La lucha en morena, desde Guanajuato.

Antes de morena, Ebrard y Obrador enfrentaron una crisis en el PRD, cuando gobernaba Calderón que ya había logrado apoderarse del partido. Marcelo Ebrard dijo «demos la batalla, no hay por qué dejarles que se queden el partido, debemos participar». Y Ciertamente, nadie es dueño ni puede apropiarse de un partido, pero así ha sido, así ha sucedido, y  López Obrador ya no veía más opción que irse, y fundar morena. 

Hay una situación similar hoy en morena, cuando han reciclado y premiado a los del PRI y a los del PAN de siempre. Como buenas ratas saltaron del barco antes de que se hundiera y saltaron al nuevo, para proseguir su curso.

En morena, muchos como yo hemos sido marginados y desprovisto de derechos, porque alzamos la voz y pisamos los intereses de los políticos de siempre. Dicen que permiten la libertad de expresión no hay tolerancia para los críticos al interior del partido y menos para los que han sido periodistas independientes como yo; pues si afectas sus intereses ya no eres tomado en cuenta para consejero ni para ocupar ningún cargo ni puesto ni nada, aún contando con todas las credenciales. Al tanto, han preferido poner de dirigentes del partido a ex priistas, y a priistas los vuelven de nuevo los actores protagonistas de cada proceso electoral. Digo, es que participamos con la clara convicción de darle paso a la democracia, bajo los principios revolucionarios de Madero; y esos principios apuntaban a que participara toda la gente en la vida pública y política de México, que hubiera lugar para la participación de nuestros capitales intelectuales, cívicos, capaces pero con la misiva de no permitir que nadie se enquistara en el poder, ni permaneciera para convertirse en un político profesional que acabara por ser un dictador. Hoy violan estatutos fundacionales, los cambian para meter a los funcionarios que habían prometido no tener injerencia en la vida orgánica del partido, premian a sus colaboradores, dan candidaturas a las amantes, a los cónyuges, esposas y esposos de senadores gozan de plurinominales. ¿Qué pasa? La revolución y sus misivas plasmadas en la constitución eran para darle equilibrio al poder, y que tuviese contrapesos, límites, para frenar los abusos y el autoritarismo. Pero el PRIAN acabó con eso, regresó reelecciones consecutivas para el PRI y para el PAN en el congreso y en alcaldías, y los resultados han sido oprobiosos y hoy con el torbellino del crimen, urge más legislar para regresar solo la oportunidad de participar en un trienio como alcalde o legislador. Necesitamos rotación de personal en los cargos públicos, para detener la corrupción. Auditar pronto cada ejercicio a corto plazo. El país vive tiempos oscuros y muy sensibles ante la embestida e infiltración del crimen en gobierno y en la partidocracia. 

Tenemos que hacer algo.

Hoy, aquel pronunciamiento de Marcelo Ebrard hace eco, en morena y en Guanajuato. Porque hoy tenemos que dar la batalla, librarnos del yugo del gobierno del miedo y luchar por nuestra libertad. Es ese gobierno del miedo, justamente, lo que ha inhibido la participación de los ciudadanos, lo que ha provocado la apatía de la gente. Solo dejan que sigan abusando los mismos de siempre. Ya basta.

Por eso creo en mi movimiento, porque está libre de padrinazgos presidenciales, libre de dedazos, libre de corrupción, libre de andar pagando pautas publicitarias millonarias desde el púlpito de la burocracia, libre de andar traficando influencias para pagar miles de espectaculares y pintar cientos y miles de bardas para que nos conozca un pueblo que está decepcionado de la política y del gobierno. No nos pueden decir que «no», porque tenemos las credenciales y luchamos por el cambio y gracias a nuestra lucha muchos obtuvieron escaños en el senado, en el congreso federal y en el local. Muchos obtuvieron regidurías. Es nuestro derecho y nuestra causa democrática. Los institutos, partidos políticos se deben a los ciudadanos y vamos a hacerlo valer. 

Erick Xavier Huerta