El PRIANISMO y la Perredización en MORENA: AMENAZAS LATENTES

El PRIANISMO y la Perredización en MORENA: AMENAZAS LATENTES


«La paciencia es el arte de tener esperanza»



La perredización de morena es un asunto que ha venido creciendo.

Basta ver hasta algunos casos donde mismos ex perredistas se unen para dar sus informes de gobierno. Esos grupos y facciones tribales advierten una tremenda descomposición al tiempo en que Andrés Manuel López Obrador dejará la presidencia de la república, y con ello, el liderazgo del movimiento.

Lo que a muchos se les olvida es que AMLO fue respaldado por la sociedad civil, por ciudadanos preocupados por el cambio, unidos por la transformación de México. No fue capricho de él ni tampoco mérito universalmente individual. El triunfo ha sido popular, de unión y de equipo, aunque muchos otros quieran apostar por la magia, lo irracional, y considerar que AMLO ha podido solo y solo él puede rescatar a la nación.

Los hechos y su propio movimiento apuntan al poder que tiene el pueblo, y pienso que AMLO eso quiere, que la sociedad civil organizada pueda creer en el poder que su propia organización logra. 

Esta es la lección que logra que México avance en consensos y en política.

Las tremendas injusticias que han venido ocurriendo, traiciones perpetuadas desde la cúpula donde a los luchadores del movimiento les marginan a propósito para premiar a quienes ayer estaban en las filas del PRI, PAN y PRD, desestabilizan al movimiento, y ya no promete confianza ni credibilidad frente a quienes siempre estuvieron del lado de la lucha por el cambio, no del oportunismo ni practicando el gatopardismo. Al tiempo en que escribo esto, aún hay dirigentes de partido que se dicen demócratas que siguen confiados en que el pueblo obedece, como borregos a todo lo que digan porque se dicen discípulos y miembros del exclusivo círculo cercano al presidente de la república. 

Es una falsedad que los órganos de dirección emanen de abajo hacia arriba dándole peso a lo local. En los municipios y en los pueblos, la política está a merced de grupos interés creados a nivel federal. Me consta, que quienes ayer estuvieron en el PAN haciéndole campaña a Ricardo Anaya, hoy fueron premiados y ahora esos se ostentan como los directores de la política partidaria en Morena a nivel estatal, como sucede en Guanajuato. Además que las cúpulas ven por sus intereses y a partir de ahí doblegan cualquier aspiración o política municipal del partido.

Congresistas eligen a consejeros a modo y estos a su vez órganos de dirección a modo del grupo de interés hegemónico sobre el partido. Y así hay corrientes y facciones pero ahora, se subraya a los marginados, quienes han luchado por un movimiento que prefirió reconocer a los políticos de siempre de ayer.

¿Han pensado que los responsables del partido en los estados sean los mismos gobernadores emanados de morena? Eso habla de un partido de estado, como no quería que sucediera el propio Andrés Manuel López Obrador. En frente del pueblo se lavará las manos, diciendo que fue nuestra culpa, nuestra decisión, y que nosotros lo permitimos.

Los candidatos de morena se eligen a través de encuestas, y por medio de negociaciones entre grupos. Por dios, hace falta entonces que recuerden los candidatos de dudosa procedencia que han surgido, con acento desde el 2021, y cómo hasta premian a cónyuges, familiares y compadres. Por dios.

El partido hoy más que nunca vive bajo la amenaza de su entera perredización. No sé por qué lo habrán permitido o lo provocan. Finalmente Cuauhtémoc Cárdenas padeció esas consecuencias, también López Obrador, y dejan que el mismo fenómeno alcance y acabe con morena. 

Un sexenio sin vida orgánica interna, a merced de los mismos de siempre, con liderazgos que empezaron fuertes y hoy están fuera del gobierno y del círculo del presidente. Sin representación institucional a nivel municipal ni estatal.

Dicen que esto lo provoca AMLO a propósito, para tener mayor fuerza presidencialista. Nadie le hace sombra a su poder, pero, ¿a qué costo? —¿Cuál será el precio de tener maniobra y poder un sexenio sin orden institucional en el partido promesa de México? Puede ser que lo conveniente y el propósito de estas maniobras radiquen en reordenar y conjuntar el esfuerzo y cuadro político estelar para la sucesión, justo, al año del cierre, hablamos de 2023. Mientras tanto, todos pueden seguir jugando con la incertidumbre.

No entren en pánico. El Presidente es paciente, todo a su tiempo y cuando sea correcto, habrán circunstancias correctas y entonces habrá perspectiva y claridad en el tema de la sucesión presidencial y en consecuencia, del rumbo que tendrá morena para afianzar los cuadros políticos que protejan al proyecto de nación que se viene gestando y construyendo desde cero a raíz de la dictadura de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, que hoy son muy amigos, socios que defienden su misiva de regresar al poder a toda costa.



Erick Xavier Huerta S.


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