TERRORISMO EN GUANAJUATO

En Guanajuato se vive un estado fallido.
Y tanto terrorismo hay, que se agrede al medio ambiente y a los seres humanos, por una cultura de incentivos proveniente desde el propio gobierno, que deteriora y deteriora el desarrollo humano en la entidad desde hace ya un cuarto de siglo.

Ya se quieren acabar uno de los últimos grandes humedales para hacer el gran city center en León, Guanajuato, donde el ex gobernador Miguel Márquez Márquez, calificara eso de ser un súper proyecto.

Sin autoridad, legitimidad y mando, el "gobernador" es representante del PAN y de la impotencia ciudadana ante la pérdida de su patrimonio y el imperativo del miedo que se respira en todas las calles. Tan sólo este cuatro de agosto, dos colgados más aparecieron, uno en el puente de Villagrán y otro colgando en el puente de Salamanca. La entidad vive la disputa entre el CJNG (Cartel Jalisco Nueva Generación) y el cártel del Marro. Una disputa sangrienta, donde también, apenas el dos de agosto de este año, un comando entró en una prisión de Valle de Santiago, mató a cinco y se llevó a un detenido. Y así podemos ir día tras día en reversa, hacia el pasado, haciendo recuento del estado fallido que habita en Guanajuato. Pero estos datos, no están en los discursos de los políticos panistas de la entidad, ni del propio ex presidente Vicente Fox, que marcha contra López Obrador en León Guanajuato, pero no contra la ineficacia e ineptitud del alcalde Héctor López Santillana, quien también carece de legitimidad y posee las peores cifras de homicidios en la historia, colocando a su entidad en el primer lugar de preocupación a nivel estatal y nacional. 

Paso a paso hacia el pasado, podemos recordar asesinatos a actores políticos, desde José Remedios en pleno proceso electoral, hasta situaciones vigentes de actores ya electos, como Agustín Banda, regidor del PRD en Cortazar; el intento de asesinato al político José Mejía, ex candidato de movimiento ciudadano para ocupar la diputación local del distrito XIX y por supuesto, este año, el asesinato de José Juan Cárdenas, ex candidato del PRI a la presidencia municipal de Valle de Santiago parte de la cifra ese día cuando asesinaron dentro de esas veinticuatro horas a otras diez personas. Y podemos sospechar de sus nexos y culpas por vínculos con el narcotráfico, o de poseer un pasado atroz y mezquino; sin embargo, las autoridades no hablan al respecto ni dicen nada. No esclarecen nada y todos esos casos y los que se siguen sumando—van directo a la carpeta de la impunidad. Y es que el congreso local secuestrado por el PAN, que ratificaron a los mismos por otros diez años, no dicen nada, sólo defienden a un gobernador sin legitimidad.

¿Cómo va a osar tener legitimidad un gobernador cuyos alcaldes no poseen ninguna autoridad?—Les echa la culpa, incluso de si ponen a disposición del crimen a las policías municipales. No hay control de territorio, no hay mando sobre el territorio, no hay gobernanza ni hay gobernabilidad. Es claro el asunto, en Guanajuato no hay estado de derecho, impera el crimen, impera el terrorismo. Todos los días suman más de dos decenas de asesinados, y ahora, en el pasado cuatro y cinco de agosto de este año, 2019, se sumaron 32 ejecuciones. Y los diputados panistas, de mayor poder, reelectos por su tremenda fama de ser grandes servidores públicos, no dicen nada, guardan silencio ominoso y protegen la impunidad. Es clara y evidente su corrupción.

Desde hace años comerciantes y tianguistas sufren el acoso sistemático de un crimen que les cobra por permitirles trabajar. Eso es terrorismo. Es terrorismo tantos asesinatos políticos, porque inhiben la libertad de manifestación y participación ciudadana en ámbitos democráticos a tal forma que den parte para que una pequeña pandilla se apropie de las instituciones públicas al servicio de sus intereses.

Es terrorismo que la ciudadanía ande por principales avenidas y de pronto cualquiera te quita tu auto, ó camioneta, por la simple amenaza de las armas. Es terrorismo vivir en un estado donde la vida está vulnerable en todo lugar, en todo momento.

Es terrorismo que la ciudadanía ande por carreteras del estado y encuentre colgados en los puentes.

Este cinco de agosto, destruyeron a balazos la central de autobuses de Celaya para robarse un cajero automático. Pero nadie dice nada. Hay demasiados acontecimientos atroces todos los días a todas horas. Conocidos que les roban su auto, su camioneta, secuestrados, y robos en cada ayuntamiento en pleno centro a horas de madrugada, de bancos, de centros comerciales y más. A los ciudadanos en Guanajuato les roban su propiedad, sus cosas de valor y la depresión corre a esparcirse por la impotencia de hacer algo, sólo queda la resignación de poder sobrevivir todos los días. Y todos los días hay violencia. Y todo esto mientras el poder de reducto del PAN en el país se la pasa diciendo cómo se debe gobernar y qué se debe hacer cuando ellos, desde el nivel federal, crearon una ola de violencia que se vive hasta el día de hoy. Y no sólo eso, la pobreza se ha incrementado en esta entidad, pues el CONEVAL acaba de apuntar un incremento de la pobreza de más de ochenta mil personas, ocho mil personas cada año se iban al margen de pobreza durante estas últimas grandes administraciones panistas encabezadas por Juan Manuel Oliva y Miguel Márquez Márquez. 

Guanajuato debe ser declarado un estado en cuarentena, porque no hay mando ni poder de ninguna autoridad, cuando las policías están infectadas por el crimen organizado. Nada más basta el audio filtrado donde un alcalde de Cortazar, proveniente del PRD y en su momento candidato único de esa coalición PAN-PRD-Movimiento ciudadano— negocia y planea y proyecta cómo hacerse de recursos públicos federales para su enriquecimiento en contubernio con gente del cártel del marro en la entidad. Y todas esas pruebas y evidencias a la luz pública no han abonado en nada, en nada de justicia. Supuestamente hay unidades especiales de investigación para cada uno de los casos, pero no hay esclarecimiento en ninguno. Y pasa el tiempo, y el estado continúa buscando su desolación, su frustración y su bancarrota. 

El propio Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que acabaría de raíz con la corrupción este año 2019. Sin lugar a dudas, Guanajuato debe ser el bastión de muestra importante para la representación tangible de esa lucha, porque aquí, se desborda la corrupción la impunidad.

En Guanajuato, no hay estado de derecho.

En Guanajuato hay un descontrol en el consumo de drogas, de tráfico de armas, y hay un menosprecio por el medio ambiente. Tal es el hecho, de que durante los últimos treinta años, el PRI y el PAN han demeritado el cuidado del medio ambiente y volcando en el cauce del gran río laja, un depósito de todos los residuos tóxicos de las grandes corporaciones, incentivando la cultura del deterioro ambiental, pues la  propia ciudadanía ha volcado ahí, toda la basura, porque el gobierno lo hace. En Cortazar Guanajuato me tocó contemplar la decisión de un alcalde panista de convertir la orilla del río en depósito residual y en incentivar el hábito de la ciudadanía a tirar ahí la basura, y eso sirvió para que construyeran otra parte de camino para conectar los bulevares principales de la ciudad. Si el gobierno, convierte en depósito residual al río, al cauce natural, uno de los principales atractivos de todo el estado, pues no importa y así, la ciudadanía también lo comprende. Esa es la imagen que han venido a volcar estos gobiernos. Y propios diputados que están ahí, y se creen medio ambientalistas y luchadores por el bien común y por la energía renovable, no hacen nada, no dicen nada, no participan en nada, sólo viven al servicio del aparato vulgar del partido verde ecologista que ha servido de satélite para el PRI y para el PAN para llegar, al poder, siempre acomodados, nada eficientes y mucho menos defensores del medio ambiente. Y es que a nadie le importa en gobierno, ni al gobernador que se cree que es líder mundial en atender la agenda global del combate al cambio climático; no ha hecho nada por el río laja, que hoy es depósito de lo peor de la entidad, pues es fosa séptica ya. Ahora es cultura y tradición que avienten cadáveres de asesinados al cauce del río. Ya suman decenas de cadáveres encontrados ahí, de seres humanos, porque desde ya hace poco, la tradición era encontrar a perros de pelea muertos ahí, asesinados ahí mismo, de forma brutal. La carroña y la muerte se asentaron en un río que era, en algún momento, fuente de vida.

En el ayer, el río laja era fuente de vida, hoy es fosa séptica. 
Firma nuestras peticiones de favor:
Change.org    http://chng.it/bCdw7HLH 

RESCATE AL PATRIMONIO DE CORTAZAR GUANAJUATO

usatupoder.org https://bit.ly/2KkmCd8

RECUPERACIÓN DEL RÍO LAJA GUANAJUATO

  

Rescatar nuestro medio ambiente es fundamental para rescatar nuestra seguridad pública.
Si no tenemos agua limpia, aire limpio, vida, naturaleza frente a nuestros ojos, seguiremos viendo esta descomposición social que sigue honrando a la violencia, y esto, producto de una política que no ha abonado al desarrollo social por importar sólo cuestiones mundanas, y nada trascendente ni espiritual para nuestra comunidad. 

En Guanajuato, hay terrorismo. 
Es un hecho.
Y hay que decirlo.

Se parece mucho Guanajuato del siglo XXI a ese tiempo de principios del siglo XIX donde la corona vivía cómoda y donde los indígenas en Guanajuato eran esclavizados, la pobreza crecía y los indios eran explotados en sus trabajos de la mina, y la injusticia se hacía evidente para el cura Don Miguel Hidalgo que tuvo que reparar en gritar:
 ! Muera el mal gobierno ¡


Erick Xavier Huerta

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