Claudia, echaste a perder a morena.

Claudia, echaste a perder a morena.



Al contrario del proceso romántico electoral que México vivió en 2018, López Obrador enarbolaba la esperanza, y parecía congruente cuando se montaba en voces críticas y en actores políticos con credibilidad, como el Mijis (DEP). Denise Dresser, hoy crucificada por el régimen, enarboló críticas que favorecían a este movimiento, al igual que Brozo (Víctor Trujillo) que hasta cuate era de AMLO; al igual que Jorge Ramos, e incluso actores políticos de la “oposición” y de buena reputación entre la clase gobernante como Germán Martínez, enarbolaron acciones para beneficiar un cambio que estribó en solo alimentar más el gatopardismo. 

La clase periodística y empresarios estaban a favor del cambio con López Obrador. Pero ahora, el sentir es muy distinto. No se ve ya a nadie contento, salvo los que buscan seguir acaparando posiciones de poder para sopesar algo de reconocimiento.

    López Obrador se quejaba de que el presidente Peña hubiera resultado tan criticado que parecía un presidente de parapeto, pero gustaba de todas las críticas fueran en contra de ese régimen para doblar a los intereses a favor suyo y así resultar la alternativa única para calmar la rabia del pueblo. Y lo logró. Nos vio la cara. Realmente sí le tembló la mano, y acabó siendo gerente de los mismos intereses, y el país está aún más azotado por el crimen, por el narco y por la corrupción. 

Hoy todos esos que ayer apoyaron al movimiento que encabezó López Obrador, y más y más, están en contra hoy de morena y del Presidente que traicionó todas sus promesas pues acabó convirtiéndose en aquello que juró combatir. 

Morena, el supuesto movimiento que se convirtió en partido, acabó superando las prácticas de la política de antaño, pues censuró, reprimió las críticas pues quien criticaba era objeto de ser expulsado del partido, de no ser tomado en cuenta. Una farsa de movimiento. Hicieron que todos se alienaran como priistas dinosaurios y buscaron suprimir la disidencia, la crítica y a los rebeldes, cuando la izquierda se caracteriza por la rebeldía y la revolución, por no ser políticamente correctos. Pero ahora todos, como borregos, callan, se alinean, y como perros esperan un hueso por su buen comportamiento de zalamería.

Claudia Sheinbaum copia el estilo de López Obrador, como cuando gobernaba Salinas de Gortari y toda la clase política imitaba su acento. Pero a Claudia Sheinbaum se le olvida completamente, que ahora las cosas son distintas. Porque cuando se apoyó a López Obrador en 2018, había un movimiento que se convirtió en partido, pero ahora este partido es uno más que además imita y suma defectos conjuntos de todo el PRIANRD. Ahí está morena con el mismo capital que tanto critican y además hacen campañas proselitistas para pescar a más del régimen que supuestamente combaten para premiarlos con creces en morena. Hemos documentado decenas de casos, además de la infamia que ocurre en temas de nepotismo y tráfico de influencias que el presidente López Obrador insiste en enterrar bajo su palabra, porque su palabra divina parece hipnotizar a las masas, y entonces no pasa nada, se resguarda en sus encuestas que inflan su fama. 

Hoy la gente ya se dio cuenta que morena es más de la partidocracia, y que mandan ahí los que mandaron con Peña, como Eruviel Ávila que es recibido con alfombra roja por la cuarta transformación, de quienes son chapulines y saltaron del PRI al PRD y al PAN. Como López Obrador. 

Y es que López Obrador enseñó eso, si no te parece y no te dejan participar en el PRI, salta al PAN, salta al PRD, y ahora puedes saltar del PRI, del PAN y del PRD, a morena, y serás recibido con creces. Al fin es democracia. Quienes no han podido participar se han equivocado en una cosa, primero hay que participar en los partidos clásicos, para que luego los nuevos, como morena, vengan a rogar por tu participación, y como Lucifer a Cristo, te ofrezcan todos los reinos del mundo, del estado. 

Lo que está pasando es que el partido—movimiento, el movimiento—partido, ha dejado de existir en morena, porque ahora todas las simpatías se han diluido entre la población, porque periodistas, intelectuales, pensadores, académicos y propios políticos, se han dado cuenta de la consolidación de un nuevo grupo compacto de poder que negocia a sus intereses con los mismos políticos de siempre, premiándolos en morena y en el gobierno. Es decir, morena es ahora un partido más, no un movimiento. 

Y ya López Obrador y Claudia Sheinbaum no representan ninguna esperanza, para ningún movimiento, porque prefirieron quedarse con el partido a quedarse con el movimiento, y ya la población pudo conocerlos en su ejercicio en el poder y lamentablemente AMLO sigue queriendo denostar los hechos con su palabra, y miente, engaña, traiciona y en el país donde impera la violencia, hay corrupción. 


Claudia, echaste a perder a morena. Mañana, tal vez, reconozcas tu error.

Erick Xavier Huerta


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