RICARDO ANAYA—LA ÚLTIMA ESPERANZA DE FOX Y CASTAÑEDA





RICARDO ANAYA—LA ÚLTIMA ESPERANZA DE FOX Y CASTAÑEDA

«El futuro anulado de un grupo que siempre estuvo en el poder»




Hartos, obstinados, necios, sin consideración, no piensan en el país, mucho menos en política, piensan solamente en sus intereses de grupo de siempre de poder en la república. Después de que apoyaron a Peña Nieto, y no les salió su esperado amasiato con el PRI, Fox y compañía festejan el regreso de alguien que nunca se fue, Ricardo Anaya. 

Dice que dos años bastaron para pensar y saber las soluciones que necesita el país, y las plasmó en un libro. Que sólo dos años bastan para reparar la decadencia que habita en la república, donde en parte, el responsable fue Ricardo Anaya bajo su servilismo al régimen de Enrique Peña Nieto, uno al que refutó hasta que le interesó la presidencia de la república y que, mientras fue diputado y mano de Gustavo Madero, no dijo nada. 

México se convirtió en uno de los países más corruptos del mundo, y mucho en parte por la impunidad que ha habitado en las cúpulas de la política, a la que perteneció Anaya, pero dice él que es inocente cuando se trata de acusaciones por lavado de dinero que habría cometido, o por los sobornos millonarios que recibió a cambio de favorecer al Pacto por México que encabezaba Enrique Peña Nieto, y donde el propio Anaya aplaudía en cada ceremonia de festejo por cada reforma promulgada. 

Tal vez se haya ido otra vez para Atlanta, claro, sin atender a los migrantes. Pero sí sabemos que se fue a dar clases a Nueva York, y que ahí se la pasó este período donde dice que estuvo reflexionando, seguramente de la mano de quien coordinó su campaña, que también vive en Nueva York y da clases ahí, Jorge G. Castañeda. 

Anaya, bajo la misma mística que antes, pronuncia firme su mismo slogan que en 2018: «futuro», y sigue la misma directriz que le ordenó Castañeda (su entonces coordinador), hablar de lo que sigue sin atender el pasado inmediato donde Anaya fue acusado de lavar dinero y sin atender el presente, donde Anaya fue acusado por Lozoya (su entonces socio, titular en Pemex en gobierno de Peña) de recibir millones a cambio de su servilismo a favor de las reformas del pacto por México. 

No sé por qué el grupo «foxista» sigue pensando que Anaya es un buen candidato para ser la cabeza de una oposición al régimen de López Obrador, cuando ya vieron que brindó el fracaso electoral más grande al Partido Acción Nacional en su historia reciente de los últimos treinta años. Y Anaya parece solamente quedar resignado a obedecer los intereses de Castañeda porque carece de toda legitimidad ante la clase política, por haber desterrado a los panistas de carrera por su obsesión de acaparar la candidatura por la presidencia de la república a toda costa, incluso gestando el oprobioso amasiato con el PRD y Movimiento Ciudadano. Que hasta los propios naranjas, Samuel García y Dante Delgado y Colosio se rehúsan a gestar esa coalición política nuevamente, porque les afectó totalmente en vez de recibir beneficio alguno. O el propio PRD que con ello, acabó por desaparecer. 

Castañeda es mal asesor, aunque sea amigo de George Soros y sigan planeando conquistar el mundo. Castañeda fracasó en su agenda independiente «sólo así» donde buscaba catapultarse y ser el candidato independiente hacia la presidencia de la república, y que después volvió a fracasar en su apoyo al "Jaguar" Ríos Piter, y que después volvió a fracasar pero además con su contradicción sumándose a la campaña de Ricardo Anaya apoyando la partidocracia corrupta que juró combatir desde la agenda independiente «sin partido político».


Jorge G. Castañeda haciendo omisión de su propia campaña por favorecer a los independientes, se sumó a la campaña de Ricardo Anaya como coordinador estratégico encargado de asuntos internacionales (Soros) y de la coordinación de vocerías de la campaña del «Frente por México: PRD, PAN, Movimiento Ciudadano». Dijo Castañeda en ese entonces que lo hacía porque ahora sí, según, creía en el proyecto de coalición del PAN, al estilo del pacto por Peña, pero según intereses bipartidistas, se acomodaba mejor acá. Lo malo, es que ese sector de independientes que supuestamente se sumaba a ese proyecto de Anaya, andaba todo dividido; por un lado el Bronco con su campaña también por la presidencia de la república, donde Castañeda debió apoyar según sus propios principios impulsados en su agenda «sólo así»; y también, Ríos Piter, acabó por sumarse a la campaña de José Antonio Meade, ignorando por completo a Castañeda (su supuesto aliado) y a Ricardo Anaya. 


Curioso es que en su reciente publicación «Estados Unidos: en la intimidad y a la distancia», Jorge G. Castañeda plasma en su biografía, haber sido secretario de relaciones exteriores (sin indicar bajo que presidente sirvió), y subraya que buscó ser candidato independiente a la presidencia de la República, e ignora por completo su contradicción y responsabilidad al servicio de la campaña fallida de Ricardo Anaya y su coalición (alternancia del nuevo Pacto por México)

El estilo de Anaya es «joder», tanto que así mismo lo expresó el propio Castañeda cuando era su coordinador  en una entrevista para el New York Times ante el corresponsal Kirk Semple, "él (Anaya) jodió a todos para llegar allí. Por otro lado, muchas personas intentan fastidiar a muchas otras y no llegan donde él está". "En México, se supone que debes ser despiadado sin que nadie se dé cuenta", añadió en tal declaración Castañeda. 

Ahora, Anaya, anunció el supuesto "regreso" a la vida pública, porque nunca se fue. Salía en medios y declaraba lo que le parecía la pandemia. Salía en medios y declaraba lo que opinaba de esto y otro, de su corrupción señalada por Lozoya y que se defendería siempre. Y en su supuesto regreso anunció que escribió un libro y esa será su base para hacer propaganda política a través de videos que explican cada uno de sus capítulos para ir construyendo su candidatura hacia la presidencia de la república en 2024 y copiarle toda la estrategia a López Obrador, recorriendo todo el país, ahora sí y no como omitió en 2018. 


Evidentemente, es claro que está asesorado por el mismo grupo de interés que fracasó en 2018 y que no quieren que López Obrador logre consolidar su proyecto de nación ni que siga ganando adeptos en política. Pero es lamentable lo que hacen, porque no aprenden, que en 2018 todos se dieron cuenta que Ricardo Anaya le copiaba las propuestas a López Obrador y que luego empezó a desvariar prometiendo lo imposible con tal de ganar.


Y que ahora, cínicamente dice que le va a copiar a López Obrador su estrategia de campaña para no permitir que sus cuadros políticos logren continuar el proyecto de nación en 2024. 


Aún, este grupo político sigue creyendo que los mexicanos somos tontos, y podemos creer la farsa del montaje que producen en su video anunciando una falacia, y pronunciando mentiras y fantasías (fingiendo demencia de los propios actos irresponsables en los que incurrieron y sirvieron para legar la decadencia de México) y discursos engañosos como esa presunción de un regreso a la vida política, tras unos meses de descanso en Nueva York y en medio de más suma de acusaciones a su corrupción recibiendo sobornos por haber sido fiel al pacto y amasiato del PAN con Enrique Peña Nieto. 


Ojalá que el sol, cuando toque la piel de Ricardo mientras recorre al país como presupone, le ilumine su pensar y entre en razón, encuentre el equilibrio y descubra su verdad, que no ascendió en política por su trabajo con el pueblo, sino por el dedazo de su padrino Madero, y que su candidatura fue por secuestro de cuadros en el partido acción nacional, y no por su liderazgo.

Erick Xavier Huerta S. 

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