Encuentro para el Fortalecimiento Democrático en México

Encuentro para el Fortalecimiento Democrático en México

Son tiempos difíciles, apremiantes en México y en Guanajuato. La participación, asociación y acción de los ciudadanos son un deber urgente en beneficio de volver a recuperar nuestra democracia, sus instituciones, y con ello nuestra paz social. Sin fuerza en las instituciones de la república, no hay orden, no hay seguridad, no hay paz. Tenemos que encontrar la solución.
Desde hace tiempo por encima del país han venido pasando los intereses del bipartidismo, la permanencia en el poder a toda costa, sin importar los intereses de la nación a costa de los de un partido político.
Fui invitado a participar en el encuentro para el fortalecimiento democrático en México. Fueron una serie de conferencias, mesas de diálogo, reflexión y acciones para repensar nuestro país, nuestras comunidades, nuestro ámbito, y comenzar a plantear soluciones colectivas ante retos apremiantes.

Se dio en la ciudad de Salvatierra, Guanajuato, pueblo mágico, el encuentro entre líderes de opinión y clase empresarial. Un foro promovido por el Ayuntamiento de Salvatierra en coordinación con gobierno del estado de Guanajuato a través de la plataforma que ha creado la «USEM México» en su sede en Celaya Guanajuato.

La «USEM» es la Unión Social de Empresarios de México. La Unión que busca más empresas altamente productivas y plenamente humanas y socialmente responsables.

Fue un encuentro interesante dado en este primer mes del nuevo año 2020, 16 de enero. La «USEM» nació en México el 04 de Octubre de 1957 con un grupo de empresarios interesados en lograr una empresa y una sociedad a la medida de la persona humana, donde la persona sea siempre el centro, el fin, y el agente de la actividad económica. La empresa y toda la vida socioeconómica ha de ponerse al servicio de la persona y de la familia para lograr una sociedad más justa y humana. El 16 de febrero de 1960 fue aceptada su afiliación a la UNIAPAC (Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa) con sede en Bélgica. El 27 de Agosto de 1961 inicia la confederación USEM y el movimiento se proyecta a nivel nacional.

Fue grato encontrar puntos de coincidencia tremendamente importantes entre lo que significa la USEM y la CIT (Confederación Internacional de Trabajadores de México). Ambas organizaciones han logrado trascender e incorporarse a importantes confederaciones internacionales con esa justa e imperativa visión, mejorar la condición humana del individuo en trabajo, familia y sociedad. En este primer encuentro, dado en el pueblo mágico de Salvatierra importantes líderes, congresistas, dirigentes y líderes se reunieron para reflexionar el entorno que hoy habita en el estado de Guanajuato y en México.

La misión es reconstruir y fortalecer el tejido social.

Como alguna vez pasó con el norte del país, ahora el bajío ha poseído un importante crecimiento económico. Sin embargo, aquellas políticas del neoliberalismo que privilegiaron inversión extranjera sobre desarrollo local de empresarios, acabó por generar una fuerte cultura de indiferencia y poco sentido de identidad y arraigo en las localidades del estado, y por supuesto, de la república. La idea era siempre privilegiar la libertad económica por encima de las demás libertades. La idea era que tuviera más derechos el capital que el ser humano, y aquí ahora, nos encontramos las consecuencias de esas ideas y de esas decisiones.
¿Cómo revertir este proceso de violencia que padece Guanajuato y México?

El modelo neoliberal se caracterizó por promover la idea de una crisis permanente que es fundamento para mantener a las personas sin alternativas, porque todo sucede por la crisis. No hay dinero, por la crisis. No hay salud, por la crisis. No hay gobernabilidad, por la crisis. No hay educación, por la crisis. No hay paz, por la crisis. No hay honestidad y justicia, por la crisis. Pero nunca explican el origen de esa crisis. Hoy escuchamos alcaldes, que eso responden ante cuestionamientos, «que todo ocurre por la crisis y que ni el propio presidente de la república puede con la crisis». Pero no hay toma de responsabilidad por quienes fueron partícipes de esas crisis que hoy se sintetizan en la gran crisis nacional de credibilidad en las instituciones y del golpeteo político para desestabilizar por falta de pluralidad y democracia en nuestra incipiente historia de gobiernos democráticos en México.

En este foro, reflexionamos sobre eso.
Pensamos acerca de esta cultura hereditaria de práctica política pervertida que sólo hace tener una visión a quienes quieren representar los intereses del pueblo, que no saben otra cosa qué hacer más que ver por sus intereses y acaban olvidándose de la gente y de las causas fundamentales de la misión del estado y de la representación popular en una democracia que debe tener instituciones fuertes. Reflexiones en torno a la historia de nuestro país donde pudimos observar el debilitamiento paulatino de nuestras instituciones republicanas, una debilidad que aprovechó el crimen organizado para tomar ventaja sobre el estado y apoderarse de varias regiones del país y comandar los destinos de México. Sí, es cierto, desde hace tiempo este país fue entregado al crimen.

Aparte de esta situación enferma y agonizante de nuestras instituciones, bajo amenaza del crimen, también ocurre la otra sombra de amenaza: la recesión constante de la economía mundial, un ciclo que parece interminable. Y es que el propio modelo neoliberal es fundamento y promotor de la corrupción y de la violencia. Así ha quedado de manifiesto al tiempo.

Conversamos sobre las corrientes de liderazgos que buscan desestabilizar al presidente de la república sin ocurrir en conciencia de que eso, al final de cuentas, nos afecta a todos. Y que muchas veces, esos liderazgos, que provienen por ejemplo, de la «Coparmex», son liderazgos en busca de sus propios intereses, y no de la gente. De ahí salió Fox y varios más acomodados en esferas del poder, pero también siguen ahora buscando los nuevos miembros, puestos y liderazgos para alcanzar sillas en la representación popular que habita en gobierno.

La democracia debe hacerse de abajo para arriba, para que nuestras raíces sean fuertes, para que la pirámide tenga solidez y legitimidad.

¿Por qué tenemos tanta violencia?
Hay que pensar en las causas, y resolverlas, y no solamente buscar apagar el fuego de forma colérica. Así, reflexionamos en torno al caso de Cherán Michoacán, pueblo que estuvo asediado por el crimen organizado, sufriendo extorsiones, corrupción, impunidad e injusticia y padeciendo la violación y saqueo que hacía el crimen organizado a todos los recursos naturales de la entidad. No había respeto. Hasta que la sociedad se hartó y se alzó en dignidad defendiendo su territorio, sus recursos, su paz, su gobierno. Corrieron a los partidos políticos y ahora se conducen bajo usos y costumbres.

¿Debemos Cheranizar a México en ese sentido?
Podría ser. Podríamos pensar en reconceptualizar nuestra federación y pensar en un esquema de tal naturaleza para conseguir la paz. ¿Cuál otra solución existe? Lamentablemente el crimen organizado se infiltró en política, opera y es dueño de varias regiones del país. Tomó ventaja ante el debilitamiento del estado mexicano, y hoy a quien más beneficia la falta de credibilidad en políticos y en gobierno, es justamente, al crimen organizado. Ahora, hay entidades que son abastecidas por esos grupos criminales en obra, infraestructura y la gente vive bajo ese yugo.

Política, gobierno, empresa, trabajadores y familia deben articularse para recuperar su patrimonio social. Es la única forma. Desgraciadamente hemos tenido falta de liderazgos al respecto que puedan lograr esta odisea; y mucho tiene que ver, tal vez, con esta cultura del individualismo donde no hay vocación de saber trabajar en equipo, de hermanarse y de constituir un esfuerzo colectivo juntos para determinar nuestro destino en comunidad. Todas estas esferas se han desfragmentado, y cada una ocurre por su cuenta, pero todas siguen siendo parte del mismo organismo social.

Mucha de esta violencia, es que parte también de que nuestras empresas, mayormente inversiones extranjeras, ponderadas por gobiernos, no tienen un criterio de sentido por el bienestar ni dan importancia a la estabilidad y seguridad del municipio. No les importa, porque están de visitantes, no hay un vínculo entrañable de responsabilidad como puede ocurrir con un empresario que verdaderamente vive en la localidad y que ahí radica su patrimonio. Esta responsabilidad, acción organizada, deliberada y sostenida, es lo que hace falta en una visión y acción en conjunto por todas estas esferas que conforman a la sociedad de un estado mexicano.

Lamentablemente, los partidos políticos sí han servido de división en la sociedad mexicana. Y lamentablemente sí padecemos una cultura de violencia que promueve más violencia. El machismo, la indiferencia, la exigencia por más y más derechos sin asumir responsabilidades y obligaciones en mismos términos, hace y provoca que tengamos una sociedad desequilibrada y desarticulada. Tenemos que priorizar las cosas. Primero nuestra paz, nuestra seguridad pública. Eso implica respeto, y tenemos que ejercer el respeto, accionarlo y hacer participativa la paz.

La paz no es pasiva, es participativa y ello implica, que sociedad, comunidad y ciudadanía articulen mecanismos y esfuerzos en sentido a una sola cosa: no padecer violencia. Creo que es posible, y creo que este foro da pie a ello, a una primer consulta con nuestra reflexión, en colectivo, con un intercambio de ideas que van dando pautas a deliberar mecanismos para implementar acciones que nos resuelvan conflictos que hoy y siempre, nos atañen a todos.

La violencia nos hace perder a todos. Se incrementan las enfermedades, los padecimientos del nuevo siglo, estrés y un desequilibrio en todo rubro: político, empresarial, educativo, social e individual.
Hay cálculos de que México lleva perdiendo más de cinco billones de pesos a causa de la violencia. El impacto económico es gigante y se va incrementando anualmente en prácticamente el cinco por ciento.

¿Cuántos millones le cuesta a Guanajuato ser el primer lugar en homicidios en el país y tener varias regiones y municipios controlados por el crimen organizado infiltrado además en esferas de poder político?

Hay un llamado importante que surgió en este foro: «No debemos normalizar la violencia».
Este es un proceso social urgente, importante, que implica toda nuestra energía y concentración.
Tengamos en cuenta que los procesos sociales no son iguales a los económicos, estos requieren mayor tiempo y una increíble creatividad para volver a tejer una configuración de articulamiento en nuestro ecosistema que permita generar identidad, vínculos de confianza y acuerdos como colectivos.

Si no sanamos, estaremos inmersos en un ciclo interminable de repetición de la violencia. Esto es lo más urgente. Tenemos que dar pasos en esa dirección.

Lamentablemente, otra de las causas que han abonado a esta crisis social, económica y política en México, es la falta de autoridad moral y ética que habita en nuestros liderazgos. La batalla brutal entre partidos por el poder, osa la estrategia del desprestigio de la persona más allá de la idea más creativa para encontrar soluciones, cosa que va albergando una suma de descalificaciones y sentimientos de rivalidad, revanchismo y ostentaciones de poder que no ayudan a promover y gestar la paz social que nos urge.

Re-pensar en nuestros usos y costumbres y en las propias tradiciones de la política tradicional de los antiguos, nos lleva a reconsiderar la importancia de honrar a nuestras personas de más edad, que han padecido el mayor tiempo y albergan la mayor experiencia. Su sapiencia y reconocimiento de haber llevado vidas honrosas y dignas, creo que sería un factor primordial para rescatar esa autoridad de sabiduría que da cuenta también a la investidura y reconocimiento de lo que significa la vida en el tiempo de mayor reflexión sobre lo que significa existir aquí y ahora.

Debemos buscar un consenso, y creo que nuestro interés es urgente. Queremos paz y la necesitamos ahora, porque sólo así se puede ser feliz. Aquel que ha perdido la paz, lo ha perdido todo, porque no puede disfrutar de nada.

Construyamos el espacio, mundo, comunidad, pueblo, colonia. Busquemos consensar, busquemos hermanarnos, y caminemos juntos a esos horizontes de progreso y bienestar.

Es tiempo.

Erick Xavier Huerta Sánchez