"Tándem indisoluble: Marcelo Ebrard y el liderazgo de López Obrador en la construcción de un nuevo México"


"Tándem indisoluble: Marcelo Ebrard y el liderazgo de López Obrador en la construcción de un nuevo México"



No se puede hablar del liderazgo de López Obrador sin mencionar a uno de los líderes que lo han acompañado, apoyado y fortalecido en su lucha, especialmente en el desarrollo de su liderazgo. No se puede comprender la historia de López Obrador sin tener en cuenta la figura de Marcelo Ebrard, y viceversa. Aunque recientemente han surgido nuevas variables en la ecuación para determinar quién será su sucesor, la historia tiene un peso significativo, como lo tuvo en su momento para que López Obrador ganara la presidencia de la república.

Marcelo Ebrard ha sido asesor de destacados políticos y funcionarios tanto en el país como en el extranjero. Además, fue diputado independiente, fundador del PRD y ha enfrentado a los regímenes del PAN y el PRI. Su coherencia y consecuencia en la toma de decisiones han sido valoradas por el propio López Obrador. Incluso podemos citar las palabras de López Obrador en su libro "La mafia que se apoderó de México... y del 2012" donde reconoce a Marcelo Ebrard como una opción para ocupar la presidencia de la república: "Gobierna con acierto la Ciudad de México. Con Marcelo llevo una buena relación y nuestros adversarios no han podido separarnos. Es muy difícil que en política, cuando se compite por el mismo cargo, se mantengan las lealtades. Sin embargo, con mucha responsabilidad, desprovistos de ambiciones personales por legítimas que sean y poniendo por delante el interés general, estamos haciendo un esfuerzo por mantenernos unidos. En más de una ocasión, quienes no me ven con buenos ojos, lo han incitado a que rompa conmigo, con el pretexto de que con él sí se puede llegar a un acuerdo. Pero este político excepcional no se ha dejado llevar por el canto de las sirenas. Será la gente y nadie más quien decidirá quién representará los anhelos de justicia y cambio verdadero para iniciar la construcción de la nueva república".

Marcelo Ebrard fue un pilar fundamental y contribuyó al éxito de la administración de López Obrador, especialmente en el ámbito de la seguridad pública de la Ciudad de México, que en aquel entonces enfrentaba una crisis de extorsiones, homicidios y violencia. Era una situación terrible vivir en la ciudad, sumida en el miedo. Marcelo asumió la responsabilidad y fue un factor determinante para el éxito administrativo y para impulsar el liderazgo de López Obrador.

Durante ese periodo, Marcelo Ebrard convocó a Rudolph Giuliani para asesorar y colaborar en la implementación de estrategias para recuperar el tejido social y restablecer la paz en la ciudad. Giuliani Partners brindó consultoría a la Ciudad de México y los resultados fueron tangibles. Estos avances significativos en un área prioritaria para los ciudadanos fueron clave para impulsar a López Obrador a buscar la presidencia de la república en 2006. La participación de Marcelo Ebrard en la contienda por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México fue fundamental para López Obrador, e incluso, teniendo como base a la ciudad, se hizo posible la protesta del plantón en reforma después del grave señalamiento de fraude en las elecciones de 2006, donde Calderón resultó elegido como presidente de la república.

En el año 2012, con el regreso del PRI al poder, Marcelo Ebrard era el favorito para contender por la presidencia de la república. En ese momento, Carlos Fuentes apoyaba a Marcelo Ebrard y si bien no se dio el caso, reafirmó que todo dependía de quién apoyara a López Obrador para que hubiera una esperanza en México. Era esperanzador contar con Marcelo Ebrard respaldando ese proyecto, junto a otros personajes notables como Juan Ramón de la Fuente.

Si Marcelo Ebrard no hubiera sido prudente y no hubiera mantenido su sentido común, fiel a los principios de lucha por un nuevo proyecto de nación, no habría competido ni se habría fortalecido el proyecto y liderazgo de López Obrador. En 2018, Ebrard nuevamente fue un factor determinante para impulsar el liderazgo de López Obrador, a pesar de la persecución en su contra por parte de Peña Nieto, quien buscó marginarlo de la participación en la vida pública y política de México, impidiéndole cualquier cargo o aspiración a un puesto de representación.

Mancera, junto con Osorio Chong, trabajaron para apoderarse del PRD y evitar a toda costa la participación política de Marcelo. Marcelo Ebrard, al igual que López Obrador, ha sido revisado y perseguido por el poder. Queda claro que Marcelo Ebrard ha sido el gran constructor de la unidad, y de no haber sido así, cualquier decisión egoísta en el pasado reciente habría socavado las aspiraciones del proyecto de cambio liderado por López Obrador, impidiendo que llegara al poder. La historia y los méritos hablan por sí mismos, y tanto Marcelo Ebrard como López Obrador han trabajado en conjunto para lograr un proyecto importante en beneficio de los mexicanos.

Resulta entonces innegable señalar y tener conciencia sobre el peso protagónico que Marcelo Ebrard ha tenido en la trayectoria política de México. A lo largo de los años, ha demostrado ser un líder comprometido, con una amplia experiencia en el ámbito político y una visión clara de cambio y transformación.

Su papel fundamental en el apoyo y sustento al liderazgo de López Obrador no puede pasarse por alto. Desde su labor como asesor y funcionario, hasta su gestión exitosa en la seguridad pública de la Ciudad de México, Ebrard ha sido un factor clave en el desarrollo y fortalecimiento del proyecto de López Obrador.

Su capacidad para formar alianzas, su prudencia y sentido común, así como su fidelidad a los principios de lucha por un nuevo proyecto de nación, han sido fundamentales para impulsar el liderazgo de López Obrador en momentos cruciales de la historia política de México.

Marcelo Ebrard ha sido perseguido y revisado por el poder, lo que demuestra la amenaza que representa para aquellos que buscan marginar a figuras comprometidas con el cambio y la justicia. Sin embargo, su determinación y su habilidad para construir unidad han sido clave para superar los obstáculos y avanzar hacia un México mejor. 

Hoy más que nunca, en un contexto en el que se busca continuar con un proyecto de transformación y cambio, Marcelo Ebrard se erige como una carta cabal que merece ser apoyada y sustentada. Su trayectoria, mérito y formación lo respaldan como una figura destacada en la política mexicana, capaz de llevar a cabo la representación de México en la Presidencia de la República con compromiso, honestidad y visión de futuro.

Es hora de reconocer el papel fundamental que Marcelo Ebrard ha desempeñado y sigue desempeñando en la construcción de un México más justo, equitativo y próspero. Apoyar su liderazgo es respaldar la continuidad de un proyecto de transformación que busca el bienestar y la justicia para todos los mexicanos.

Erick Xavier Huerta





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