NO TRAICIONAR

No robar, no mentir y no traicionar, son los principios que fundaron un movimiento social que hoy busca consolidar su institución como primer fuerza en la república. Hay varios actores, pero la contienda se concentra entre Yeidckol Polevnsky y Mario Delgado.

Mario Delgado tiene la coordinación parlamentaria de la fracción de Morena en el congreso de San Lázaro. Tiene una gran influencia en el país al tener el mando sobre una cámara tremendamente relevante, importante, crucial para la vida política y pública de México. Es uno de los grandes poderes. Ante ello, controlar prácticamente los destinos de los recursos públicos de la federación desde ahí para auditar y conducir en acuerdo a los intereses de la nación y de los objetivos del presidente de la república, resulta una tarea portentosa. Por ello, no es descabellado, que Mario Delgado quiera unir, consensar y conciliar en el congreso, con una misiva de ejercer un parlamento abierto, es decir, de escuchar a todas las voces, de todos los sectores que conforman a la sociedad. No es descabellado aceptar en las filas de la fracción parlamentaria a individuos arrepentidos ante la nueva moda y poder que representa morena, y entonces decidir ir corriendo a esa fracción y abandonar sus principios y valores por los cuales lucharon en la elección federal del 2018.

Pero hay un caso, que cabe resolver debatir, argumentar y señalar. Es Guanajuato.

En Guanajuato se dio la mayor embestida del PAN en contra del tsunami que arrojó «morena» sobre la república. Estaba todo el gremio de luchadores del movimiento de Andrés ante el arrojo y el poderío del imperio del PAN orquestado por Vicente Fox, Miguel Márquez Márquez, y el panismo federal con el control absoluto de Ricardo Anaya. Ya le habían prometido millones y millones de votos a Ricardo Anaya.
Vicente Fox no iba a dejar que su bastión, su casa, su control fuera a perderse a manos de López Obrador. No iba a dar un mensaje de pérdida de poder político Fox desde su casa, su trinchera. Y así fue, acabó siendo el reducto de poder del PAN, Guanajuato. Ahora, aquí está la retaguardia, la fuerza de resistencia del grupo que anduvo doce años en el poder federal, descansando en los pinos. El mismo grupo que preparó al equipo de Enrique Peña Nieto, en Centro Fox para ganar la presidencia en 2012. El mismo grupo, que en Centro Fox estuvo defendiendo, desde cada Citek, a la administración pública que encabezaba Enrique Peña Nieto.

Ante tal escenario, Ricardo Sheffield y todo un grupo de candidatos fueron a enfrentarse ante el monstruo del panismo en Guanajuato, donde además había condiciones inequitativas para competir y para manifestar la libertad de las ideas políticas. Tanto es así, que hubieron muchos asesinatos, entre ellos el del candidato de «morena», Remedios Aguirre. No habían condiciones iguales. Justamente por eso hubo un acuerdo para no firmar el convenio de civilidad que promovía el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato, porque no daban derechos para que hubiese respeto, porque no se garantizaba la vida. Era un terreno sucio, y querían doblegar de cualquier forma la moral de lucha del movimiento político y social de regeneración nacional en Guanajuato.

Además, ante un escenario de tremenda precariedad de presupuesto para operar campañas, la desigualdad económica también era factor para luchar contra el aparato del PAN, arropado por las grandes carteras de los empresarios de siempre, del grupo hegemónico que controla instituciones y empresas.

Gente sincera fue a luchar, a pie, con sudor, con suela, mientras panistas descansaban y llevaban una campaña tranquila, pagando grupos de operadores para distribuir sus mantas, sus espectaculares, para producirles todo. En cambio, los personajes de morena, caminaban y caminaban, por todas las rancherías, comunidades, municipios, apersonándose de su campaña. Y el resultado, lo conocemos. El tsunami, pegó, pero no en Guanajuato. Aquí, el poder mantuvo su imperio.

Gente sincera en morena luchó para que hoy, representantes, diputados, senadores y funcionarios tuviesen legitimidad en su puesto. Hoy, gracias a esas personas, Miguel Ángel Chico Herrera obtuvo representación para poder ser diputado, ó Ernesto Prieto en el Congreso de Guanajuato, ó Ricardo Sheffield que fue reconocido con su designación como procurador. Hoy, gracias a esos militantes, está la senadora Malú Micher, Antares Vázquez, como voces y fuerza política en el senado.

Ese poder, cedió su fuerza y arropó en sus brazos a Emmanuel Reyes Carmona, del PRD. Reyes Carmona, fue arropado por el Partido Acción Nacional en Guanajuato, ejerciendo una alianza con su padrino político, Hugo Estefanía Monroy, miembros de la corriente ADN del extinto PRD. Y además sumaron a Movimiento Ciudadano. En ese pacto, con Hugo Estefanía Monroy, el absoluto dictador del PRD en Guanajuato, logró que este cantara de felicidad, pues podría obtener, sin problema ahora, la reelección en Cortazar Guanajuato, porque ahora, el PAN no competiría contra él, sino que sería su aliado. Sin embargo, Morena impugnó la coalición de «Guanajuato al frente», pero el poder del PAN en la entidad acusó a defender que la coalición no se cayera ante esta demanda, sin poder rescatar al final una resolución del tribunal que alcanzó a romper la coalición, pero sólo, a nivel municipal.
Así fue. Entonces Hugo Estefanía, en la búsqueda de su reelección en Cortazar, tuvo que competir contra su aliado a nivel estatal y federal, el PAN, y perdió. Perdió ante Ariel Corona.

Sin embargo, Hugo Estefanía había colocado a sus demás aliados políticos en la misma coalición. Su esposa iba por una plurinominal y su nuera por representación popular. Nunca iba a perder. Y su secretario particular, lo puso en la candidatura por una diputación federal, representando al distrito 13 del Estado de Guanajuato, Emmanuel Reyes.

Emmanuel Reyes se tomó fotos con Sinhué. Pintó todo el distrito festejando a Ricardo Anaya, a Sinhué y se jactaba de ganar sobre «morena». Fue parte del grupo que hizo toda mezquindad y juego para hacer perder a Andrés Manuel López Obrador en Guanajuato, a Ricardo Sheffield como Gobernador, y a su contrincante directo, Israel Mosqueda.

Festejó el primero de Julio que haya ganado por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano sobre «morena» en Guanajuato. Festejó el triunfo de Diego Sinhué sobre Ricardo Sheffield. Todavía regresó a Cortazar a festejar con su amigo Hugo Estefanía, y le acompañó de cerca al final de su administración.

Después, dejó al PAN. Se refugió en el PRD. Después amagó con dejar al PRD, pero en eso, salió a la luz pública el audio de conversación entre su padrino político, Hugo Estefanía, con "el puma", mando del Cartel de Santa Rosa de Lima. Y en ese audio, le platicaba Estefanía a Noé Lara alias "el puma", cómo robar recursos públicos del fondo uno, dos, del combate contra el huachicol, y le dijo que él mismo asesoró al presidente de Villagrán, Juan Lara, ocho días antes de que tomara posesión del cargo. Lara acudió al recinto de San Lázaro a visitar a Emmanuel, y después obtuvo recursos y entregó armamento a policías de ahí, donde se ubica Santa Rosa de Lima. Después, México descubrió al Marro, y el Presidente Obrador declaró una lucha frontal contra el robo de huachicoleros.

Reyes esperó el momento oportuno. Pero continuaron los escándalos. Ahora había participado dentro del grupo de legisladores que engañaron al recinto de Bellas artes, donde no se pueden ejercer actos religiosos porque somos un estado laico, y ahí fueron a aplaudir y a honrar a la iglesia de la luz del mundo con su padre mayor, el apóstol que así se hace llamar—Naasón García, acusado en EEUU de tráfico de personas, trata de personas, pornografía infantil, abuso de menores. Naasón Joaquín García fue levantado por cargos verdaderamente terroríficos, pero Reyes siempre estuvo de su lado, defendiéndolo y festejando en cualquier momento siempre, desde el propio recinto de San Lázaro.

Ahora, se deslindó de Estefanía por las acusaciones recibidas por los nexos con el crimen organizado. Dejó al PAN, dejó al PRD, dejó Movimiento Ciudadano y se le olvidaron todas las personas que votaron por él creyendo en el proyecto que representaba. Una traición a los principios y al proyecto que estaba representando y por el cual alcanzó su silla en San Lázaro. Incluso, debería ser destituido. ¿Cómo es posible que una vez en el poder, se den el lujo de olvidarse del gremio electoral que le dio legitimidad para representar en el poder público? ¿En dónde están los principios? ¿Se puede cambiar de idea de proyecto de nación en un par de meses? ¿Y el señor Mario Delgado, por la cercanía de poder al presidente se le hace simple recibir a un sujeto de estas dimensiones?—Reyes fue a buscar cobijo a Morena, y lo logró. Mario Delgado se tomó fotos con él, lo recibió y lo acogió y vino a su primer informe de actividades legislativas a enaltecerlo.

Mario Delgado invita a Reyes como parte de los legisladores que lo apoyan para que él dirija a Morena.

Creo que Mario Delgado es un buen tipo, sabe ser político, sabe estar cerca del presidente, tiene liderazgo, tiene juventud y tiene futuro, sabe conducirse ante medios de comunicación y promete hacer bien las cosas. Sin embargo, este claro ejemplo, sin reflexión sobre lo que representa su asociación política y cobijo a un miembro que proviene de este pasado, es una clara traición a quienes dieron vida, lucha y principios por un movimiento que el propio Reyes buscó descarrilar y hacer perder.

Creo que es una gran traición. Es un mensaje de traición de parte de quien quiere tener la alta dirigencia del partido, expresar con estas decisiones, que no importan principios, valores y pensamiento político, porque una vez que llegas al poder, queda en el olvido y lo único que importa es el dinero.

¿Acepta usted Mario Delgado a Emmanuel Reyes en «MORENA» por su liderazgo ó por la cartera que representa su distrito en el presupuesto federal?

¿Qué cree que piense Israel Mosqueda cuando observa cómo abraza a quien luchó por hacer perder al candidato de «morena» en Guanajuato y que estuvo promoviendo a Ricardo Anaya sobre Andrés Manuel López Obrador?
¿Cree que sería factible que en su lugar de pronto, el Presidente Obrador buscara que el coordinador de la fracción parlamentaria en el congreso, fuera José Antonio Meade ó Ricardo Anaya? ¿Le gustaría que en su lugar estuviera coordinando mejor Romero Hicks ó Manlio Fabio Beltrones?

¿Dónde están sus principios?
¿Dónde está su lealtad con la gente del partido que dio lucha, fuerza por hacer triunfar el movimiento el pasado primero de julio del 2018?—¿Considera aceptable abrazar a quien buscó aplastar el movimiento? ¿Considera ético, moral, abrazar a quien estuvo del lado de un proyecto mezquino?
Si por Reyes fuera, en 2018, usted no sería coordinador parlamentario de la fracción del partido «morena». Si por Reyes fuera, usted no tendría protagonismo político este año, y Ricardo Anaya sería presidente de la república, ó tal vez José Antonio Meade, y tal vez Reyes se hubiera ido al PRI.

Si por Reyes fuera, López Obrador no hubiese ganado la presidencia de la república y usted no estaría queriendo dirigir al partido y mucho menos, volver a mencionar, que hay que cuidar, proteger, este movimiento bajo los principios que lo fundaron:
«no mentir, no robar, y no traicionar».


Erick Xavier Huerta




Comentarios

Entradas populares de este blog

Desde la Cuna de la Independencia: «Cuarta Transformación»

MORENA UN CERO A LA IZQUIERDA.

VETADOS DE LA COORDINACIÓN: SHEFFIELD, HERNÁNDEZ Y PRIETO POR SU PROPIO PARTIDO «MORENA».