Sheinbaum y las esperanzas mueren rápido.

Sheinbaum y las esperanzas mueren rápido.

Cuando comenzó el movimiento por el cambio con López Obrador a la cabeza, se comenzó a impulsar con las personas comunes y corrientes, dando oportunidad a la participación de la vocación política del pueblo. Pero en otras palabras, nadie quería participar en un partido político que tenía todo para perder, porque a penas buscaba su registro, por eso dejaron entrar a quien se animara, además dando nada de apoyo, eran ellos y sus recursos con lo que pudieran contender, al menos para que el partido político obtuviera su registro y así competir en las elecciones del 2018.

A pesar de tener todo en contra, el liderazgo de López Obrador era el más fuerte en la oposición contra el régimen, y se nutrió más porque, ante tal eventualidad de gozo y atmósfera de dicha por el cambio, muchos se comenzaron a cambiar de partidos. Así comenzó justamente la premiación a los mismos políticos “profesionales” de siempre del PRI, del PAN y del PRD. Qué bueno, que hasta Mario Delgado del pacto por México acabó por dirigir al partido del presidente López Obrador. Pero en esos momentos, de esperanza en 2018, había un movimiento de intelectuales, periodistas, politólogos, académicos, estudiantes, mujeres y hombres libres que pugnaban por el cambio, como pasó también en la esperanza con Fox. Pero pasó lo mismo. Acabaron marginando. Y hoy, tratan de enarbolar la misma atmósfera bajo el liderazgo de Sheinbaum, que no gozaba con la misma unidad de criterio en la población para que ella encabezara a un movimiento que se vino deteriorando desde el primer día en que López Obrador asumió el poder. El propio Muñoz Ledo que le vistió con la banda presidencial a López Obrador, comenzó advirtiendo hasta el último aliento, que el presidente había errado el camino, y que el partido se había pervertido. 

¿Ahora qué piensan hacer? Sheinbaum cree que nadie se da cuenta, y que utilizando la misma estrategia de López Obrador, al ser consistente con el discurso, todo seguirá por buen camino. Por eso llama a que sea su vocera otra vez, Tatiana Clouthier, sin el carisma y la frescura que tuvo en 2018. Lo mismo pasa con Fernández Noroña, que ayer era acérrimo crítico del PRIANRD, pero ahora si se cambian de esos partidos a morena, se purifican, les perdona, les aplaude y les hace campaña. Y ellos creen que la gente no se da cuenta. 

Ahora mintieron. Sheinbaum salió en la primavera de su proselitismo, a decir junto a Mario Delgado que habría democracia, y que la cúpula no tendría injerencia, y mintieron vilmente. Toda la cúpula se acabó auto premiando con candidaturas. Y Sheinbaum ha preferido darle espacio y protagonismo a los mismos políticos “profesionales” del PRIANRD, en morena, con dádivas y privilegios. 

En Guanajuato, por ejemplo, la misma cúpula sigue en candidaturas plurinominales, las mismas cabecillas que solo sirvieron para que el partido fracase en el bastión del PAN un sexenio total. Y han convertido a morena en Guanajuato, en un partido más que controla el PAN. 

No se dan cuenta. Piensan que lograron una revolución.

Erick Xavier Huerta