¿Revocación ó ratificación?

¿Revocación ó ratificación?

Gracias a la cuarta transformación, viene por primera vez la aplicación de un instrumento democrático, la revocación de mandato, un paso más adelante en México. Un derecho constitucional para poder revocar el mandato al presidente de la república si es que ha perdido la confianza de la sociedad.

Este próximo diez de abril se dará el ejercicio. A pesar de ello, han existido resistencias y argumentos absurdos de parte de la oposición sustentando que no tiene sentido realizarlo, y que mucho menos servirá para lograr algo, que es y que se trata de una mala idea. Aunque más bien, a la oposición debería interesarle mucho más promover la participación en este ejercicio cuando se han dedicado todos estos años a tratar de descalificar a todo el gobierno del presidente López Obrador y apuntar a que se regrese el poder a los mismos de siempre, al PRI, al PAN y al PRD.

El consenso social, de respaldo y legitimidad que tiene brindado el presidente de la república, le ha facultado poder someterse a este proceso democrático, que bien puede no servir para que se vaya del poder porque la ley no es retroactiva, pero sí puede servir como un ejercicio de medición para saber cuál es en los hechos de la participación social, la legitimidad con la que cuenta el presidente hoy día, más en estos tiempos de escándalos, señalamientos, debate y polarización. El resultado puede ser favorable o contraproducente para el presidente de la república, y con todo ello asume el riesgo.

Además, la campaña que ya ha venido marchando en contra del desprestigio de parte de la oposición contra el presidente de la república repercutirá indudablemente en el tema del debate de los procesos electorales que ya vienen marchando en diversos estados de la república. Esto quiere decir que el ejercicio democrático de la revocación de mandato— aún más promoverá e influirá el debate en la opinión pública sobre el balance del ejercicio del presidente a esta mitad del camino de su sexenio y por supuesto, tendrá más realce el debate sobre la propuesta que se tendrá en el proceso de renovación de diversos cargos públicos en seis entidades del país.

El hecho de que el actual presidente se someta al ejercicio de revocación de mandato, devengará el comienzo de una tradición democrática y permitirá que la sociedad no tenga que quedar resignada a padecer gobernantes por años; además de que es un instrumento que sirve para equilibrar la reforma política que ocurrió con el pacto por México donde ya permitieron que alcaldes y diputados se pudiesen reelegir, en umbrales de procesos electorales donde conocemos cómo los que tienen el poder en turno gozan de todos los beneficios para poder hacer prevalecer a su camarilla en la esfera del poder y asegurar su salida con respaldo y seguridad sin tener que someterse a ningún proceso real de auditoría y pagar en consecuencia por actos de corrupción que de pronto se hallen en el ejercicio que tuvieron en el poder durante los años en que trabajaron la función pública.

Erick Xavier Huerta