México vive bajo el yugo del miedo y la violencia. Podemos hacer algo, comenzando en Guanajuato.
México vive bajo el yugo del miedo y la violencia. Podemos hacer algo, comenzando en Guanajuato.
Vamos por un cambio para mejorar, usando la comunicación.
México, nuevamente, renovado por esperanzas que surgen cada tres y cada seis años, votó por el cambio. En el umbral de la esperanza, ocurrió una masacre, antesala y pronostico de cómo resultaría el gobierno de López Obrador que recogió el voto por el hartazgo y en busca de un cambio para recuperar la paz social. No sucedió. Al contrario, uno de los eventos más cruciales que pronosticaron el clima social del sexenio que se convirtió en el más violento de la historia, fue este caso, el de tres mujeres y seis niños, todos ciudadanos estadounidenses que fueron asesinados en una comunidad mormona transfronteriza en México.
Desde hace tiempo, operaciones de carteles provocan masacres para llamar intervención de autoridades federales, y en este caso para entonces poder mantener neutra una plaza para fines de sus operaciones; en este caso transfronterizo, un grupo especial de comando del crimen fue a realizar una operación sin temor a asesinar a inocentes, y e resultado del caso reparó en una crisis que obtuvo atención internacional. Fue la misma familia de mormones que fueron a pedir justicia a las autoridades de México y a Estados Unidos de Norteamérica. Desde aquellos momentos, Donald Trump expresó toda la determinación para que en México se acabara con tal gravedad de violencia, y comenzó la determinación de no poder solapar más actos que se han marcado como terroristas totalmente en territorio mexicano. Es esto, un punto de partida fundamental que llevó a que Trump, inmediatamente tomando el poder de regreso en la Casa Blanca, declarara como grupos terroristas a los carteles del crimen que habitan y operan desde México.
Donde hay impunidad, hay injusticia, y donde hay impunidad e injusticia, hay corrupción. Poco salió a relucir que con el ejemplo del presidente se acabaría la corrupción. Continuaron las lacras de la política, y hasta su hijo hizo uso de su influyentismo para quedarse al frente del partido político y hasta hace unos días, darle la espalda a la presidenta de la república mientras pasa por su lugar; y él y sus amigos parece que no están nada atentos al lugar en donde están ni a lo que está pasando, por eso ignoran a la presidenta, y eso nos preocupa, porque si eso pasa ahí, puede ser que no estén muy atentos a lo que está pasando en el país y en consecuencia, estar a la altura de las circunstancias.
Ahora en Jalisco han encontrado campos de exterminio, en Teuchitlán.
Ante estas desagradables noticias, la desesperanza se contagia en el clima de opinión pública y aumenta la inseguridad. La rapiña a todo lo que da, por falta de resguardar un estado de derecho óptimo. Este, se ha convertido en un problema de estado y de gobierno. No se puede gobernar sin un aparato de estado que funcione. Poco hace el poder legislativo para un buen funcionamiento y el poder judicial no parece servir para nada, y el poder ejecutivo ejecuta apenas solo para obras públicas que llegan a tener proyección por incidencia de la iniciativa privada, pero en términos de estado, hay una grave crisis en México; y en consecuencia, varios sectores sociales están alarmados y advertidos mejor de que Estados Unidos de Norteamérica participe en resolver esta situación tan problemática que ha contaminado a toda Latinoamérica. ¿Habrá sido falta de prudencia de Estados Unidos de Norteamérica permitir que el crimen se haya agravado en todo el continente? Indudablemente, el conflicto en medio oriente, desde Iraq hasta Afganistán y ahora en Palestina, han requerido una enorme atención de Estados Unidos de Norteamérica, al punto de, ¿descuidar su propia nación y a su propio continente? Este tema ya tomó relevancia desde el pronunciamiento del ex presidente Felipe Calderón de que había que tomar medidas cautelares para recuperar el funcionamiento del Estado. Hoy, el saldo con López Obrador, son varias regiones totalmente perdidas para el Estado Mexicano que están completamente cooptadas por el crimen organizado, y no dejan operar al estado ni a la iniciativa privada, pues ellos se han adueñado de todo bajo su secuestro.
Este clima desesperanzador ha venido propiciando que la gente mejor decida ya no participar en política, mejor hacerse a un lado y anular su voto. Porque poco hace el voto en un momento cuando el crimen llega, infla urnas e impone su capricho. La voluntad popular ha caído en desgracia en el país. El periodismo libre e independiente ha perdido terreno lamentablemente, muchos periodistas han buscado renunciar, además ante los adeptos de un régimen que coopta toda la atención. Irónicamente las redes sociales habían venido a sufragar mayor democracia para los ciudadanos, pero lo único que ha pasado es que los gobiernos han tenido mayor injerencia y desechan irresponsablemente la responsabilidad que tienen con los medios de comunicación y con los periodistas.
Yo, en la pugna, no he abandonado mi responsabilidad en la tarea política. Han continuado mis labores de periodista, y ahora he impulsado labores de empoderamiento ciudadano, para mejorar nuestra calidad de vida y vida en común. La democracia está en completo riesgo en nuestro país, nuestra libertad y nuestra justicia. Hoy, estamos advirtiendo una mejora totalmente necesaria en una partidocracia a la que le hace falta la democracia, porque los estatutos se han
quedado en papel y poco se respetan. El sistema de partidos no va a mejorar si no son institutos que se procuran desde la sociedad civil.
Indudablemente hay que seguir participando, como hacemos en varios conversatorios públicos y periodísticos. En el Frente Social Causa Justa por Guanajuato, que lancé como movimiento y que me llevó a ser considerado como propuesta para candidato a gobernador desde la misiva de la iniciativa de la sociedad civil, como he dicho, de pugnar por el cambio democrático, ahora he seguido trabajando mucho por la comunidad migrante, y por supuesto, para que haya vías de representación digna en nuestras comunidades. Hoy una necesidad es escuchar a nuestra gente, escuchar las necesidades primarias del pueblo y que el Estado garantice que podamos vivir en paz, porque si no, no podemos hablar de sostenibilidad ni de sustentabilidad económica en el progreso de nuestras sociedades. Hoy, en el Frente Social Causa Justa por Guanajuato, estamos impulsando este mensaje de promoción por los valores democráticos que se requieren en nuestras instituciones, y por la justicia social que merecemos. Creemos en el poder transformador de la participación activa y responsable de la sociedad civil. Nuestra misión es esa, construir un Guanajuato más próspero y equitativo a través de la observación, la comunicación, y la participación ciudadana.
Hoy, estamos exhortando a tejer una red de participación cívica, con periodismo ciudadano, recopilar las injusticias, compartir información relevante y contribuir a una comunicación transparente y veraz. Esto nos llevará a que el movimiento de protesta tenga vida y no quede en marchas pasajeras de indignación y queja por falta de resultados de parte de las autoridades de la burocracia. Tenemos que seguir haciendo eco de recuperar espacios en la representación con la participación cívica. Que las autoridades no mientan y engañen con que hay condiciones para ejercicios democráticos si están asesinando a los candidatos y el crimen amedrenta a la sociedad civil si quiere participar en hacer valer sus derechos. Esta es la representación social que buscamos con este aglutinamiento en el frente social causa justa por Guanajuato, el de poder hacer escuchar nuestra voz, defender así nuestros derechos, de los más vulnerables y luchar por un mejor Guanajuato.
Creo firmemente, que observando, comunicando y participando, podemos lograr avances significativos en nuestra vida democrática en busca de recuperar el ejercicio del estado y de nuestra representación en la vida pública y democrática política de cada uno de nuestros municipios. La invitación es extensiva, a todo el territorio, queremos que haya quien se apersone en cada pueblo de esta misiva fundamental, y con ello, lograr espacios para conectar con personas que comparten estos ideales, y así compartir herramientas y capacitaciones para fortalecer nuestra
participación ciudadana. Es una plataforma para poder amplificar nuestra voz y fortalecer nuestra participación ciudadana.
Creo que podemos contribuir, juntos, en solidaridad por un Guanajuato más justo y próspero.
Erick Xavier Huerta Sánchez
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