PROMETIERON UN MEJOR CORTAZAR GUANAJUATO NO UNO CON MÁS MASACRES

por Erick Xavier Huerta

Libia García y Jesús Oviedo fueron legisladores que dieron pase automático a Carlos Zamarripa para que permaneciera en el poder más tiempo como fiscal en la entidad procurando “la justicia”, y estará haciendo “eso” el próximo sexenio después de Sinhué y más, hasta 2028 por lo menos. Un dictador.

Sinhué, gobernador de Guanajuato dijo que metía las manos por Zamarripa y habría resultados.

Diego Sinhué basó las promesas de su campaña en un “golpe de timón” y aseguró que habría un “Guanajuato seguro” para “todos”; para resguardar la seguridad pública de Guanajuato, pero esto nunca existió. 

Prometió construir desde Santa Rosa de Lima —la Academia de policías más importante y el centro de inteligencia y seguridad que nos daría resultados a todos los ciudadanos ante la ola de violencia y crimen que impera en la entidad. Solo hay una barda. Seguimos esperando y el sexenio ya se acabó.

Como el sexenio se acabó, (creo que nunca hubo gobierno, solo saqueo) Sinhué y su consorcio político, sus amigos, García, Oviedo y compañía se dedican solo a hacer campaña, usar los recursos públicos y los programas sociales y la plataforma de gobierno fincada en impuestos en promocionar su imagen. Y ante cualquier tragedia solo lamentan, ni se disculpan porque no es su culpa aunque sea su responsabilidad y las promesas que promovieron durante años para quedarse en el poder los mismos de siempre, durante más de treinta años.

Al tiempo, siguen ocurriendo masacres como las de Cortazar Guanajuato. Y es que al señor Corona se le apoyó para que tuviese alternancia la entidad cuando el señor Estefanía quería la reelección. Estefanía, fue asesinado bajo el "gobierno" del señor Corona. 

Corona prometió un mejor Cortazar pero buscó reelegirse sin dar resultados, incluso premiando a funcionarios de la gestión del PRD para que ahora siguieran colaborando con él. A pesar de todo, los resultados han ido agravando la crisis. Hoy comenzó a hacerse público lo que hemos denunciado durante años, y ya para nadie resulta sorpresivo decir que Cortazar es controlado por el Cartel de Santa Rosa de Lima que sostiene una guerra con el Cartel Nueva Generación. Prometieron un mejor municipio y ahora este es uno de los más violentos del mundo, en resonancia con la tragedia que se padece en todo el corredor industrial, en Irapuato, en Celaya, en Salamanca, en Salvatierra, en Jaral del Progreso, en Valle de Santiago, en todo Guanajuato. 

El secretario del Ayuntamiento, íntimo amigo de Jesús Oviedo, el apodado “Güero Pizza” hace alarde de su apodo en vísperas del proceso electoral cantando y aludiendo a lo que espera Cortazar, pues él hasta presidente municipal de forma interina ya fue. Él es responsable de la seguridad pública, y solo ha pasado el tiempo en promover sus negocios y su figura política, al igual que sus comparsas, mientras el ayuntamiento y el municipio se hunden en la violencia y en la corrupción. Buscan tocar fondo.

Todos estos signos evidencian de forma clara y contundente el escenario de guerra en el que se encuentra la entidad, pues empresarios, familiares, estudiantes, mujeres, niñas y niños, en cualquier actividad cotidiana, yendo a la escuela o yendo a un balneario en fin de semana, son vulnerables a padecer violencia y a ser eventualmente asesinados, y la cifra de homicidios se sigue incrementando en Guanajuato.

Desde Ricardo Anaya, con Miguel Márquez Márquez se presumía una realidad que no existe y que no formó nunca parte de los resultados de los últimos dos sexenios del panismo en Guanajuato.

Al tiempo, panistas echaron sus barbas a remojar, y mejor decidieron cambiarse a morena, para purificar su imagen como (entre otros) Ricardo Sheffield (operador de Calderón en el fraude del 2006—hoy titular de PROFECO de AMLO), Justino Arriaga y el colaborador de Estefanía, Emmanuel Reyes, que se convirtió en diputado federal gracias a Estefanía que le impulsó desde Cortazar Guanajuato. Una vez que vieron en peligro su carrera política, saltaron como chapulines a morena.

Cuando les conviene, el gobernador y alcaldes panistas se consideran jefes de Estado y del municipio, responsables de conducir el progreso en sus pueblos, pero cuando no les conviene, se lavan las manos como Poncio Pilatos y echan culpas a otras autoridades, al PRI o a Morena, a Peña o a López Obrador, pero desde Felipe Calderón y desde Vicente Fox, Guanajuato aumenta sus crisis, y la inseguridad se ha vuelto parte de la vida cotidiana del pueblo al tiempo en que aumentan y crean nuevos impuestos desde el congreso que controla el PAN en Guanajuato, y al tiempo en que siguen premiando al mismo gabinete de seguridad pública de siempre, a Sophia Huett, a Cabeza de Vaca y a Carlos Zamarripa. 

Estados Unidos de Norteamérica y su embajador en México, siempre están advirtiendo el peligro que resulta visitar turísticamente a esta entidad. A pesar de eso, las autoridades y el gobernador presumen inversiones, pero si fuesen ellos los empresarios, si fuesen ellos los ciudadanos, ante estos resultados, ya habrían pedido su destitución, pero se trata de ellos y de sus intereses por eso fingen demencia, no se reconocen en sus mentiras y osan creerse “políticos” con piel de elefante para ser cínicos desvergonzados. 

Erick Xavier Huerta Sánchez