Un nuevo modelo para Guanajuato

Un nuevo modelo para Guanajuato

¿Hay aparato podrido en el Estado de Guanajuato? La máxima violencia, impunidad, extorsión, amenaza, inseguridad reinan donde habría de existir independencia y libertad. En Guanajuato se "gobierna" con miedo.  Hasta voces dictan que el PAN se ha dedicado más bien a des-gobernar. Donde hay inseguridad, hay corrupción. Sin seguridad pública, no hay forma de gobierno respetable. Presumen de «orden» donde reina la violencia. ¿Cuál batalla libramos? La batalla por reconstruir las relaciones de poder, desechar la desigualdad y la pobreza, reconvertir el estrado de relaciones sociales, de un estrado violento a uno de paz, esa es la batalla que libramos. ¿Existe una democracia artificial? Ciertamente lo creo así. Los factores reales de poder han dado parte a que tengamos que experimentar tal ficción, y así seguir viviendo en una burbuja que parece aún dar consigna de confianza a quienes osan  disfrutar su estancia flotando, burlándose de la desigualdad y violencia que ellos mismos han venido a provocar en Guanajuato con su farsa de gobierno de consolidación totalitaria tan solo por las últimas tres décadas. 

Han concebido los absolutistas que los factores reales de poder económico, militar, mediático y religioso sigan estando bajo el yugo de su pequeña camarilla de poder que osa controlar todo al puro estilo virreinal. Y para lograr vencer este oprobio, se requiere la construcción de una gran coalición política y la firme lucha que aún prevalece y continúa, y crece enorme para poder cambiar las relaciones de poder. 

Guanajuato necesita un nuevo modelo de desarrollo y de convivencia que se base en la inclusión, en la cooperación. Sólo a través de una nueva mística en el servicio y la colaboración podemos alcanzar la prosperidad, justicia, sostenibilidad y paz social que tanto hemos anhelado.

Esta nueva fase que enfrentamos nos exhorta inevitablemente a la profunda reflexión de lo que requerimos como sociedad para la siembra de nuestros proyectos para los años venideros.

Nuestra labor social implica culturizar nuestras relaciones humanas, y sanarlas por supuesto, ya no en base a un capitalismo que ha enfermado nuestros vínculos humanos, despojándonos de la empatía y del qué hacer por erradicar la desigualdad y el sufrimiento ajeno. No podemos continuar bajo esta mística de pensar que «mientras no nos afecte, el sufrimiento de los demás puede continuar y no nos importa». Todos necesitamos de todos, y en Guanajuato no podemos prosperar si continúa un mismo pequeño grupo político tomando las decisiones en la entidad, cuando nos implica hoy más que nunca abrir paso a la pluralidad y a una verdadera democracia. El Estado no puede continuar siendo parte del secuestro de una pequeña camarilla de poder que osa con poseer la verdad absoluta, y erradica de la arena pública un verdadero debate sobre lo que requiere nuestro pueblo que ha pasado décadas hundido en la violencia y la barbarie. Es justamente, en el desarrollo económico donde se debe vislumbrar el verdadero progreso de la mente humano en estrados firmes de armonía y paz social, no de la simulación, no de la demagogia. 

El Partido Acción Nacional desde la federación ha querido enarbolar un discurso que muy pronto ha terminado por morir, «la dictadura de morena» al tiempo en que festejan que su fiscal en Guanajuato ejerza poder de dictador, por dos décadas ya y permanezca hasta 2028, junto al mismo secretario de seguridad pública que osadamente acompaña a cada gobernador del PAN sin dar resultados y al contrario, enfrenta peores escenarios de inseguridad sin abonar en nada para conseguir la paz y este sexenio tiene asegurado el cargo público. ¿Felicidades? Mientras tanto, el secretario de desarrollo social y toda la cargada panista se dedica a las dádivas, sin apelar a resultados y a promover un verdadero debate en los temas que nos importan; sigue la misma mística de regalar calentadores solares y tinacos para hacer como que trabajan y planean el desarrollo social y humana, seguramente así enaltecen la conciencia de los conciudadanos. 

Discursos como "el golpe de timón", han muerto. A pesar de que prometían cambios y cambios, y que la esperanza porque los mismos encargados y titulares en gobierno habrían de reconsiderar acciones para rectificar el camino para los destinos de la entidad en ámbitos de paz, todo ello acabó por desmoronarse, pues, a penas justo en estos días, el corredor industrial en Guanajuato sigue siendo azotado por la violencia. La entidad sigue siendo clasificada internacionalmente por uno de los lugares más peligrosos para habitar en el mundo. Aquí tienen, en recientes casos, el asesinato de un gran geofísico de la UNAM en Villagrán Guanajuato, Roberto Stanley Molina. También, el reciente caso del YouTuber Alex Tienda azotado por la violencia en el corredor industrial. Al tiempo, el discurso de Javier Mendoza Márquez por rescatar Celaya con los mismos panistas, acaba por derrumbarse absolutamente.

No hay justificación alguna para defender el oprobio ejercicio del PAN en el poder de Guanajuato. 

Hoy, incluso quienes se han visto favorecidos por la dictadura hegemónica del partido, se burlan con opiniones y comentarios de que al pueblo no le importa, y por eso sigue enquistado en el poder la misma camarilla de siempre. La historia no ha sido así, y la propia historia estará encargada de hacer constituir un cambio que viene teniendo ecos desde hace ya mucho tiempo en la entidad, y que propiamente por nuestra época, hay toda una claridad de signos que lo anuncian.

Prepárense.

Necesitamos un nuevo modelo, cuyo debate reforme el pacto social y el qué hacer público en una dinámica que nos brinde resultados, no pretextos, no fantasías. Un nuevo modelo que no proteja dictaduras de servidores en poderes de justicia, de seguridad pública, o legislativos. Un nuevo modelo que renueve la estructura de poder, de lo contrario seremos comparsas de la falta de cambio, de transformación, del coraje por ver que las cosas se hagan y que ya no quede en manos de oportunistas y farsantes. 

El cambio es inminente.

Erick Xavier Huerta