer eco sobre el deterioro, daño y lamentable situación que aqueja a nuestro río, que afecta directamente, la calidad de vida de la comunidad donde resido—Cortazar Guanajuato. Y no es para menos, la comunidad sólo es una muestra en esta zona geográfica de todo lo que viene sufriendo el río desde su nacimiento en la Sierra Madre Occidental. Diputados, pseudo-activistas, entidades gubernamentales y dirigentes sólo emplean pretextos para no alzar la voz en defensa de nuestro ecosistema y medio ambiente. A alguien están protegiendo, y no es posible solapar y seguir permitiendo la pérdida de nuestro río. Queremos ir ahora, desde este momento hacia un mundo justo, seguro, pacífico y regido por el estado de derecho.

¿Qué intereses hay detrás del deterioro que permite el gobierno en el río laja?

Hoy más que nunca necesitamos nuestro río.

Nuestro río es patrimonio del mundo, de México, de Guanajuato, de los pueblos, de la comunidad de Cortazar.

Por eso, desde aquí, desde esta humilde trinchera, donde personas son discriminadas por su nivel socio-económico, alzamos la voz en defensa de nuestros derechos. Hoy más que nunca debe ser prioridad gubernamental el rescate al río laja y desde ahí el desprendimiento a todo un movimiento por recuperar el atroz crimen que ha sucedido contra nuestra naturaleza en México. Que se hagan valer hoy las instituciones. La recuperación de su credibilidad depende de eso. 

No se trata de escribir sólo cartas románticas, sino de fundamentar la violación a un derecho que tenemos y que nos ha sido arrebatado a la mala.

Su ayuda es fundamental para catalizar, promover, educar y facilitar toda la operación urgente que requiere la recuperación del río. Es nuestro derecho tener nuestro río y es fundamental para la recuperación de la paz en nuestro país que hoy, lamentablemente, y sobre todo en este Estado de Guanajuato, se protagoniza con una atmósfera llena de barbarie que ha impedido el desarrollo propio de los individuos. Tenemos ya más de cinco ciudades en ser de las más contaminantes en la república (véase: Irapuato, Salamanca, Silao, León, Celaya)—Por ello, desde aquí el exhorto es inmediato e imperativo. Ustedes, como autoridad ambiental líder en el mundo, deben acatar este urgente llamado, que humildemente se hace desde aquí recogiendo la terrible situación que padecen los seres humanos en esta región. 

El río es nuestro derecho, ayúdennos a defenderlo.

Ayude a procurarlo, a promover sus derechos, a resguardarlo, protegerlo, cuidarlo, preservarlo.

Tenemos un plan, podemos dialogar, podemos conversar, pero lo importante es que el consenso y nuestras instituciones garanticen nuestros derechos, y uno muy importante es el derecho a nuestro medio ambiente, a nuestra naturaleza, a nuestro ecosistema, a nuestro río que nos lo han robado, nos lo han arrebatado mezquinamente y año tras año crece la indiferencia y la ignorancia. No podemos permitirlo más. No podemos solapar más a dirigentes que osan gastar cantidades extra-orbitantes en recintos y palacios que además han también atentado contra el bienestar ecológico de nuestra entidad. 

Podemos hacerlo. Juntos, unidos, podemos rescatar el verdadero patrimonio y herencia a nuestras futuras generaciones. El río es presente seguro, futuro esperanzador, reivindicación de nuestra dignidad como seres humanos.

No permitamos más la denigración a nuestro río. Es de todos. Es del mundo, es la humanidad misma. Su perdición, es la nuestra. Su agonía, es la nuestra. Sufrimos y padecemos los mismos grados de denigración que tiene nuestro ecosistema. Nos enfrentamos a la mayor crisis moral de nuestro tiempo, donde tenemos que tomar partido por la justicia, por la reivindicación de lo verdaderamente importante, del trabajo por nuestro legado, que el presente y el futuro es para las siguientes generaciones que tienen derecho a tener agua limpia, aire, tierra, cielo. Sin medio ambiente, no hay nada. 

Si queremos sobrevivir, salvar al río laja, cosa factible y urgente, será una tremenda repercusión para nuestra vida, de forma favorable. El único hogar que tenemos es nuestro mundo, y nuestro río, ahora más que nunca nos necesita.

La gente necesita el río.

Sálvalo.

Erick Xavier Huerta