Una participación honesta y democrática




Una participación honesta y democrática

Cuando participé en una coalición política para apoyar el cambio en Guanajuato y en la república por un nuevo proyecto social, lo hice legítimamente, sin amiguismos, sin nepotismo, sin tráfico de influencias. Mi participación siempre fue honesta y sincera y así continúa. 

No le debo nada a nadie. Si fui tomado en cuenta, fue por mi trayectoria profesional como comunicador dentro del ámbito periodístico. En el movimiento popular de la regeneración nacional había que aglutinar a distintas voces de distintos gremios y uno, por supuesto lastimado, dolido y muy atacado, era el gremio periodístico. Sin embargo, aún después de los cambios en la esfera del poder público federal, la violencia permanece, y la agresión contra periodistas prevalece.

Lo último que podemos hacer como simpatizantes del movimiento es solapar la mentira y la farsa, sea quien sea, se trate de quien se trate, incluso, sea el presidente de la república. Y es que el mismo López Obrador nos incitó a ser congruentes y a marchar con dignidad por un servicio honorable a la ciudadanía y no es justo que de pronto, suele ser una coincidencia que de pronto, son los ahijados, o sobrinos, o hijos de secretarios del gabinete los que empiezan a recibir las dádivas de candidaturas y puestos en gobiernos; o que son tipos emanados de otros partidos políticos cuyo historial es bastante cuestionable y son recibidos en las filas de morena con los brazos abiertos. No es justo que por trayectoria y meritocracia, de pronto, quienes luchan con sinceridad, son marginados para darles paso y lugar a personajes de muy cuestionable reputación y legitimidad en la vida pública y política de nuestras comunidades en México. 

Comprendemos ciertamente, que MORENA se convirtió en un movimiento sumamente popular y que ostenta el poder, y sea quien sea ya trata de hacer lo que sea por alcanzar a ser parte de la esfera del poder, y que lamentablemente eso les lleva a corromperse por miedo a no ser, por miedo a perder, inciden en actos de corrupción, todo por el poder por el poder. Dentro del movimiento se ha aplaudido y se reconoce a quienes han tomado una postura radical para hacer valer los principios del no robar, no mentir y no traicionar, no traicionar a quienes hemos fundado y apoyado a este movimiento que requería la república. 

No damos la espalda, sino que mantenemos firmeza en reencauzar la lucha, en defender el movimiento independientemente de quien se encuentre arriba.

Morena es un partido—movimiento dinámico, resuelto a reinventarse las veces que sea necesario para ser vanguardia. Morena también ha gustado porque permite ser contestatario en su vida interna y eso implica, indudablemente siempre ver por México por encima de cualquier actor político, sin subordinarse a ningún interés ajeno particular que el propio que demanda nuestra soberanía.



Morena, si quiere prosperar, tiene que ser el primer garante de la honestidad de sus gobernantes, sin apelar a descalificaciones simples por miedo y temor a perder el poder; es menester que Morena sea el primero en señalar los casos de cualquier funcionario público que provenga de estas filas y que haya sucumbido en traicionar a la sociedad y se haya corrompido. Morena tiene que dar el ejemplo como auditor social del ejercicio en la función pública y vigilar en todo momento y apoyar a los ciudadanos a que cualquier gobierno en turno, cumpla.






Erick Xavier Huerta


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