No les vamos a volver a fallar.

 

No les vamos a volver a fallar.

No podemos apelar a volver a confiar en el mismo grupo político de la misma pandilla que ha estado enquistada en las esferas del poder en Guanajuato. Mismos que prometen soluciones a las crisis que ellos mismos vinieron a venir a provocar.

Con discursos propagandísticos tan falsos como el “golpe de timón” de Diego Sinhué, vienen los panistas a decir que buscan la reelección con “no volveremos a fallar”, y ya pasamos la curva de aprendizaje, que nos sirvieron estos tres años para ahora sí saber qué significa gobernar y fallaron.

En primer lugar, no hay condiciones para la reelección, porque Guanajuato se ha convertido en una narco entidad política. Hoy más que nunca apremia darle flujo a la alternancia de personajes en los puestos de la función pública para evitar la corrupción que se asiente en cada una de estas instituciones pervertidas en el ejercicio de la función pública, resultado de lo que hoy estamos viviendo los guanajuatenses en el clima de inseguridad.

En segundo lugar, la reelección la aprobaron los mismos que suscribieron el pacto con Enrique Peña Nieto para emular la democracia en términos de los norteamericanos, eso en el supuesto de que han venido a buscar la integración en América del Norte, sin tomar en cuenta la discrepancia de las idiosincrasias de nuestros pueblos, la tremenda diferencia e inequidad que existe entre todos los pueblos de Latinoamérica con Estados Unidos del Norteamérica.

En tercer término, apostar por la continuidad de los ediles de las fosas clandestinas, es dejar la voluntad del pueblo bajo el yugo de los intereses de la mafia que controla al PAN en Guanajuato.

El pueblo no debe volverse a fallar así mismo. Debe asumir su responsabilidad de gestar a comenzar el cambio en Guanajuato porque es necesario para la democracia de la entidad que se robaron los panistas para emular el peor priismo dictatorial en esta entidad. No es posible que busquen de manera artera seguir la dictadura hegemónica de su partido bajo resultados del incremento y auge de la corrupción, la impunidad y la violencia.

Si ellos siguen en el poder, van a estar bajo mando y orden de los cuadros políticos que siguen la misiva del gobierno de Miguel Márquez Márquez y nada va a cambiar. Esto requiere que el pueblo haga valer su poder por encima de los intereses de la misma pandilla. Y hay una gran oferta democrática. No digo votar por un solo partido. Pienso que cada lugar implica un minucioso análisis de la situación política, pero lo que es un hecho es que se debe comenzar a gestar el cambio que tanto necesitamos y eso implica quitar al PAN del poder.

Erick Xavier Huerta