Claudia, el relevo generacional para que siga la transformación.

Claudia, el relevo generacional para que siga la transformación.







Todo puede pasar, indudablemente. Lo único que no cambia es que todo cambia, pero hoy por hoy, Claudia Sheinbaum se perfila para encabezar y asumir el liderazgo por el movimiento progresista a través del partido morena.

Andrés Manuel López Obrador ha dejado un gran legado para los jóvenes, mensajes de lucha, perseverancia, constancia y labor cotidiana por dignificar la vida pública y política de la república. El país, el mundo nunca es asunto de un solo hombre. Hoy, indudablemente se requieren liderazgos y la participación de las nuevas generaciones para el relevo político. Cualquiera en la terna de morena podría desempeñar dignamente el oficio de Presidente de la república. Desde Ricardo Monreal, doctor de la UNAM, de carrera siempre en la izquierda y nadando a contracorriente, toda una carrera política en el servicio público, pero hoy sabemos que hay una fractura con el grupo que representa. Y para nadie es de sorprenderse que la campaña iniciada desde el principio contra Sheinbaum, implica una venganza y represalia política por quienes nunca quisieron verla como jefa de gobierno.


También, por otro lado, está Marcelo Ebrard, de indudables capacidades políticas y alcance. Un político enteramente profesional. Sin embargo, Marcelo se hizo de Malú Micher, Guanajuatense para que le opere su campaña en el país y lo perfile como el favorito para encabezar el proyecto de MORENA. Pero, estos líderes que supuestamente son los consentidos operadores cuya cabecera política es Guanajuato, no han conseguido posicionar al partido en la entidad. Malú no ha conseguido nada para Guanajuato, aunque su señor esposo David Martínez sí ha podido ser diputado local plurinominal. Y es que Guanajuato lleva un sexenio estando fuera de la cuarta transformación, y además de todo, hicieron alianza con Emmanuel Reyes, que hizo campaña en contra de MORENA y de Andrés Manuel López Obrador en 2018, y pronto habría de arrepentirse de apoyar a Diego Sinhué y a Ricardo Anaya para pronto traicionar a sus votantes de Movimiento Ciudadano, PAN y PRD. 

Micher y Reyes se dicen buenos operadores para ensalzar a Ebrard en el país, pero ojalá hubieran hecho algo en Guanajuato, que volvió a perder todo a medio término, y el propio Reyes tanto miedo tenía que se inscribió como plurinominal, por mayoría relativa y hasta la esposa también contendía por la presidencia municipal de Villagrán. Pero lo bueno que en MORENA no se permite el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, todas esas lacras de la política. 

Cualquier perfil es bueno, también Tatiana Clouhier, Adán Augusto, hay mucho cuadro en MORENA para continuar la transformación y seguir dando vida al movimiento progresista. Por eso y más, siguen buscando PRIistas, PRDistas y PANistas continuar sumándose y buscando encumbrarse en las filas de MORENA.

Pero hoy, Claudia Sheinbaum se fortalece a la cabeza del movimiento, ya con varias encuestas, el más reciente dato arrojado por «el Financiero», corrobora que Sheinbaum es la favorita de bases, militantes y simpatizantes, y la carta más seria en la orquestación del movimiento en el país en organizarse para respaldarla.




Y es que el legado democrático de MORENA no es menor, puso al primer presidente del pueblo, no de la oligarquía ni de la burguesía como se mantenía pactado en la república con los gobiernos neoliberales. Hoy, MORENA perfila a poner a la primer mujer presidenta de la república, otro legado importantísimo, de género, de bases, del movimiento.

América Latina ha puesto en ruta que las mujeres sean las nuevas líderes del progresismo, como Bachelet en Chile y Cristina Fernández en Argentina. Y también en América del Norte se prepara la llegada a las mujeres al poder presidencial, tal es el caso de Kamala Harris en Estados Unidos de Norteamérica. Esto, además, imprime un sello fundamental para la prospectiva y devenir en la relación bilateral México-Estados Unidos, y Ebrard lo sabe.

También se sabe lo importante que debe ser para México tener a Sheinbaum como líder en esta época de cambio climático, ella es experta en el tema.

Sheinbaum ha estado y ha sido colaboradora estrecha de Andrés Manuel López Obrador, y ha sido desde el principio, pieza clave para la transformación de la ciudad de México. Sheinbaum comenzó como Licenciada en Física, y tiene una maestría en ingeniería energética y tiene un doctorado en ingeniería ambiental por la UNAM y por la Universidad de Berkeley.

Sheinbaum además de todo, perteneció al grupo científico del cambio climático que obtuvo el premio nobel de la paz.




Con López Obrador, Sheinbaum fue la secretaria de energía y medio ambiente y responsable de la construcción de la primera línea del Metrobús, la ciclovía y el gran segundo piso del periférico, un legado importante, del cual se benefició Marcelo para contender una tranquila administración por todo el desarrollo que se construyó con AMLO en la ciudad.

Claudia además es fundadora de MORENA. En 2015, fue electa como delegada de Tlalpan y desde ahí se perfiló para ser hoy la jefa de gobierno de la ciudad de México.

Esta sucesión presidencial, así como se marca, estaría en la tradición de Lula Da Silva con Dilma Rouseff, que cambiaron el destino de Brasil, para siempre; y que además, pronto se perfila Lula para regresar a la presidencia de Brasil y cumplir lo que prometió: «la mayor alianza con México para sacar adelante a Latinoamérica».

Podrían haber parecido muy temprano para saber quién sería el sucesor de Andrés Manuel, pero hoy queda muy claro, la lectura es basta y completa. Andrés siempre marcó, desde las propias conferencias de la mañana, que había relevo generacional, indudablemente; y también se dio cuenta pronto de las traiciones internas y del juego sucio que comenzaron a hacerle a Claudia para desbancarla de la contienda. Andrés Manuel ante medios de comunicación y ante la sociedad civil, siempre salió a defender la labor que estaba ejerciendo Claudia. Y para no ir más lejos, Sheinbaum ratificó el abanderamiento que ha asumido como relevo generacional para continuar la transformación del país y honrar el legado que comenzó Andrés Manuel López Obrador.

En la reunión que se dio en Estado de México, donde Mario presentó las cartas más fuertes para la sucesión: Adán, Claudia y Marcelo (cuando dejaron a Monreal fuera de la lista), Sheinbaum ratificó el liderazgo que representa como la gran referente del movimiento «Estamos unidos porque así lo quiere el pueblo de México. Somos protagonistas del cambio verdadero, somos parte de una generación que dijo basta a la corrupción, a los abusos. Eso somos, historia, eso somos, futuro».

En México, quien dijo primero, el 06 de noviembre de 2019 en Ciudad de México— con total certeza que la próxima presidenta sería Claudia Sheinbaum, fue nada más y nada menos que el expresidente de Ecuador Rafael Correa, cuando vino al país a entrevistar al presidente argentino Alberto Fernández que también estaba de visita oficial en México.

En esos momentos, el pronunciamiento de Correa parecía de buenas intenciones y sin mayor alcance, un pronunciamiento de solidaridad y fraternidad para darle motivación a la jefa de gobierno. Sin embargo, al pasar el tiempo cada día se refuerza más este primer pronunciamiento tan fuerte que hizo Rafael Correa sobre Claudia Sheinbaum como la promesa del movimiento para asumir el liderazgo y encabezar las acciones para la próxima etapa que enfrentara la república una vez que Andrés Manuel López Obrador deje la silla presidencial.

Correa dijo que esa promesa da motivos de agradecimiento porque hay cuadros, porque hay perfiles para continuar el proyecto de desarrollo de nación, pues no se cambia nada en diez meses, ni en un año ni en una década porque los procesos de desarrollo son a largo plazo.

¿Es Claudia?

Erick Xavier Huerta

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