El error inevitable.


 

El error inevitable.

PRI, PAN y PRD se unieron para gestar una coalición por miedo a perder frente a morena. Pensaron que tal vez sería una buena idea darle la razón a la verdad histórica que siempre abanderó el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el PRIAN era real. Pero en vez de favorecerse de ese acto cínico frente a la opinión pública, lo único que han logrado es perder el poco prestigio que les quedaba frente a alguno de sus simpatizantes.

Ahora han convertido una nueva oportunidad en una tragedia para ellos mismos. Porque no comprenden la coyuntura, y se han dejado dirigir por personajes sin visión ni causa política.
PRI, PAN y PRD son marcas desgastadas, desprestigiadas y más por su último contubernio corrupto en el pacto por México que sólo hizo crecer la corrupción, la impunidad y la violencia en todo territorio nacional, que pervirtió aún más el ejercicio de la función pública, así quedó de manifiesto con ele ejercicio corrupto de casi dos decenas de gobernadores en el país.

Estas marcas de la plataforma —Va por México—son marcas tan devaluadas como sus propios gobiernos devaluaron al peso mexicano, tan corruptas como los alcaldes que han propiciado, como la decena de sus gobernadores implicados en señalamientos de actos de corrupción, tan infames como su pacto por favor a Enrique Peña Nieto y el desprestigio que provocaron en la falta de credibilidad de la investidura presidencial.

Esta es una elección histórica y era donde más se requería ofertar proyectos políticos por la democracia; en cambio, el PRI, el PAN y el PRD al unirse corrompen lo que les restaba de principios democráticos, atentan contra su historia, contra su fundación y atentan contra sus propias banderas de causa recientes, que el PAN y el PRD combatirían la corrupción del PRI y hoy son sus satélites.

La principal misión después de 2018 del PRI, PAN y PRD era buscar cómo recuperar la credibilidad perdida frente a la opinión pública, pero arriesgan ahora todo con tal de obtener su permanencia en el poder. Porque lo que ahora les depara es el desastre total, absoluto. Primero, porque han defraudado a la opinión pública, a electores, simpatizantes y han perdido total legitimidad en la arena del debate público por sus contradicciones, por sus faltas a sus propias causas en el debate de las ideas. Segundo, porque una vez que pase esta elección, buscarán la presidencia del 2024, y el PRI no permitirá un candidato del PAN que abandere su causa, ni en el PAN permitirán que el PRI abandere su causa y el PRD estará sujeto a ver cuál de los dos le da más para irse en coalición si es que sobrevive el proceso electoral, pues hablamos de un muerto viviente que todavía subsiste por la respiración artificial que le dan sus dos amos: PRIAN.

Han provocado su autodestrucción, un error que no estuvo en sus cálculos, que nunca previeron, y ahora es inevitable.

Erick Xavier Huerta

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