EL MEDIOCRE PANISMO


EL MEDIOCRE PANISMO 

Creen que encubrir la violencia, la inseguridad, la corrupción y la impunidad es objeto de la altura política.
No.

Guardan silencio ominoso frente a Diego Sinhué, Carlos Zamarripa y Alvar Cabeza de Vaca, porque esas son las amistades que les importan. 


Un auge y tremenda inseguridad se registró durante la presidencia municipal de Elías Ruiz. Ante el hartazgo, la gente se decidió por votar por un cambio, por Juan Aboytes Vera, quien en ese tiempo era apoyado por Luis Enrique Torres León que fue secuestrado prácticamente durante toda la campaña política.
Luis Enrique Torres León fue liberado tras mes y medio de secuestro.

En ese tiempo, Luis Enrique Torres León pensaba que no debería ganar el PAN. Pensaba, cuando fue candidato del PVEM que Elías Ruiz y el PAN, la pandilla, no deberían ganar más poder en el municipio. Así, luego se sumó al PRI. Pero luego tuvo roces con el equipo de Juan Aboytes Vera y se vino abajo la coalición que triunfó sobre el PAN, PRI-PVEM.

Cuando Juan Aboytes Vera ganó, anunció en su toma de protesta un plan para recuperar la seguridad pública en el municipio, cosa que tardaría, según su plan, unos cien días. Pero fracasó y luego lo reconoció públicamente. 
Durante su gestión del "nuevo PRI", yo sufrí robos al auto, cristalazos, rompimientos para robarle pertenencias, y así supe de la misma inseguridad que padecían amigos y familiares. Pero puedo hablar personalmente de la inseguridad y robo y atracos que he sufrido a mi propiedad. 
En ese mismo trienio, asaltaron a una de mis tías, y la arrastraron y maltrataron en la calle, y por defenderla, el ladrón disparó contra nuestro jefe técnico. Sí, en esa calle, donde habita empresa, residencia y un hospital con pediatría que diariamente atiende a familias y a bebés y a niños. Y en la esquina hay una escuela primaria. En otra esquina hay una escuela secundaria. 

En 2015, en tierra de centro Fox, robaron a manos del ballet parking de gente de la organización, todo mi equipo de producción. Ahí andaba el gobernador que fue a la clausura de CITEK 2015, y varios alcaldes y funcionarios de alto rango del gabinete de Peña Nieto. Eso no sirvió para que hubiera respeto al evento. Me enteré que a varios, a manos del ballet parking, se nos fue ultrajado propiedad y pertenencias. 
La policía nunca supo nada. Gente de Citek nunca supo nada. El ballet parking nunca supo nada.

Después del esfuerzo, compré nuevamente equipo de producción pero me lo arrebataron en frente de Sanborns en Celaya, en el blvd. López Mateos.
Un desastre la administración de Ramón Lemus en Celaya. Ni tenía liderazgo ni había gobernabilidad. Era un caos y la delincuencia estaba desatada. Pensaríamos que disminuiría, pero no, aumentó.

Durante la gestión de Hugo Estefanía. Robaron múltiples veces mi auto enfrente de donde vivo y de donde trabajo. Múltiples veces sufrí cristalazos. Y un día tumbaron la pared para poder robar nuestras oficinas pero se pudo frustrar el ataque. 
Un día, al parecer, me siguieron hasta la agencia Chevrolet en el blvd. López Mateos. El robo fue grabado, me espiaba un tipo a lo lejos, para darse tiempo y romper ventanas de mi auto para llevarse cosas mientras yo hablaba con personal de la agencia.

Un día estaba trabajando, y al lado de mi oficina rafaguearon el portón de la casa de mi vecina.
Un día, tumbaron la pared de nuestras oficinas de antenas, pero el robo fue frustrado. Luego lo volvieron a intentar, pero volvieron a fracasar. 

Durante la gestión de Hugo Estefanía, este alardeaba de ser compadre de Luis Enrique Torres León, pero a pesar de esos festejos, la familia de Torres León sufrió la incapacidad y violencia perpetrada en la entidad bajo la presidencia del que alardeaba mucho amistad y compadrazgo con él: Hugo Estefanía Monroy. 

El trienio de Hugo Estefanía fue un desastre en la materia de seguridad pública. 
No hubo cambios sustanciales, ni con el PAN, ni con el PRI—PVEM, ni con el PRD. 

Pero ahora, el PAN, daría un golpe de timón.
Durante la nueva gestión del alcalde Ariel Corona, nos han robado camionetas, equipo de producción. No recuperamos nada ni con las denuncias. Ya lo sabemos, pero siempre uno aguarda esperanzas. En año nuevo del 2019 nos robaron nuestras oficinas administrativas, así amanecimos, nos robaron equipo, televisores y todo lo que pudieron. Se han metido a todas nuestras propiedades en Cortazar, Guanajuato. Y me han robado, y me han asaltado en Celaya Guanajuato. 
Pero todavía osa ciudadanía decir que es mejor irse del pueblo si uno señala este tipo de atracos. O igual, amistades supuestas, dicen que es mejor irse del pueblo si no le parece a uno la inseguridad. Y tal vez por eso tengo empatía con las víctimas, y con los estudiantes que han sufrido perder a sus amigos por los daños colaterales de la violencia que se perpetra aquí en la entidad. Tal vez por eso tengo empatía con quienes no aplauden la ratificación de Alvar Cabeza de Vaca, ni de Carlos Zamarripa. Tal vez por eso cuestiono el sexenio de poder de Tacho Anaya al frente del PAN en Cortazar, que poco dice de las tropelías, abusos e ingobernabilidad que se registra al tiempo en que él mismo estaba criticando el actuar de Hugo Estefanía. Tal vez por eso no me trago el cuento de que ahora sí habrá un golpe de timón. Porque no sólo lo veo, lo padezco y lo experimento. Y sé, y comprendo y quiero comprender que no es un tema personal, ni que tampoco se trata de mala suerte. Sé que uno es dueño de su paz interna, y es la emoción fundamental necesaria para emprender un proyecto de vida y como tal actúo. No me venzo ante las dificultades, ni tampoco me postro en la negatividad y el pesimismo de que esto no da parte a que uno tenga felicidad. Esto se trata, amigos, de no normalizar lo que no es verdaderamente aceptable. 

Esto se trata de tomar partido, postura en contra de la corrupción, y del silencio que busca opacar una realidad lacerante e injusta.

No se trata de solapar discursos de demagogia como el golpe de timón, ni tampoco discursos de resignación como los pronunciados por Elvira Paniagua y Miguel Márquez Márquez con aquello de que «yo ya hice lo que tenía que hacer». 

No se trata de asumir ese discurso simplista de asumir que todo mundo es corrupto y que nada se puede hacer, y lo que resta es mentir y ser mezquino.
Que no hay salida ante el cinismo.

No.

Se trata de combatir, de luchar en contra de la impunidad, de la corrupción, de la injusticia, que mismos panistas han solapado y ayudado a crecer. Porque si te callas, no pasa nada, se queda todo archivado en la carpeta de la impunidad que tanto les gusta hacer engordar a los panistas. 
No obstante, les recuerdo, que en esos tiempos en que estudiaba políticas públicas, no había otra discusión más que saber qué hacer en torno a una guerra pronunciada por Felipe Calderón que había puesto en jaque la conciencia del país con el auge de violencia, por la "mano dura", donde militares confundieron a estudiantes universitarios ejemplares con sicarios del crimen organizado, colegas del Tec de Monterrey (Jorge Mercado y Javier Arredondo).

No me asusta la violencia, ni los balazos. Es parte de México desde la revolución mexicana o antes. En maestría al salir, teníamos que resguardarnos indefinidamente en las oficinas del campus de la Escuela de Gobierno en Administración Pública y Política Pública y en el campus de Monterrey porque diario había ataques. Estaba en descontrol toda la entidad.

En Michoacán, familiares perdieron sus negocios, tuvieron que salir por extorsiones, amenazas y violencia.
En Guerrero, proyectos emprendidos por la familia sufrieron estragos, rezagos y muchas dificultades de desarrollo y prosperidad por la violencia que se perpetra ahí.

No es un asunto extraño, pero no es normal.
No se puede normalizar esto.


Jesús Oviedo defendió la oprobiosa presidencia municipal de Elías Ruiz. Y es que el PAN tenía todo el poder. Ariel Corona, mientras fue regidor criticó el actuar del entonces presidente municipal de Cortazar y la inseguridad registrada bajo su mandato, hablamos de Juan Aboytes Vera. Después, Ariel Corona, mientras fue diputado federal, criticó el actuar del presidente municipal y la inseguridad registrada bajo su mandato, hablamos de Hugo Estefanía Monroy. Y el propio Luis Enrique Torres León, cuya esposa es síndico municipal hoy, sufrió y padeció la inseguridad múltiples veces; fue secuestrado bajo la presidencia de Elías Ruiz; padeció la violencia durante la gestión de Juan Aboytes, y padeció toda la familia la violencia durante la gestión de Hugo Estefanía Monroy. Pero ahora, todos ellos, parecen muy a gusto, y parecen muy neutrales respecto al actuar del PAN en el Estado, frente a las mentiras y demagogia de Diego Sinhué, y frente a las arbitrariedades del fiscal Carlos Zamarripa, de Sophia Huett, y de Alvar Cabeza de Vaca. Ellos ya han asegurado puesto, poder, pero nosotros en el municipio, y ellos, padecemos la inseguridad. No es posible que, por politiquería, se queden callados esperando a un hueso que parece que no llegará, que no se les ratificará.

No obstante, el elefante de la asociación de empresarios de Cortazar sigue sin hacer nada. Resguardando sólo el reducto de poder y legitimidad que le resta a Jesús Oviedo, habiendo puesto a su hermanito como presidente de la misma. Y todo ese grupito y club de Toby está a la espera de hacer alarde de que sabrán quién es el mejor dirigente que le conviene a Cortazar en el 2021. Una farsa total.

Sé de empresarios, sé de muchos de la clase más alta social de Cortazar, Guanajuato, que han perdido su seguridad, y han atracado sus negocios, y a pesar de eso, van y se ponen de tapete del alcalde Ariel Corona y del PAN mismo.
De buenas intenciones está lleno el infierno.
No obstante, Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, aseveró que el Cartel de Santa Rosa de Lima, robó grandes cantidades de combustible de Pemex, pues pudo operar durante años porque funcionarios de alto nivel de gobiernos pasados miraron hacia otro lado en vez de enfrentar el problema.
"El Marro" y su organización actuaron durante años esencialmente con "la licencia".
Tal vez por eso, en Cortazar, no importa que presidente llegue, se hace lo que diga el PAN.


¿Qué podemos pensar? — Ya lo he dicho. En Valle de Santiago, han asesinado y han intentado matar a propios políticos, y el político representante en el congreso, Jesús Oviedo Herrera, guarda silencio ominoso. En Jaral matan, en Cortazar, roban, extorsionan, atracan, matan y Jesús Oviedo guarda silencio; tal vez por no parecer hipócrita de que lamenta que maten a sus adversarios políticos o de que atenten contra sus adversarios políticos; pero se trata de política, y el PAN no reconoce atropellos contra periodistas, activistas, políticos que militen o simpaticen en un partido político que no sea el suyo, mucho menos lamentan asesinatos por violencia y daño colateral contra estudiantes universitarios. Se limitan, los panistas a lamentar las muertes que les convienen pero no la de todos los gobernados. ¿Qué puedo pensar de ese tipo de politiquería?
¿Qué puedo pensar de ese tipo de actuar?

Es un mediocre nivel político el que se vive en todo Guanajuato, y eso se refleja en la cohesión, en el tejido social, en el nivel, desarrollo y progreso y calidad de vida que vivimos todos en la entidad.
Es la verdad, no un discurso de golpe de timón..

Erick Xavier Huerta


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