BÁRBARA Y RICARDO: CAMINOS CRUZADOS.

Doble o nada.

Por: José Luis Ramírez. 

Morena es el cruce de caminos impensables de la política guanajuatense, es el resumen de 24 años de historia electoral. Irónicamente, dos personajes serán motivo de reflectores durante los próximos 4 meses: Ricardo Sheffield, y Bárbara Botello, uno de prosapia panista, y otra, de estirpe priísta. Ambos corren en una línea histórica que merece ser conocida.

Ricardo Sheffield tiene 57 años, de 1978 a 1989 fue conductor en TV Bajío; de 1994 a 1997 fue regidor en el municipio de León, y de 1997 al 2000 diputado local; del 2000 al 2003 fue diputado federal; del 2006 al 2009 trabajó en la Reforma Agraria con Felipe Calderón; del 2009 al 2012 fue presidente municipal en León; del 2012 al 2015 se dedica al trabajo privado, y en el 2015 al 2018, vuelve a ser diputado federal. Son 24 años al servicio del PAN, esta sería su primera etapa política.

En su segunda etapa, ya como morenista, fue candidato a gobernador en el 2018 y pierde; del 2018 al 2021 es director de Profeco en el nuevo gobierno de Morena; en el 2021, participa como candidato a la presidencia de León, y vuelve a perder; del 2021 al 2023 se reincorpora como director de Profeco. Actualmente, es candidato a Senador por Morena.

María Bárbara Botello tiene 57 años, fue regidora del PRI de 1997 al 2000 en el municipio de León; del 2000 al 2003 fue candidata a diputada local, perdió; del 2003 al 2006 realiza trabajo privado; en el 2006 es Secretaria General Estatal, y presidenta interina del PRI en sustitución de Miguel Ángel Chico, quien contiende por la gubernatura; del 2006 al 2009 es diputada plurinominal del Congreso estatal; en el 2009 fue candidata a presidente municipal por León, pierde; en el 2009 es nombrada Secretaria general adjunta del CEN del PRI: en el 2012 vuelve a contender por la presidencia municipal de León, y gana; en el 2015-2018 es electa diputada federal plurinominal. Actualmente es candidata por Morena a la alcaldía del municipio de León

Quise señalar su ruta política porque más allá de pretensiones, pasiones y emociones en busca de objetivos políticos personales, se encuentran los intereses de los guanajuatenses. En ese sentido me permito ofrecer cifras que son reveladoras de los alcances y de las certezas que pueden ofrecer como candidatos a los electores.

El 2009 es el punto de partida en el encono político entre Bárbara y Ricardo. Botello es candidata a la presidencia municipal de León por el PRI, y pierde con Sheffield, quien es el candidato del PAN al amparo del Gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez, y de Felipe Calderón. Le gana con 204 mil  557 votos al PRI, quien recibe 152 mil 938 votos, hay una diferencia de 51 mil 619 votos a favor del PAN. el Verde obtiene 40 mil 163 votos. Los demás partidos  siguen siendo decoración: el PRD y PT Juntos apenas suman 9 mil 448 votos; Nueva Alianza 6 mil 346; Convergencia (MC) 1 mil 746 votos.

Al término de la gestión de Ricardo en la alcaldía de León en al 2012, su posible sucesor panista, Miguel Salim, pierde la elección frente a Bárbara Botello quien nuevamente contiende por el PRI. La guerra sucia en contra de Bárbara, por medio de espectaculares, es orquestada por el PAN, pero Salim niega que sea él, quien la provoque. Esos eventos llevan a recordar que en el 2006 Ricardo, promovió en espectaculares una campaña similar, en los que se leía: “Si Bárbara no pudo unir a su familia, menos lo hará con León”. Seis años después Bárbara terminaría con la ola triunfadora del Pan en el municipio de León, iniciada desde 1988, con 8 alcaldías ganadas consecutivamente durante 24 años. 

Bárbara Botello gana con 303 mil 376 votos la alcaldía leonesa –incluyendo los votos de su alianza con el Verde-; el PAN recibe 246 mil 640 votos –incluyendo los votos de su alianza con NA-. Son 56 mil 736 votos de diferencia. Votan en total 590 mil 905 leoneses. El apoyo de Peña Nieto para su triunfo, y luego su gestión, es fundamental. 

La pérdida del corazón nacional del panismo, le significa a Sheffield un retiro involuntario de 3 años (2012-2015) de la vida pública, y lo aleja de la pretensión de ser gobernador; por el contrario, Bárbara se acerca al gobierno estatal. 

 “Héctor López Santillana del PAN, en el 2015 le arranca a Bárbara la presidencia municipal de León, obtiene 229 mil 909 votos; el sucesor de Bárbara Botello solo recibe 126 mil 478 votos, dejan de votar por el PRI, 176 mil 898 electores, y pierde por una diferencia de 103 mil 431 votos; el Verde recibe 25 mil 159 votos, y Morena 8 mil 715 sufragios. 

En ese año (2015), Ricardo contiende nuevamente en el Distrito 3 de León, por la diputación federal, en donde había participado 15 años atrás, gana con 68 mil 266 votos, pero dejan de votar por él, 51 mil 727 ciudadanos en relación a la elección del 2000. Este triunfo es revelador de un agotamiento de su popularidad, además porque el Padrón electoral había aumentado de 1 millón 777 mil 979 electores en el 2000, a 4 millones 93 mil 123 electores en el 2015. En segundo lugar, llegaría el PRI con 42 mil 197, perdiendo ahora un tercio de su votación anterior; y de manera significativa la Alianza por México (PRD-PT) alcanzaría 4 mil 437 votos. Votan en total 173 mil 407 ciudadanos.

En este periodo del 2015 al 2018, Ricardo, coincide en el congreso federal con Bárbara, quien llega también al Congreso con el apoyo de Peña Nieto, pero por la vía plurinominal. Ambos son parte del tramado PRI-PAN para detener el tsunami político, llamado López Obrador, y son mano alzada para votar las reformas neoliberales de Peña Nieto. 

“En junio del 2018, Bárbara Botello, fue inhabilitada por un periodo de 5 años para ocupar cargos municipales debido a que en su periodo como alcaldesa suscribió seis contratos de prestación de servicios con empresas, las cuales no realizaron trabajo, y que habrían causado un quebranto de un millón 557 mil pesos”. 

La lucha por encabezar y ganar en el 2018 la gubernatura de Guanajuato, es con todo, y “el diputado federal panista Ricardo Sheffield Padilla reveló en su cuenta de Twitter que el gobierno de Miguel Márquez Márquez ha hecho una solicitud formal de desafuero contra Botello Santibáñez”. 

Se registra que, “la solicitud fue recibida el pasado 16 de octubre por la Secretaria General del Congreso de la Unión y fue enviada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) bajo el número de averiguación 101/2015. En respuesta la diputada federal, Bárbara Botello señaló, “no me van intimidar. Lo he vivido por más de dos años y seguiré exigiendo resultados y que se castigue la corrupción de los gobiernos panistas”. Botello se repliega de la vida electoral, y en el 2020 renuncia al PRI.

En la elección municipal de León del 2018, Santillana se reelige, y el PAN vuelve a ganar con 289 mil 229 votos, obtiene 232 mil 535 votos más que el PRI, quien solo alcanza 56 mil 694 votos; Morena-PT-PES, obtiene 91 mil 355; el Verde recibe 56 mil 441 votos.

En el 2018, Ricardo, después de más de 25 años de militancia panista, y a pesar haber sido arropado como regidor, diputado local, dos veces diputado federal, y una vez como presidente municipal, rompe con el PAN porque su proyecto de encabezar la gubernatura panista fracasó. Al romper acusa al gobernador Miguel Márquez de torcer la democracia, y se va del PAN a Morena, para buscar la candidatura a Gobernador.

Otro guanajuatense que abandonaría a su partido, el PRI, para irse a Morena, es Miguel Ángel Chico Herrera. En febrero 2018 siendo senador de la república, señala que se retira del PRI por el maltrato recibido. El destino hermanaría en Morena, a Ricardo con Miguel Ángel Chico, y con la doctora Antares Vázquez en la búsqueda de la candidatura al gobierno estatal, finalmente la asignación de candidaturas resuelve cualquier diferencia, Ricardo va como candidato al gobierno estatal, Miguel Ángel Chico va como diputado plurinominal, y la doctora Antares, va al Senado de la república. Bárbara Botello, acosada con decenas de denuncias por “probable responsable” de peculado, se atrinchera en la defensa de decenas de imputaciones por los siguientes tres años, y abandona su aspiración gubernamental. 

La candidatura a gobernador del 2018, es una de las primeras pruebas de fuego dentro de Morena que Ricardo no aprueba. Pierde por dos votos a uno con Diego Sinhue, obtiene solo 507 mil votos, y su excompañero panista lo rebasa con 1 millón 40 mil sufragios. El PRI de 948 mil 590 votos, seis años antes (2012), cae a 266 mil 916 votos.

El resultado electoral de Sheffield en Guanajuato, en el 2018, no es ajeno del voto en cascada a favor de AMLO, y he señalado, que se puede separar para medir la aportación que hace a Morena. La votación en Morena tiene como sustento histórico dos fuentes, el PRD, y el PT, el promedio electoral de ambos, en las últimas tres elecciones presidenciales, es de 127 mil votos, lo cual podríamos tomarlo como referencia del electorado base. La diferencia entre este número y el resultado de la participación electoral de Sheffield, nos daría su aporte, pero no es así. 

En las tres elecciones anteriores (2000-2006-2012), el promedio electoral del PAN, es de 1 millón 94 mil votos, y en el 2018, saca 1 millón 40 mil, eso significa que Sheffield, solo le arranca 54 mil votos al PAN. De tal manera que, Morena en el 2018, recibe la votación perdida por el PRI; son 618 mil 674 ciudadanos entre la elección del 2012 y la de 2018 que dejan de votar por el PRI. Refrendo que, “bajo la vieja fórmula alquimista de los grandes politólogos, los votos nunca se pierden, solo se transforman”.

Tomando en cuenta la votación que obtuvo Sheffield (2018), únicamente en el Municipio de León, considerando que ese municipio era su fortaleza, nos da claridad sobre las expectativas sembradas.  Vamos al detalle, León estaba dividido en 6 distritos locales: en el Distrito 3, pierde por una diferencia de 53 mil 760 votos; distrito 4, pierde por 32 mil 216; Distrito 5, pierde por 51 mil 806; Distrito 6, pierde por 36 mil 885; Distrito7, pierde 58 mil 376; Distrito 21, pierde por 37 mil 406 votos. Ningún distrito gana, obtiene en total 118 mil 371 votos, y Diego Sinhue le gana en León con 381 mil 216 votos, hay una diferencia enorme de 262 mil 845 votos. Sí, pierde por 3.22 a uno, en el corazón del panismo.

Como todos sabemos, a pesar de la tremenda diferencia de 3 votos contra 1 alcanzada en León, y 2 a 1 en el resto del estado, Ricardo participa por segunda ocasión como candidato a Presidente municipal por León en el 2021. Recordemos que León, es el municipio más importante de Guanajuato, no solo por su economía, sino porque allí se encuentra un tercio de la votación estatal.  Con una clara intención de tener un puente directo a la gubernatura, trataría de rescatar el municipio que había gobernado como panista, para gobernarlo ahora como Morenista. ¿Cuál sería la diferencia? No tuvimos la oportunidad de verlo, perdió. 

Y esa pérdida era muy importante. León está dividido actualmente en 7 distritos locales, y 4 federales, de donde surgen 7 diputados locales y 4 federales. No era cualquier propósito, pero la realidad confirmo que sí, era un despropósito, perdió.

Irónicamente, pierde con Alejandra Gutiérrez, quien había sido 12 años antes, su tesorera en el Ayuntamiento.  Ella obtiene 323 mil 452 votos, y Sheffield 115 mil 308 votos, otra vez pierde casi tres a uno. Comparando los 162 mil 650 votos obtenidos en el 2018, con los del 2021, nos damos cuenta que en tres años no solo perdió la elección, sino también el voto y la confianza de otros 47 mil ciudadanos.

El 2023 es una fecha irrepetible para Morena en Guanajuato. La elección presidencial del 2024 reúne a Tiros y Troyanos, pareciera que, de manera natural, todos los aspirantes históricos a gobernar Guanajuato se dan cita. Por el lado de los constructores de Morena, aparece Antares Vázquez, Malú Micher, Ernesto Prieto; por el lado del PAN, Ricardo Sheffield, Alma Alcaraz, y por el PRI, Miguel Ángel Chico Herrera, y Bárbara Botello, cada uno de ellos identificándose de forma separada con los candidatos presidenciables. 

Finalmente, de los antes mencionados, los que se registran formalmente como aspirantes son Ricardo Sheffield, Bárbara Botello, Ernesto Prieto, Antares Vázquez, y Alma Alcaraz quien no había levantado la mano formalmente. La nominación en el Consejo Estatal de Morena, se da por votación, y Alma Alcaraz gana en el género mujer, y Ricardo por el género hombre. En la definición de genero a nivel nacional de 9 candidaturas a gobernador, Alma Alcaraz, resulta nominada para la candidatura formal.

La ironía, con sonrisa de la Gioconda, vuelve a aparecer, ni Ricardo ni Bárbara logran su sueño: la candidatura para gobernar Guanajuato se les va como agua de las manos, pero en el caso de Ricardo gana la candidatura al Senado. Bárbara se retira, pero es alentada por sus aliados morenistas para participar como candidata a la presidencia municipal de León, sin mayor posibilidad de éxito por ser minoría. 

La candidatura de Alma Alcaraz, apoyada como lo he mencionado, por Ricardo y toda la estructura oficial de Morena, impuesta por él, prácticamente hacían imposible la llegada de Bárbara a la candidatura de León, por todo lo que representa este municipio. Sin embargo, llegó, los astros se alinearon rompiendo las reglas de la política, y lejos de generar una alineación con una perspectiva de triunfo conjunta, los viejos equipos y resentimientos entre ellos, los dispersan en una lucha de egos y soberbias. Una premisa irrebatible, es que, para intentar ganar la gubernatura, se debe ganar León.

Ricardo y Bárbara en la lucha por cargos públicos como opositores, cruzan caminos en Morena, y como usted observará en esta extraña e irónica simbiosis, intentarán ganar la presidencia municipal, la senaduría y la gubernatura, al PAN y al PRI, partidos en el que dejaron la etapa más boyante de su vida política, y en la que encontraron no solo bonanza económica, sino la soberbia virreinal de esas épocas. En este segundo y tercer aire, los dos vehementes eternos disputadores por la gubernatura quedan al margen de su pretensión principal, y lucharán por una suerte de blindaje político para atemperar sus flancos débiles, y sus desaciertos políticos en la búsqueda del poder.

El reto para ambos numéricamente es complicado, se requiere triplicar la votación del 2021 para empatar en León, y duplicar la del 2018 en el resto del estado para empatar. Ganar implica, una proeza, pero esto no se logrará si las candidaturas municipales y los ayuntamientos, base de la votación estatal, están condicionadas, o encadenadas a los bloques de poder que subsisten y operan territorialmente, o bien, si permiten que dinero sucio sea el motor del triunfo de algunas candidaturas.

En ese sentido, la responsabilidad moral y política para encabezar una candidatura en este contexto de violencia, omisión de la ley, complicidad, corrupción e impunidad, exigía y exige perfiles a toda prueba. No es una elección tradicional, y quien piense que las candidaturas son un premio está equivocado, Guanajuato es un territorio en disputa por fuerzas delincuenciales que están inmersas en todos lados y bien organizadas, al punto que han rebasado todo asombro posible. Frente a ellas, oponer visiones patrimonialistas, triunfalistas, sectarias, aderezadas de una gran dosis de ignorancia e irresponsabilidad no solo prolongará este túnel de oscuridad, sangre, miedo y desesperanza, sino aumentará la desconfianza y el hastío hacia los partidos políticos. No olvidemos que el abstencionismo llega a superar el 60% del padrón electoral,

Bárbara y Ricardo, llegan a Morena solo con la fama bajo el brazo, hacer expectativas de triunfo sobre sus hombros, es un error.  Si hay duda, vuelva a revisar los números y su pasado.

Revolcadero. Salimos todos juntos con gran responsabilidad, a darle un nuevo rumbo a Guanajuato, o nos cubriremos con el manto de la arrogancia e indiferencia las balas.