Diego. No es lo mismo. No es igual. Nada es lo mismo.

No es lo mismo».

No somos iguales. No es igual.

Nada es lo mismo.

No debe haber linchamientos mediáticos, dice Diego Sinhué, para mantener la unidad en la federación. Sin embargo, sus acciones dicen otra cosa, como el que dejara hablar a nombre del empresariado guanajuatense al señor José Arturo Sánchez Castellanos, Presidente del Consejo Coordinador empresarial de León Guanajuato, que a nombre del gobernador amenazaba al presidente de la república de salirse del pacto federal en ese momento donde presentaban un gran plan para solventar la contingencia y el impacto de la Pandemia COVID19 en el estado de Guanajuato.
—Dijo Diego que reprueba lo sucedido en ciudad de México y se solidariza con Claudia Sheinbaum por el caso de atentado en contra de Omar García Harfuch, —secretario de seguridad de la ciudad de México. Y pide que ocurra lo mismo en consonancia, y que haya unidad y que nadie saque raja política, pero lo hace escondiendo su interés de buscar polemizar frente al presidente de la república con sus declaraciones.

La gran diferencia señor gobernador Diego Sinhué, es que Omar García Harfuch fue designado como secretario de seguridad de la ciudad de México apenas el pasado mes de Octubre del año 2019 en sustitución de Jesús Orta (quien renunció ante Sheinbaum luego de diez meses de trabajo al frente de la secretaría) y Harfuch ha dado resultados contundentes, que durante una breve gestión ya ha logrado detener al menos a 25 integrantes del Cartel de la Unión Tepito.

Y hasta otros políticos, como su antecesor Miguel Márquez Márquez, han tenido un poquito de más categoría al reconocer los asesinatos contra políticos y funcionarios que han ocurrido en la entidad, como el de Agustín Banda en Cortazar. Pero usted, Diego Sinhué, guarda silencio ominoso cuando asesinan a un estudiante, cuando ocurre un feminicidio contra otra estudiante universitaria. No se solidariza con el sufrimiento de la comunidad estudiantil universitaria que ha tenido varias pérdidas por la inseguridad pública que usted no puede proveer a la ciudadanía. Tampoco reconoce ni se solidariza con los asesinatos políticos que han ocurrido, que ya registra decenas de nombres al respecto y que el último caso fue el de Joel Negrete en Abasolo, y no dijo nada.

Las personas, a las que gobierna, se dan cuenta.

Sheinbaum cuando tomó el poder en diciembre del 2018 descubrió ventanas blindadas en la oficina que alguna vez ocupó Miguel Ángel Mancera, hoy senador de la república. Recordemos el contubernio de Mancera con Peña Nieto, y cómo usó todos sus recursos para afirmar contundentemente y reiteradamente durante todo su sexenio que el narco no habitaba ni estaba asentado ni tenía operación  alguna en el territorio de la ciudad de México. Hoy queda totalmente desmentido por la nueva jefa de gobierno. Se destapó la cloaca de corrupción que el gobierno federal que encabezó Peña Nieto y Mancera, como jefe de gobierno en ciudad de México trataron de ocultar a toda costa maquillando una realidad frente a la ciudadanía totalmente mezquina. Eso te habla de ese período de resquebrajamiento institucional que provocó la mayor crisis de credibilidad de las instituciones frente a la ciudadanía.

No es lo mismo que Sheinbaum y su equipo desmantelen la corrupción y el crimen que habitan la ciudad al contrario de usted que su equipo siempre ha buscado ocultar a los cuantos carteles que operan en la entidad y disputan una guerra. Que dejaron claro crecer al Cartel de Santa Rosa de Lima bajo el mismo gabinete que usted ha ratificado y mantenido en el poder a toda costa, aún cuando la opinión pública desconfía abiertamente de su función y representación. Y que además han doblegado al poder legislativo para ser su vil apéndice sin contradecir de manera alguna todas sus decisiones al respecto de esta materia tan sensible que es lo que más le apremia a la ciudadanía.

No es lo mismo señor Gobernador, Diego Sinhué. No trate de comparar el resultado, historial e imagen del fiscal Carlos Zamarripa, que procedió por su permanencia por otra década en el puesto bajo un esquema de pase automático, sin transparencia, a total modo del Partido Acción Nacional y de los suyos, sin debido proceso, haciendo uso faccioso del aparato institucional que vive bajo resguardo del PAN en la entidad. No es lo mismo. No es lo mismo la fiscal general de la ciudad de México, Ernestina Godoy Ramos y su desempeño, al que ha ocupado y manifestado y expresado el señor Carlos Zamarripa, que ya llevaba una década en el cargo y que además, desde los tiempos de Peña Nieto, Guanajuato ya era bastión y terreno del crimen organizado, que desde aquellos tiempos se infiltró en política y operaba y controlaba bastos territorio de la entidad. No es lo mismo.

Señor Sihué, usted ya era secretario de desarrollo social de Miguel Márquez Márquez y Guanajuato ya gozaba con los primeros lugares de inseguridad pública, violencia, corrupción e impunidad. Y sólo ha servido para seguir los mimos intereses sin tener injerencia alguna en la toma de decisiones que le concierne como gobernador de la entidad.

Sheinbaum procedió como candidata a la ciudad de México bajo un proceso democrático, no por dedazo como usted, y compitió contra sus compañeros que también querían el puesto como Ricardo Monreal o Mario Delgado y aceptaron el resultado. Al contrario de usted que fue designado por Miguel Márquez Márquez y que además lo puso en anterioridad en la secretaría de desarrollo social al puro estilo tradicional del PRI para que comenzara su proceso de control electoral haciendo uso de los recursos públicos para ganar adeptos frente a la ciudadanía con esos programas de asistencia social en esa dependencia.

Señor Sinhué, Zamarripa lleva desde 2009 en el cargo. Desde 2012 el secretario es Alvar Cabeza de Vaca, y lo que pasó es que sí dejaron crecer el crimen en el estado y por eso hoy es ingobernable. Si no es por el presidente López Obrador no se descubre el tremendo desfalco que hacían a Pemex y ala refinería de Salamanca desmembrándola de a poco con el robo del crimen institucional organizado. Y ahora no les ha quedado de otra más que aceptar la orden de luchar contra un crimen que al parecer, mantenían resguardado, oculto y maquillado, al estilo de Mancera y Peña Nieto en la ciudad de México.

Señor gobernador Diego Sinhué, el equipo de Sheinbaum es fresco, es nuevo, no ocupa al mismo grupo del señor Miguel Ángel Mancera, hay nuevos rostros, nueva dinámica, nuevo paradigma en la democracia política y de gobierno de la ciudad. Al contrario usted, representa los mismos intereses del grupo de poder que comanda a la entidad desde hace más de un cuarto de siglo. En Cortazar, Guanajuato, más de cinco administraciones ininterrumpidas de Acción Nacional para darle paso luego a narco políticos que se infiltraron en las esferas de poder por el crimen que ha imperado en la entidad desde los tiempos en que gobernaban muy bien bajo el amparo de Enrique Peña Nieto. Y en Celaya, igual, treinta años en el poder, los mismos. Presumen mucho avance y la realidad es decadente y son los mismos funcionarios. Usted ha estado en todas las esferas del poder gracias al PAN en Guanajuato y por lo mismo llegó a gobernador. Hasta le prometieron a Ricardo Anaya más de un millón de votos como si la democracia fuera eso, una cuota totalmente capitalista asegurada para invertir en el poder. Usted le prometió más de un millón cuatro cientos mil votos a Ricardo Anaya, ¿Por qué tal seguridad? ¿Por qué controlan al IEEG? ¿Por qué el IEEG es parte de su aparato de poder que controla a todos los poderes en Guanajuato, hasta el del crimen organizado? Si gobierno federal no destapa la cloaca en Guanajuato, no se enteraría la «comentocracia» de la existencia del Marro, como alguna vez señaló el periodista Joaquín López Dóriga en un debate del programa "Tercer Grado".
Han tenido todo el poder, han logrado tener todo el poder. Y nunca pueden justificar los tremendos errores de la década perdida que generó Acción Nacional en el gobierno federal. No han logrado justificar la decena trágica que provocaron sus presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox, que además, los dos, sus principales capitales y figuras políticas acabaron declinando y renunciando a su partido político. Vicente Fox porque quería al PRI, y Felipe Calderón porque prefirió fundar otro partido que cumpliera sus caprichos.

Su antecesor Márquez Márquez guardaba silencio ominoso en complicidad con el presidente de la república Enrique Peña Nieto.
—Enrique Peña Nieto debió denunciar su desgracia institucional y el nivel de decadencia y putrefacción que se comenzó a acentuar, pero claro, con él tenían acuerdos de primer nivel, al tanto que se unieron dócilmente desde el principio para firmarle su pacto por México y acompañarlo como buenos compañeros políticos en su desempeño hasta que el tiempo apremió y tenían que engañar otra vez a la opinión pública manifestándose como una nueva alternativa política para el país.

Los ciudadanos no son tontos, por eso votaron por un cambio y apoyaron el cambio paradigmático que logró romper al sistema político bipartidista en el país.

No compare, ni defienda lo indefendible. Sea más creativo y rescate el ejercicio institucional en el estado. Deje de andar de gira con los gobernadores que buscan conspirar para derrocar al presidente de la república y regresar a las mieles de todo el poder federal. Deje de andar haciendo eso, viajando a Nuevo León, viajando a Tamaulipas, caminar por San Miguel turístico con sus amigos gobernadores del PAN que buscan ser el contrapeso de Obrador, por órdenes de su general Marko Cortés. Deje de hacer lo que usted mismo reprende: intentar sacar raja política gastando millones en publicidad de que usted gobierna la grandeza y que aquí, como alguna vez dijo Mancera en la ciudad de México, no pasa nada ni habita el narco.
O haga algo mejor, renuncie.


Es cuanto.


Erick Xavier Huerta S.