JESUCRISTO SÚPER ESTRELLA



Alejandro Gou presenta por acuerdo con The Really Useful Group:

Jesucristo Súper Estrella

Letras de Tim Rice y música de Andrew Lloyd Webber
Dirección de Nick Evans y traducción de Julissa.

Se estrenó el pasado 12 de Julio del 2019, Jesucristo Súper Estrella, adaptación para puesta en escena para todo el público de México. Cabe mencionar que muchas veces el reparto puede parecer fuera de lugar cuando se trata de una obra de tanta relevancia, clásica, pero lo que podemos decir, es que cumple, con creces y logra cautivar y dejar un buen sabor de boca. Es una experiencia. 

Incluso, recomendaría que puedan ver la película antes y escuchar las adaptaciones y originales de la obra de las letras de Rice y de la música de Lloyd. Y si no lo hacen, creo que como yo, quedarán asombrados de ir descubriendo un universo musical muy emotivo que remembra y hace honra a la vida de Jesús de Nazareth.

El gran artista, es Erik Rubin, quien carga con un tremendo espacio en la puesta en escena, de hecho comentábamos que la obra debería llamarse "Judas, súper estrella". La obra exige una gran fortaleza y como tal Rubin la encarna, más por lo que le exige el propio personaje y su relevancia como piedra angular de esta narrativa teatral. Hay una exigencia fuerte para las escenas que debe cubrir Rubin como Judas y Rubin logra cubrir todos esos rubros. La historia ronda prácticamente en la relación de Judas y Cristo, y más porque la obra narra los últimos días de Jesús. En esta puesta en escena, hacen una obra dentro de un contexto urbano, no tradicional, como ocurre muchas veces y como incluso sucedió en la puesta en escena de Jesucristo súper estrella en su adaptación para cine, que también ya ha resultado un clásico. 

En la película Jesús si está en un contexto de su época, con vestido del tiempo, pero bajo la narrativa musical que marcó Rice y Webber.

Vale la pena mucho aplaudir la traducción de Julissa.
Habrá frases que quedarán en el recuerdo.

Se estremecerán.

Aquí en esta adaptación dirigida por Nick Evans, el contexto es urbano  y es bastante interesante, pues logran enfatizar cómo la palabra de Jesús tiene eco en la eternidad y cómo su historia ocurre justamente en este momento. La historia se repite. Los medios de comunicación son jueces, y ayudan también a castigar. Si Jesús viviera ahorita, sería nota nacional, y ocuparía las primeras planas y las notas estelares de los principales noticieros. Sería el gran juzgado, el hombre que está en juicio, bajo el escrutinio público de todos. Para muchos, un enemigo, para otros un salvador, para unos un hombre temible y para otros un ser excepcional.

Amado y aborrecido, Jesús es eterno en el corazón del mundo.

Es una gran puesta en escena, muy interactiva, con diseños espectaculares, efectos increíbles, un manejo de luces espectacular, muy emotiva y memorable. Ahora, además del gran performance de Erik Rubin, cabe destacar y subrayar que también funge como productor creativo, cosa no menor para el resultado de esta adaptación, en contexto urbano y con interacción visual espectacular. Erik Rubin demuestra sus tablas, su pericia hasta estos momentos donde suma ya una gran carrera artística y además se da el lujo de imprimir su estilo en la personalidad que ya entrañan las letras clásicas de Tim Rice y en la música de Andrew Lloyd Webber.

Jesucristo súper estrella podría suponer que es un universo alterno fuera de contexto y de adaptación y sintonía con lo que es el personaje y con lo que entraña su historia. Sin embargo, lo interesante que nos marca, es cómo aquella historia de un hombre y su palabra cimbró al mundo y tuvo eco y repercusiones en el tiempo y en la evolución, extendiéndose por toda lengua, por toda cultura y adentrándose en cada una de las bellas artes, y la música no es una excepción, menos el género del rock. 

Todo el reparto brilla y todos tienen momentos memorables. 
Beto Cuevas cumple con creces, hace un trabajo espectacular y logra llevar a toda la audiencia a padecer emociones increíbles, profundas al interpretar la redención, la pasión de Cristo. Beto Cuevas como Jesús, resulta en una gran catarsis sobre los sentimientos de Jesús plasmados en la biblia, al ser cantados, interpretados emocionalmente en esta historia sobre sus últimos días, viviendo la negación de sus amigos más amados, de la traición de sus amigos más amados y que al final, los perdonó y continuó amando, porque él antes de querer ser comprendido, siempre osó mejor comprender. 

Beto Cuevas demuestra una tremenda proyección y un gran manejo de agudos y graves. Gran proyección de voz, remarcable y trascendente. Sin duda, Cuevas honra a Jesús en este montaje, de sobre manera. Cuevas honra al personaje y honra a la obra, con una sensibilidad muy poderosa.

La escena donde Jesús llora en el huerto de los olivos antes de su crucifixión, Cuevas la imprime de forma espectacular y es algo que jamás olvidarán. Lo que hace Beto Cuevas, es tremendamente impresionante. 

Creo que el montaje de este obra y su resultado evidentemente la proyectan a ir a recorrer no sólo la república, sino el mundo entero.

María José brilla como María Magdalena. Todos brillan, y todos tienen momentos memorables. Leonardo de Lozanne, por su parte, como Poncio Pilatos, muestra la fiereza, la rudeza, los principios, el dilema del gran gobernante que busca orden, justicia, y paz. 

Hay una gran riqueza y ensamble de personajes, voces y música, en orden a los principios marcados por Tim Rice y Andrew Lloyd pero respetando los propios estilos de los músicos y cantantes que protagonizan esta obra. El resultado es legendario.

Ahora, dentro de todo el reparto, si cabe destacar que resulta brillante la participación de Kalimba como Simón. De hecho, creo que Kalimba demuestra ser el artista más completo de la obra, por el performance que hace. Es verdaderamente espectacular el trabajo que realiza Kalimba, no me dejarán mentir quienes la hayan presenciado y quienes lo hagan. Kalimba proyecta la voz como nadie en el elenco, pero además, Kalimba demuestra una habilidad escénica, actoral, carismática, sin igual.  Marca una de las coreografías más poderosas de la obra, al tiempo en que tiene que cantar y actuar y lo hace. El uso de sus gesticulaciones y proyección corporal resultan de asombro. Kalimba verdaderamente impone una fuerza en su desempeño artístico trascendente. Digno de remarcar. Kalimba rescata y vuelve a proyectar su carrera con mucha luz. 

Incluyeron a Yahir dentro del reparto. Esto le ayuda a su carrera, le suma a su trayectoria. La participación de Yahir como Pedro, es poca en la obra, pero, lo poco, como Kalimba, lo sabe capitalizar, y cumple y lo hace bien y de forma memorable. Todos brillan y todos tienen momentos memorables.

Y por supuesto, hablemos de la actuación especial de Enrique Guzmán como Herodes. Guzmán, recordemos cumple sesenta años de trayectoria artística y festeja con discos grabados en vivo, una nueva producción discográfica en duetos, y ahora participa en la puesta de la obra de Jesucristo súper estrella. Y como tal sale a escena Guzmán a escena y deja claro porque es uno de los grandes. Da cátedra Enrique Guzmán en materia de comedia musical. Cuenta su voz, su performance y abona de sobre manera al glamour y a la fuerza de esta nueva adaptación para el público mexicano. 

Me gustó mucho la obra, y he concluido que vale mucho la pena repetir verla. Es muy emotiva, memorable. Vale mucho la pena. 

Sólo me queda invitarlos a que asistan y vivan la experiencia.

Sin duda les motivara a investigar más sobre esta obra clásica, sus orígenes, sus motivaciones, su honra, y su legado.


Erick Xavier Huerta

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