Sin principios: «Un sexenio de fraude al pueblo».

Morena era la alternativa y la opción para poder dar oportunidad a que participara la vocación del pueblo en la política. De ahí la conjunción de varios liderazgos de todos los sectores que coadyuvaron a construir un proyecto de nación, respaldando a López Obrador por conseguir reunir las características de un buen candidato para lograr llegar a la presidencia de la república.

Sin embargo, las traiciones no se hicieron esperar.

A quienes fundaron el movimiento, a los seguidores y al respaldo popular le han traicionado. Morena se convirtió en el salvavidas de carreras políticas acabadas de los actores de siempre que vivieron al amparo de los gobiernos que supuestamente se combatían, a las órdenes de las mismas camarillas, PRI, PAN, PRD.

¿Quiénes?

Luis Fernando Salazar.

Los casos sobran a lo largo y ancho de la república.

Pronto negociaron con la mafia del poder, y al bipartidismo que tanto se juraba combatir, acabó por servir para engordar al cerdo de oro en que se ha convertido el partido morena en la república. Pronto, los fervientes panistas que daban la vida por su movimiento y los priístas y los perredistas, renunciaron a sus proyectos y a sus barcos, evitando el naufragio, acogieron poder y permanencia en la vida política y pública bajo el resguardo del nuevo presidente de la república y del pupilo que dirige las arcas del paraíso, Mario Delgado. 

    Al tanto, el señor Delgado nos quiere ver la cara de tontos, exhortando a "todo el pueblo" a que participe "libremente" en nuestra democracia. Aunque sabemos que morena, ha terminado por ser secuestrado, y quienes "ganan" las encuestas, son aquellos señalados y convenientes para el consorcio de Delgado.

Todo resultó una farsa.

La gente del pueblo, buena y noble, acabó por luchar para que los del régimen de Peña Nieto, Fox y Calderón, sigan ahí haciendo “política” ahora bajo la mística de morena, repitiendo simplonamente que no roban, que no traicionan y que no mienten y que festejan 24 horas al día, la cuarta transformación.

Pero la cuarta transformación fue una farsa. La cuarta transformación es la justificación de una nueva revolución a la luz de las revoluciones históricas de nuestro país. Es una farsa desde que la lucha contra el bipartidismo fue una farsa, para simular que quitaban del poder a los mismos, y ahora los premian, como en Guanajuato hicieron con Ricardo Sheffield, panista de toda la vida, operador político de la familia Calderón-Zavala, pero ahora íntimo amigo de López Obrador que se quejaba a diestra y siniestra del fraude electoral en el 2006. Bueno, pues prefiere a esos como incondicionales de su gobierno. Igual que Fernando Salazar. O Gaby Cuevas. Así, los casos sobran. 

    Morena terminó convirtiéndose en una agencia de colocación de empleos para el PRIANRD.

Y se amparan, en que Morena, festeja las transformaciones de México. Hasta el señor Sheffield, que quiere otra vez ser candidato al amparo del poder y de su presumible amistad con el presidente de la república y por su proximidad con los pupilos para suceder al presidente Obrador en el poder, ya estrenó nuevo libro, prologado por Claudia Sheinbaum, esto porque al parecer no salió el cálculo político, pues Sheffield ya había estrenado un libro que prologó Ebrard. 

    Sheffield presume que será el candidato de morena porque controla la Profeco, y esas multas a algún lugar deben ir a parar.

Aquí Sheffield habla de Hidalgo, y puntos primordiales para gobernar y transformar. Lo cierto es que Morena ha lucrado con la historia de México para fundamentar su existencia. Yo, como millones de mexicanos, participamos en promover el cambio en nuestro país porque era inconcebible la tragedia nacional, la desigualdad, la pobreza, la violencia al amparo de un gobierno de los más ricos del mundo con una clase política deprimente y mediocre. Por eso participamos.

Sin embargo, cada que pasa el tiempo la decepción se incrementa, se hace más grande, porque la violencia crece, la pobreza crece, y la credibilidad y confianza en el Estado parece no poder recuperarse, gracias a políticos oportunistas que demuestran que no tienen ideología, principios ni convicciones. Solo trabajan para estar al amparo del poder público sin visión ni repercusión ni trascendencia. Ese nivel mediocre será castigado por la población, aún a pesar de la soberbia del movimiento de la 4T.

Pareciera ser que morena fue creado por los mismos de siempre para asegurar su permanencia en el poder, y López Obrador acabó por ser un títere del mainstream, —¿el intercambio?—pasar a la historia como un presidente sexenal más de México al amparo de haber convenido dejar a los mismos en el poder público. 

Felicitaciones al T-MEC.

¿Qué piensan en Chiapas y qué pasa en Chiapas? Pronto lo sabremos.

Porque también lo cierto es, que la sociedad debe recobrar sentido y pertinencia de valorar la estafa y la simulación que ha acontecido en nuestro país. Que Hidalgo no pactó con el enemigo, ni matizó por su lucha, fue hasta el final con convicción y principio, no como Sheffield, o Chico Herrera, o Emmanuel Reyes o Justino Arriaga, que si hubieran peleado del lado de los insurgentes, estarían solo a tiempo de ver quién les paga mejor y en breve se pasarían del lado de los realistas. De igual forma Benito Juárez, poco habría de pactar y sucumbir a los intereses del Clero para doblegar al Estado. O Pancho Villa y Zapata, que estando en guerra, solo era por politiquería que estaban esperando que Porfirio Díaz los uniera al partido y les diera algo en el congreso o en el gabinete del gobierno.

Seguramente, Fidel Castro y el Che Guevara, figuras aplaudidas por los “revolucionarios” de la 4T, habrían pactado o esperar convenir premios con el dictador Batista, para ser diputados o senadores o tal vez, alcaldes. Ese es el nivel patético en el que cayó la cuarta transformación de morena.

Así no fueron las luchas, ni las revoluciones que tanto presume Morena, y que al tanto de nuestra coyuntura nacional, los hermanos Flores Magón y Pancho Villa se estarían quejando amargamente en sus tumbas al ver la manipulación y farsa en que han resultado el nuevo gatopardismo de nuestra era comandado por morena. El fraude al pueblo. 

Erick Xavier Huerta Sánchez