ANAYA «LA OBSESIÓN»

ANAYA «LA OBSESIÓN»

Después de que destruyó al PAN por su secuestro para convenir a sus intereses de obsesión con el poder y auto determinarse a fuerzas como el líder que necesita México, Ricardo Anaya rompe su resguardo de la vida pública tras dos años.

Sólo un par de años, lo que restó en 2018 después de la elección, 2019, y ahora en 2020 Anaya anuncia su regreso para buscar otra vez la candidatura por la presidencia de la república. 

Su estrategia: «copiarle otra vez a López Obrador». Sí, el propio Anaya, dice que va a recorrer ahora sí todo el país para platicar con la gente y conseguir la candidatura por la presidencia de la república para el 2024. 

Sin embargo, parece que ya no se aguanta el resguardo Anaya, porque tenía que resolver lo del caso de su lavado de dinero, y las acusaciones recientes que recibe de sus propios aliados en gobierno federal en tiempos de Peña Nieto, con Emilio Lozoya señalando que recibió millones por aprobar la reforma energética, misma que no tuvo impacto en lo que él critica ahora. 

Se le olvida a Ricardo Anaya, que no tiene legitimidad, y que su carrera no viene por el pueblo, y por acompañar al pueblo, viene por dedazos, por su padrino Gustavo Madero y después por su obsesión enferma con el poder, al punto de desterrar a varios panistas de carrera con tal de asegurar su candidatura por la presidencia de la república. 

Ricardo Anaya le dio todo el sexenio a Enrique Peña Nieto y hasta se convirtió en su lacayo de poder para ayudarle en su ejercicio presidencial. Pero ahora, el inocente Anaya que finge demencia por conveniencia, sale a relucir un liderazgo carente de legitimidad con tal de asegurar que bastan dos años para transformar al país que legaron en total decadencia a López Obrador. 

Si de algo debiera escribir Ricardo Anaya, es sobre la imperiosa necesidad y urgente misiva de perder la ingenuidad. Digo, porque su elección fue la más desastrosa del PAN en los últimos treinta años, y eso se debe a su liderazgo imaginario que sólo ocurre en su cabeza. Le falta sentido común, poner los pies en la tierra y verdaderamente recorrer la tierra.

Esperemos que esa gira por el país que presupone hacer, despierte su conciencia.

Erick Xavier Huerta S.