COVID-19 «ENEMIGO Y GRAN ALIADO»









COVID-19 «ENEMIGO Y GRAN ALIADO»



Hay signos que apuntan a un verdadero complot de aliados estadistas que buscan resguardar sus intereses y mantener control sobre sus potencias. Pero sería una locura, sería una verdadera desesperanza, considerar esta crisis por un acuerdo de líderes sin escrúpulos que atentan contra la humanidad sin ningún tipo de consideración por la vida humana. Sin embargo, eso pasa y ha venido sucediendo en el mundo. En Estados Unidos de Norteamérica se comenzó a cazar a mexicanos, y las armas no paran de vender, hay una guerra contra el narcotráfico en México y Estados Unidos consume drogas y gana dinero con la venta de armas. Y no hace mucho, ocurrió la guerra de Vietnam que comenzó en la década de los 60's y hace 75 años apenas había una masacre por la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki. Hoy, hay decenas de guerras en decenas de países, en este momento. ¿Podría ser COVID19 verdaderamente una arma biológica echada en marcha para conseguir objetivos políticos, sociales, culturales, económicos? Hace apenas cinco años Bill Gates alertaba en una charla de TED, que no serían misiles sino microbios las nuevas armas en las guerras del mundo. Admiran a Macron, a Merkel y a Trump. Pero son los que menos quieren a migrantes en sus países. Levantaron prisiones y campos de concentración para albergar a los migrantes. El tema que más les ocupaba y por el cual hasta ganaron elecciones era deshacerse de los migrantes. COVID19 llegó para ser su gran aliado y afianzar su política proteccionista, levantar muros, cerrar fronteras y facilitar mejor y más rápido procesos de deportación masiva de extranjeros ahora con mayores justificantes: peligros sanitarios. Ya no será tan fácil pedir asilo.

Hay hasta el momento, registradas 11, 408 muertes. 91, 979 personas se han recuperado. El virus se encuentra en 185 territorios. Hay 278, 589 y más casos registrados al momento. China, Italia, España, Irán, Alemania, Estados Unidos, Francia, Corea del Sur, Suiza, Reino Unido, Países Bajos, Austria, Bélgica y Noruega. En ese orden son los países más afectados por COVID-19. Indudablemente un virus de este calibre pone a prueba la capacidad de respuesta de nuestro nivel de conciencia individual y colectivo. Pero, también, es cierto, ha aparecido un gran aliado de las potencias y dirigentes del mundo que osaban ya no querer más migrantes. Al tanto de ello, el discurso pronunciado por Donald Trump para alcanzar la presidencia de su país era estigmatizar a los mexicanos, acusarlos de peligro y alertar sobre los migrantes centroamericanos, como lo peor del continente que buscaba llegar a la tierra de los sueños, que osa derecho de admisión a la tierra prometida por ser un gran privilegio. Pero Estados de Norteamérica no es el único lugar que tenía estos problemas por no poder soportar el fenómeno migratorio. Al tanto, Francia, con el Presidente Macron, cuya aprobación ante la ciudadanía se encontraba por los suelos, fue duramente señalado por levantar campos de concentración para albergar a los migrantes que ya no quiere en su país.
El fenómeno migratorio se convirtió en un tema de debate, disputa, causa política para ganar elecciones, y causa para cambiar el modelo de orden social, económico, comercial. Adiós a la globalización, y ahora saluden al regreso de nacionalismos y economía proteccionista. Y ahora aparece COVID-19 para, colateralmente, afianzar el nuevo modelo de paradigma comercial, económico y político en el mundo. Desde el once de septiembre, por el ataque terrorista a las torres gemelas en Nueva York, el mundo no había vivido una situación similar, al punto que nuevamente los aeropuertos son el tema de peligro, y un nuevo orden nos espera, con derecho de admisión a la movilidad previniendo ahora los síntomas de una posible enfermedad que termine en pandemia. Se acabó la era de que una persona puede ser peligrosa por sus ideas, y ahora también es peligrosa por su estado de salud física, no solamente mental.
Se habla de cambiar el paradigma de ordenamiento mundial, y cómo pasamos de un orden unipolar (EUA) a un orden tetrapolar (Rusia, Estados Unidos, China e India), donde se ha terminado el neoliberalismo y hemos pasado a un orden proteccionista. Irónicamente, sin apelar a husmear tanto en confirmar si el virus fue un arma biológica armada en un laboratorio con fines específicos de impacto mundial para resolver temas económicos y comerciales; lo que sí podemos vislumbrar es el impacto colateral que está dando COVID-19 en el mundo en materia política y económica ayudando en temas específicos a dirigentes mundiales. Y es que la migración masiva, ha sido el fenómeno que han padecido los grandes dirigentes de las potencias mundiales.

Apenas ayer Trump había impuesto sanciones comerciales a la Unión Europea y a China, y mucho tiene que ver porque ellos ya tenían tremenda influencia de parte de Rusia y China. Pero la confrontación se volvió mayúscula entre Estados Unidos y China. No obstante, apenas ayer también, el tren México-Querétaro que había prometido Peña Nieto, se vino abajo por la falta de transparencia en licitación que hubo ante los Norteamericanos y los Chinos, y el Dragon-Mart en Cancún tampoco se llevó a cabo.

¿Será la mano invisible que regula el libre mercado?

¿Es COVID19 una peste del mundo biológico que aparece justo en el momento de una guerra comercial, cambio de orden político y económico que busca frenar el fenómeno migratorio que amenaza la estabilidad del mundo de occidente?

Estados Unidos de Norteamérica levantó su nuevo gobierno bajo el ataque diplomático y político a México, acusándolo del nuevo enemigo de su país, por la migración masiva. Donald Trump, una vez en el poder, urgió a México a contener y hasta convertirse y declararse en tercer país seguro ante las Naciones Unidas, pero México no acató tal orden pero sí aceptó cooperar en retener la migración masiva proveniente de Centroamérica. Y México salvó su condición de ser declarado como tercer país seguro, pues eso implicaría acatar las directrices de la convención de Ginebra de 1951 sobre el estatuto de refugiados—lo que indica que México no podría hacer retornar a migrantes que piden asilo y les tendrían que garantizar derecho a vivienda, seguridad social, servicios médicos, empleo y educación y garantizar el derecho a su reunificación familiar. Tan sólo en Estados Unidos se calcula un porcentaje entre 80 y 85% de solicitudes que son rechazadas por petición de asilo político por parte de inmigrantes centroamericanos. Esa es la magnitud de urgencia de Estados Unidos a México para que detengan el flujo migratorio. Se dispararon las caravanas migrantes y México tuvo que ocuparse de proceder ante tal tema pues fue factor de negociación ante la ratificación del nuevo Tratado de Libre Comercio con EUA y Canadá, T-MEC.

El fenómeno migratorio apunta a la tremenda desigualdad que se vive en el mundo, y cómo potencias de enriquecimiento privilegiado quiere mantener como tal sus condiciones y no consideran apelar a hacerse cargo de un fenómeno social de tal magnitud, por la inversión de estado bienestar que ello implicaría.

Estados Unidos de Norteamérica reanudó hoy la deportación de guatemaltecos y serán puestos en cuarentena preventiva acorde a protocolos de salud establecidos. Y ya Trump gustó en acordar vigilancia mayor sobre la frontera, por el riesgo de los dos países. Trump acordó con México restringir los cruces no esenciales entre sus fronteras, incluyendo el turismo. Pero México, ya no tuvo que hacer mucho en su frontera sur con Centroamérica, pues Guatemala sola tuvo la iniciativa de cerrar la frontera con México, y el Salvador alertó a toda la ciudadanía del peligro que suponía México para su país, por lo que había que tener tremendo control sobre todas las personas que provenían de tal país, indirectamente señalando del peligro que ocurre si uno viaja hasta México. Centroamérica, sin más, optó por cerrar sus fronteras. Ahora evitan hasta que aterricen aviones en su territorio si provienen de Europa. Y la alerta de grandes personalidades del ámbito político, social y cinematográfico de tremenda influencia en occidente han bastado de ejemplo a todos que cualquiera puede padecer la enfermedad, y que corres el riesgo de convertirte en parte de la estadística de muertos por la adquisición de COVID19.

Los dirigentes de la Unión Europea, Alemania, Francia, España, se quejan de los migrantes por romper los límites gubernamentales de la cobertura médica. Por tanto, Francia ha ocurrido en buscar imponer cuotas a los inmigrantes que apelan al derecho de asilo en el país de la "libertad". Lo mismo sucede en América con Estados Unidos de Norteamérica. La cobertura de salud pública es el gran factor de debate y crisis que alertan los dirigentes de las grandes potencias y por lo cual han apelado a buscar de cualquier forma frenar el fenómeno migratorio. ¿Servicios médicos gratuitos a los migrantes? Ni pensarlo. La crisis alerta y salvaguarda lo que han querido salvar los estadistas que más influencia tienen en el mundo.

Apenas en el segundo semestre del 2019, Emmanuel Macron se encontraba en una fase que apagaba una de las peores crisis diplomáticas desde la segunda guerra mundial, cuando se reunió con el primer ministro de Roma, Giusseppe Conte y con el presidente de la república, Sergio Mattarella. Conte y Macron acordaron y coincidieron en reclamar un mecanismo automático para distribuir entre los países de la Unión Europea a los inmigrantes llegados a las costas del mediterráneo.

Comencemos. Había una guerra comercial con China, donde estaban implicados los países protagonistas que más sufren por el Coronavirus; Francia, Alemania, Irán tenían importantes alianzas comerciales con China y Rusia, y ahora la mayoría de los países ha cerrado sus fronteras con China e Irán. Trump y Macron desde hace tiempo vienen buscando acciones para inhibir la influencia de Irán sobre Iraq y Siria.

Estados Unidos comenzó a ganar en su bolsa de valores, pero China poco daño sostuvo en la suya (por no decir nada), y de pronto en los últimos días, las ganancias de Trump en la bolsa se perdieron y China comenzó a registrar ganancias. La guerra sigue.

Italia. Por su parte, el país con mayor drama y muertes en el mundo por Coronavirus, es el gran protagonista también del fenómeno migratorio. Italia es la puerta migratoria a Europa. Marroquíes, africanos de Albania y de Rumania acogen miles de embarcaciones que siempre llegan a las costas italianas, en busca de una vida mejor. En España, el Centro de Investigaciones Sociológicas, en 2018, apuntó el resultado de la respuesta de la ciudadanía ante la consideración de los tres principales problemas que enfrentaba la nación, y ocurrió que la población situó el problema de inmigración como uno de los tres temas más apremiantes que debía resolver el país.
Es uno de los tres principales problemas que enfrenta la Unión Europea desde hace años.

Irán es el país de origen migratorio. Millones de personas se van de Irán en busca de una vida mejor. En 2013, tras la llegada de Hasan Rohani, se registró un fuerte movimiento migratorio de Iraníes a Europa. Y es que África y medio oriente enfrentan problemas problemas verdaderamente graves en materia de sequías, catástrofes naturales, crisis políticas y socioeconómicas. Estos movimientos y fenómenos migratorios alentaron los sentimientos nacionalistas en Europa.
En Corea del Sur, por su parte, la mayor inmigración procede de China. Corea del Sur es la potencia occidental, gran aliada de Norteamérica. Y por su lado, Corea del Norte no registra una crisis de tal magnitud. ¿Qué pasa?

Justamente, «el Brexit» se dio porque Reino Unido ya no quería pertenecer a la Unión Europea, lo que implicaba apelar al nuevo sistema de ordenamiento mundial, proteccionismo, nacionalismo y renunciar categóricamente a esas cuatro premisas fundamentales de la Unión Europea: libre circulación de trabajadores, mercancías y capitales. Recordemos que el principal argumento de los británicos para salir de la Unión Europea fue «recuperar el control sobre sus propios asuntos» en particular sobre sus fronteras, lo que permitiría un mejor control sobre la migración.

A mediados del año pasado, 2019, Alemania urgió acelerar el proceso de deportación de inmigrantes con orden de expulsión, porque el gobierno busca controlar, ordenar, y limitar la inmigración.
Hace dos años el reporte del Barómetro de la percepción de la gravedad del tema migratorio frente a la realidad que enfrentan los países de la Unión Europea nos arrojaba la clara visión del problema protagonista que es la migración en la Unión Europea. Y esta crisis de refugiados en el siglo XXI, en el comienzo del año 2020 en el nuevo milenio que abre la puerta a la fase de la tercera década, nos registra el tremendo fracaso que habita en la Unión Europea sobre la crisis de refugiados, y como tal lectura, estuvo acertada de parte de Donald Trump desde la orquestación de su campaña política, y cómo tal fenómeno sigue oscilando en augurar su reelección al frente de la presidencia de Estados Unidos de Norteamérica por el acertado atino de levantar muros, cerrar fronteras y hacerse cargo directo de sus propios asuntos, la nueva era.

La política común fracasó, tanto abrumó a los líderes, que se apostó por replegarse en sus fronteras, implementar proteccionismo comercial y ahora, reforzar al tema de inhibición a la migración, ya no sólo desde la perspectiva simple de levantar muros, porque habían manifestado ya: «las migraciones continuarán y se deberán respetar los derechos humanos. Y qué mejor idea que los muros estén ahí pero las migraciones se inhiban por una crisis de salud mundial que apela además a cuidar de los derechos humanos en que la mayoría se salve, a costa de enfermos que puedan prodigar un problema de salud pública. El tema de la migración era un tema de salud pública, y su inhibición,  de igual forma lo es.

La guerra contra el enemigo invisible, ayuda y refuerza los objetivos que ya venían persiguiendo los grandes estadistas como Trump, Merkel y Macron.
Ellos no querían migrantes, menos ahora.



Erick Xavier Huerta


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