El PRIANRD es Morena ayer, hoy y mañana.
El PRIANRD
es Morena ayer, hoy y mañana.
Hablemos del Pacto Peña-López.
Desde que López Obrador asumió la presidencia, acusó siempre de todo lo malo, a Felipe Calderón, porque Peña Nieto le entregó la banda presidencial y eso no fue sin condicionamiento alguno. Así como el periodista Álvaro Delgado, sacó un libro hablando sobre el amasiato, el pacto entre Calderón y Peña, y debería entonces ahora elaborar la misma perspectiva entre lo que sucedió con López y Peña. Porque, en efecto, hoy vemos a ese grupo de Peña Nieto, estar muy bien posicionado en «morena». ¿A qué se debe?
Se debe a que pactaron el poder, el relevo. Si Peña Nieto se sintió traicionado por el PRI, y por Anaya que con el PAN debían apoyar a Meade—el candidato articulador de la partidocracia para seguir trabajando en unidad y consenso por México; la fragmentación partidocrática producto de la ambición desmedida, de las traiciones y de la falta de acuerdos, fueron el espacio perfecto para que López Obrador resultara la mejor opción frente a los mexicanos para relevar al PRI con morena y a Peña Nieto con su nuevo frente de esperanza, en la tradición mexicana donde hay que renovar las ilusiones que se mueren cada tres y seis años.
Bueno, por eso mismo, hoy vemos a Andrea Chávez, y a Claudia Sheinbaum y al consorcio del gremio de morena acusar a que la violencia que se desenfrenó y se potenció con López Obrador que prometía la república amorosa, fue resultado de que Calderón empezó una guerra contra el narcotráfico que resultó mal. En las mañaneras el villano fundamental se apellida Calderón. Pero es Sheinbaum, Noroña y compañía quienes todos los días siguen poniendo como el malo favorito de la narrativa de la cuarta transformación a Felipe Calderón como responsable de lo que no pueden arreglar y que en campaña se comprometieron a resolver. Ahí están los videos de López Obrador donde prometió que acabaría la miseria, la hambruna, la corrupción y que ahora habría progreso y un crecimiento económico ideal para el país, pero eso no sucedió.
Ahora, con Sheinbaum cerca de los industriales de México y del extranjero, se prometen nuevas ilusiones para el progreso del país, pero aún la situación es crítica, porque no venimos del crecimiento esperado, venimos de un estancamiento económico que ha reparado en lo que ya muchos han anunciado, la recesión económica en México es un hecho, aunque Ebrard y sus amigos digan que no pasa
nada porque el tratado de libre comercio, aquel que impulsó Salinas, es el artificio que blinda a México ante cualquier eventualidad que pueda hacer Trump.
Mientras tanto, cualquier pronunciamiento de Trump desbalancea las perspectivas en la política nacional.
Llama mucho la atención esta resolución contundente de proteger a Peña Nieto a toda costa. López Obrador no lo tocó ni con el pétalo de una rosa. Y Sheinbaum no habla para nada de él. Bueno, mira a varios Peñistas como Alejandra del Moral, Eruviel Ávila, Eugenio Hernández, Carlos Ramírez, Murat, ser bienvenidos con todos los privilegios en morena y en el gobierno federal. Bueno, los Yunes, que eran los supuestos archienemigos de López Obrador, fueron los afiliados VIP de Andy Beltrán. Javier Corral que hizo campaña en favor de Anaya, es uno de los consentidos en el gobierno de Sheinbaum. Todo ha resultado una farsa, una mentira, una traición. Alimentaron en la población, en simpatizantes, militantes y candidatos una confrontación brutal contra el PRI y el PAN y el PRD, para que al final estos sean los privilegiados, y continúan las prácticas potenciadadas de influyentismo, corrupción, nepotismo y amiguismo. El mejor ejemplo es la presidencia de morena.
¿De qué se trata entonces?
Hoy, en Guanajuato, el grupo que pondera en morena es el afín a Ricardo She_ield, un Calderonista y promotor en su tiempo de Margarita Zavala para que compitiera contra López en 2018, pero como se quedó Anaya con todo, lo que sucedió fue que por mejores ofertas y tratos se pasó del PAN a morena, a ser el controlador y jefe político que maicea a sus seguidores con ilusiones de convertirse en los próximos presidentes municipales y diputados, como Israel Mosqueda o Antonio Chaurand. Y les ha pagado, a diferencia de Prieto, que sí logró impulsar a su familia, el padre y el hermano, pero ya llegó a mandar en Salamanca, desde el PRIANRD, Justino Arriaga. Por otro lado, Emmanuel Reyes, que hizo campaña a favor de Anaya y de Sinhué, llevó al triunfo con eso en Guanajuato la permanencia del fiscal carnal del PAN. El caso justamente de Reyes advierte cómo ha venido usando el poder para impulsar al líder religioso de «la luz del mundo», recuerden los homenajes con la clase política en Bellas Artes y las fotos en las oficinas de estos burócratas que se creen líderes, sí, de este señor, del acusado por pedofilia y pornografía infantil y corrupción y trata de personas. Hoy mira, hasta la participación de Job Daniel Wong, aspirante a Magistrado y evangelista de la iglesia de la luz del mundo en la elección judicial, también gran defensor de Naasón Joaquín García, condenado de abuso. Y si hablamos de abusos en política.
Luego, Reyes hipócritamente se presentaba en las manifestaciones en contra de la permanencia del fiscal, pero ahora este señor también goza de posicionar a sus amigos en San Lázaro, en las candidaturas a presidencias municipales, pues él resultó con la gran suerte de ser Senador y su esposa de ser presidenta municipal de Villagrán (y también recientemente buscando ser aspirante a magistrada como Wong), al tiempo en que su amiga Lucero Higareda está en el congreso federal y su hermana preside el congreso local en Guanajuato. Esas son las cabecillas que dan rienda suelta y dirigen el partido gozando las presunciones que el 80% de la población mexicana está feliz y contenta con morena y con Sheinbaum y con ello dan por sentado su permanencia eterna en el poder.
Al tiempo, quienes impulsamos el cambio en el momento correcto y hemos denunciado estas injurias, arbitrariedades, incongruencias e incompetencias e inconformidades, hemos quedado al margen. Pero es preferible la dignidad a guardar silencio ominoso. El silencio ominoso es lo que ha permitido el auge de la corrupción, por eso tenemos que actuar ahora y alzar la voz.
Al respecto, estaba leyendo justamente acerca del gran filósofo, biógrafo y ocasional embajador, Plutarco. Pues Plutarco, subraya en uno de los ensayos de Irene Vallejo, donde advierte sobre los graves peligros que representan los gobernantes obcecados en alimentar los rencores de su pueblo como fuente de poder y privilegio. Justamente lo que hizo López Obrador, en lo que ahora resultó en hordas de fanáticos que defienden sin argumentos, sin querer aceptar la realidad ni la situación en la que se encuentra el país y en lo que dejó el legado de López Obrador, sin aceptar las mentiras que sucedieron, las traiciones que ocurrieron, las farsas que acontecieron.
Nadie puede avanzar ni nadie se puede curar ni mejorar sin antes aceptar los errores y las equivocaciones y los abusos.
La política la han definido como el arte de sustraer al odio su carácter eterno. Dice Vallejo, que esto significa que el ayer no prevalezca sobre el presente ni lo ponga en peligro. Esta sería tal vez la gran hazaña de López Obrador con morena.
Sí, para comenzar a hablar debemos comenzar a colocar el pasado entre paréntesis, pero aquí la situación es perversa, la impunidad sí es para el PRI, y el PRI no acabó haciendo nada porque es el principal insumo de morena para engordar y tener poder burocrático. Esto es precisamente lo que denuncia Manlio Fabio Beltrones cuando busca reparar en que el PRI reoriente su conducción, porque ciertamente, Alito Moreno no ha dado los resultados del levantamiento y de la revancha del PRI con argumentos que existen y con las condiciones necesarias para generar contrastes. Sí, es cierto que ha venido esforzándose en advertir a la población que ciertamente
morena no ha venido dando resultados en lo que más importa, seguridad pública, y que también han resuelto regresar a los progresos e iniciativas que impulsó el PRI desde hace tiempo. Sin embargo las mediciones no han sido favorables. Anaya quiere perfilarse para 2030, y el PAN no parece aún convencer, está muy lejos de convertirse en opción para el cambio.
No sabemos en qué reparara la nueva articulación necesaria e indispensable de la política mexicana, hoy más necesaria que nunca. Al tiempo, la comunidad empresarial ve con malos ojos el funcionamiento del aparato del Estado. Hoy cada vez más empresarios renuncian a participar en política, por la inseguridad y violencia que cobija al país, el debilitamiento del Estado, pues a pesar de las fotografías de los mandatarios desfilando cada 16 de septiembre con tanques y soldados, no pacifican al país. Más, parece una maldición participar en un partido político, porque participar implica parece, renunciar a la individualidad, y servir a un imaginario político que te dice qué debes hacer, cuándo debes callar para que el imaginario político obtenga sus perversos intereses. ¿Dónde está el trabajo en unidad por México? La fragmentación social solo siempre le ha servido a quienes nos buscan controlar desde afuera. Nos han engañado en que los partidos tienen proyectos distintos para el progreso de la nación, porque en los hechos tienen que acabar conviniendo a los convenios globales, nadie puede llegar a hacer lo que le dé su gana en el poder burocrático, llegan a representan y a desempeñar funciones acorde a un Estado que está cimentado en continuar funcionando, pero indudablemente, el tipo de personalidad, el liderazgo y la visión influyen en que las acciones sean más certeras, haya un mejor servicio público y mejores proyectos llevados a cabo para ir resolviendo los problemas de todos los días, responder de mejor manera frente a desastres naturales, espectros de violencia, y demás crisis sociales.
¿Ahora en qué repara la política mexicana? Estamos ante una gran disyuntiva, la política se ha prestado a que el sistema de partidos prácticamente no valga nada, pues ante estos escenarios se participa donde convenga mejor, no por convicciones, no por dignidad, sino por oportunismo y ventajismo. Además de todo, el sistema de partidos serviría para filtrar e impedir que el crimen penetre a las instituciones, por eso se evitarían más que haya participaciones de candidaturas independientes, que paradójicamente también hoy nos serviría para apoyar a la mejor carta de dignidad de un pueblo en apoyar a los mejores representantes que simplemente, por levantar la mano y decir «aquí estoy», puedan ganar ante el dinero corrupto y las influencias mezquinas que se han apoderado hoy de partidos, e instituciones.
¿Qué hacer?
Erick Xavier Huerta S.
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