INSISTE LA OPACIDAD: Llamado a defender la democracia«CASO DE GUANAJUATO: MUNICIPIO DE CORTAZAR








INSISTE LA OPACIDAD: CASO DE GUANAJUATO: MUNICIPIO DE CORTAZAR.

Llamado a defender la democracia.

La democracia no pasa por su mejor momento.

La corrupción es el peor corrosivo contra la democracia.

En la sesión ordinaria del día 20 de mayo del 2022, la regidora Graciela Martínez exhortó al alcalde y a sus funcionarios a cumplir con sus responsabilidades y otorgar la información que se solicita de parte de regidores a cualquier funcionario de la administración pública del ayuntamiento de Cortazar Guanajuato.

Sin embargo, el alcalde Corona se excusa en que los cargos son y deben acotarse nada más al ejercicio de sus años, de su período sin rebuscar, sin revisar lo que ha venido sucediendo en los años anteriores. Una tremenda estupidez pero que desnuda por completo el pensamiento de Ariel Corona y su propósito al frente de la administración pública municipal, haber servido de tapadera de la corrupción que tanto señalaba su grupo panista de la que encabezaba su antecesor, Hugo Estefanía Monroy, pues, al parecer no hay sanción contra nadie pero la violencia crece y creció tanto que alcanzó al ex alcalde Estefanía siendo asesinado en el municipio en su propia residencia, en zona centro del municipio, junto al emblemático puente colgante cuando quien gobernaba era Ariel Corona.

Aún cuando no se explica lo sucedido ni hay sanción ni justicia para la familia Estefanía ni para los Cortazarenses, Corona dice no meterse en asuntos del pasado. Aunque, el mismo ya es pasado, pues fue regidor de la administración de Juan Aboytes, predecesor de Estefanía, y luego el mismo Corona fue diputado federal por Cortazar y acompañó desde la legislatura la representación del municipio que era gobernado por Hugo Estefanía en su período.

Y es que hay que recordar, que la reciente denuncia desde la tribuna del congreso, que hizo el diputado Ernesto Millán sobre la corrupción y opacidad con la que se maneja el secretario del Ayuntamiento Alejandro Perea y los desvíos de recursos que se indican bajo la tutela de Corona en la administración pública; en las sesiones consecuentes, Ariel Corona, molesto, se pronunció en contra de las regidoras por este trabajo en conjunto con el diputado para revisar las anomalías que se ubican en documentos de la propia Auditoría Superior del Estado de Guanajuato. Al tanto, dijo el alcalde, que se maneja apegado al Estado de Derecho y que si tienen dudas, acudan a él o a cualquier funcionario para solventar inquietudes y aclarar dudas para tener claridad en las funciones que va teniendo la administración pública. Aunque, también recordamos que el propio alcalde Corona ha sido artífice de desconocer y mantener la mayor distancia de los regidores que no están en su grupo político de mando y poder para salvaguardar sus intereses y que por tales acciones, se desprendieron las demandas que hoy resuenan en todo el Estado sobre lo que acontece en Cortazar Guanajuato, de los manejos que hace esta minoría panista en la administración pública al amparo del poder.

Graciela Martínez sigue señalando manejos de opacidad por parte de funcionarios, directores que no quieren otorgar información que ella solicita, y es que toma decisiones que deben estar sustentadas con claridad en la información que se maneja para prevenir corrupción, influyentismo, nepotismo, tráfico de influencias. Pero al parecer, la política de

Ariel Corona es sustentar que todo se pueda hacer, más para el beneficio de su grupo minoritario político rapaz.

Directivos de la administración panista han contestado las peticiones de Martínez como órdenes sin fundamento, aunque ella es la autoridad en el ayuntamiento y sus decisiones deben estar facultadas de un análisis amplio con criterio de lo que acontece en el municipio y de las consecuencias que cada decisión pueda atraer para el oficio político, para la ciudad, para el bienestar del pueblo.

Justamente, hay información en la que ahonda Martínez, del trienio que pasó, donde Hilda Macías, hoy regidora, era síndico y donde Alejandro Perea era secretario y hasta en presidente interino se convirtió; donde Erika Patiño fue regidora y de otro partido que no fue Morena que buscó la reelección con Hugo Estefanía al que los panistas calificaban de dictador y corrupto.

Corona califica a la regidora Martínez de no ostentar funciones de fiscalización. Aunque a todo ciudadano le importa si sus funcionarios son corruptos y se podrían facultar en la propia constitución en el artículo 39 de correr a cualquiera que esté incurriendo en faltas. Nadie tiene la obligación de aguantar una forma de gobierno, se puede cambiar en cualquier momento.

Corona niega y exhorta a la regidora a que no se meta en cosas que no son sus funciones; entonces Martínez replica que le explique cuáles son sus funciones, pero Corona calla ominosamente y se limita a excusarse en que eso es responsabilidad de la regidora, que es su compañera en la toma de decisiones dentro del Ayuntamiento. Una mezquindad política total que expone la manera infame de conducirse del alcalde frente a quienes no se ostentan parte de su grupo político minoritario rapaz haciendo uso institucional de forma arbitraria de los cargos que pretende controlar a su antojo.

Fundamente entonces, se pronuncia la regidora Martínez ante el alcalde de sus negativas y omisiones, pero Corona replica como Poncio Pilatos, se lava las manos, y que la regidora le haga como quiera.

Todo lo que dice Ariel Corona son justificaciones para que no haya impartición de justicia, que nadie vaya a prisión porque las funciones de los que ostentan cargos en el Ayuntamiento no fiscalizan, cumplen cargo por un período y no pueden persuadir en nada que se castigue a quien está incurriendo o incurrió en actos de corrupción.

Al parecer, vivimos en el primer mundo del Estado de derecho, ironiza la regidora porque estos representantes panistas no incurren ni tienen error alguno, son lo máximo en la política. Una isla de bienestar en medio del Estado cumbre de violencia, inseguridad y violaciones masivas a los derechos humanos, en la cumbre del ejercicio totalitario del grupo político panista que secuestró el poder público desde hace décadas.

Sin embargo, Corona parece no conocer nada de la historia política de México. Pues Carlos Salinas de Gortari, de haber seguido las ideas políticas de Ariel Corona, no hubiera metido a prisión al entonces dirigente petrolero Joaquín Hernández Galicia “La Quina”. Samuel García nunca hubiera denunciado al gobernador, mismo que ayudó a ganar en Nuevo León, y que hoy está en prisión porque García persuadió de nuevo, ahora desde el poder como gobernador a que se hiciera justicia y se castigara cualquier acto de corrupción en el que hubiese—en el pasado—incurrido Jaime Rodríguez “el Bronco”.


Ernesto Zedillo no hubiera persuadido a que se castigara al hermano de su antecesor, por actos de corrupción, Raúl Salinas.

Es más, Vicente Fox prometió castigar a los peces gordos de la corrupción del régimen priista, pero nos traicionó. Tal vez es porque ese pensamiento panista apremia en todo ese grupo.

Enrique Peña Nieto no hubiera persuadido meter a prisión a Elba Esther Gordillo. O ahora, entonces, no hubiese habido castigo para Rosario Robles.

Pero pueblo de Cortazar Guanajuato, ya lo saben entonces por lo que está en juego, por quién quieren votar si es que lo que ocupan es una tapadera de la corrupción de la administración actual.

Erick Xavier Huerta S.

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